El Numancia pelea este domingo por volver a Primera Federación, la tercera categoría del fútbol español y, por presupuesto e importancia actual, puede que la que sobre el papel le corresponde. Ganar al Cacereño a domicilio daría el ascenso directo, pero también la tranquilidad de la estabilidad deportiva e institucional tras un descenso la pasada temporada con el que ni el más pesimista contaba.
Mucho ha tenido que trabajar el conjunto dirigido por Javi Moreno para llegar a esta situación. Siempre cerca del liderato, pisándolo en algunas jornadas, la gran oportunidad le ha llegado en la última semana de liga. La responsabilidad es alta, la obligación de salir del pozo de la Segunda Federación está sobre sus hombros en una mochila que han cargado sus jugadores durante muchos meses.
Ahora las voces autorizadas del vestuario nos cuentan cómo han vivido todo este camino. Jesús Tamayo, Javier Bonilla, Andrei Lupu y Óscar de Frutos, son los cuatro jugadores que mejor conocen al Numancia. Canteranos en algunos casos, partícipes de este recorrido por el infierno en otros, todos ellos sienten el club de una manera especial al resto de sus compañeros. Si en algo coinciden es que, desde diferentes perspectivas, tienen una cuenta pendiente con el Numancia que ahora quieren saldar.
Capitán. Jesús Tamayo llegaba al Numancia hace cuatro temporadas como uno de los fichajes más prometedores de la ya extinta Segunda B con el objetivo de volver cuanto antes con la entidad al fútbol profesional. Fueron tiempos difíciles con un nuevo descenso y con una renovación que buscaba conseguir con el tiempo esa meta. «Ahora me quiero marchar del club dejándolo al menos donde lo encontré», reconoce el jugador.
Su marcha ha sido uno de los grandes 'bombazos' de la semana previa al partido ante el Cacereño. Ahora solo piensa en ese encuentro. «Tenemos nuestro gran objetivo ahí», explica. «Ellos se juegan entrar en la Copa del Rey, pero más nos jugamos nosotros», detalla. El 'comandante' vive con una mezcla de ilusión y tristeza estos días, aunque gana lo primero. «La semana 'jodida' fue la del año pasado cuando nos jugábamos el descenso con el Cornellà», recuerda con dolor. No piensa en nada más que en ganar. «La afición se lo merece más que nadie», sentencia. Su último partido puede coincidir con un momento alegre con esa afición a la que siempre ha idolatrado.
Arraigo. Uno de los grandes jugadores esta temporada es además de Ágreda. Hablamos de un Javier Bonilla que ha repartido 13 asistencias y que siente los colores de una manera especial. «Cuando descendió tenía más ganas de venir que nunca», desvela. «Me apetece hacer algo bonito con este club y eso es lo que quiero conseguir», añade el jugador rojillo.
El camino no ha sido para nada sencillo y ahora lo tiene claro. «No podemos fallar», afirma. «A pesar de eso tenemos que estar tranquilos y plantear el partido desde la seguridad de que tenemos que ganar y que siempre marcamos goles», analiza. «Simplemente hay que competir como lo hemos hecho siempre», aclara.
Un ascenso a Primera Federación significaría mucho. «Vine aquí a esto, a ascender al Numancia y ojalá lo consigamos este domingo», anhela Bonilla. «La clave para llegar hasta esta situación ha sido saber que podíamos ganar cualquier partido», afirma. «La presión ha estado ahí, pero el premio está cerca, lo conseguiremos», finaliza.
Goleador. El regreso de Lupu al Numancia fue celebrado por la afición como lo que mejor sabe hacer, marcar goles. Lleva 14, una gran cifra si tenemos en cuenta que no ha jugado todo lo que se esperaba. «Mirándolo así, llevo buena media», comenta con humor. Anota un tanto cada 120 minutos, no le falta razón. No le obsesiona tener que hacerlo el domingo ante el Cacereño. «Lo único que firmo es ascender, quién marque es lo de menos», cuenta con sinceridad. «Al final es lo que estábamos buscando esta temporada y ahora lo tenemos en nuestra mano, iremos a por ello», ambiciona el delantero. «Hombre, si además consigo marcar, pues mucho mejor», apunta de nuevo con una sonrisa.
El jugador rojillo fue uno de los héroes del ascenso hace dos temporadas y ahora quiere añadir otro éxito a su currículum. «Me quedo sin palabra para explicar lo que significaría», argumenta. «Es una experiencia que puedes vivir pocas veces y tengo la oportunidad de volver a hacerlo, iremos a por todas, ambiciona.
Cantera. Óscar de Frutos ha sido una de las sorpresas más agradables de la temporada. El central llegaba hace cuatro años al filial del Numancia y tras pelear por estar en el primer equipo, cesión incluida a la Segoviana el pasado año, se ha convertido en un fijo en la defensa de Javi Moreno. «Incluso en Segovia veía los partidos del Numancia y tenía ganas de estar aquí», desvela el jugador.
Ese vínculo que le une al club es fundamental para hacer ver al vestuario lo que significa llevar esa camiseta. «Siempre intentamos explicar a los compañeros lo que significa el día a día, representar a este club y lo que supondría un ascenso», detalla. Óscar de Frutos estuvo en el anterior ascenso y quiere repetir desde un papel protagonista.
La clave para el central es ser ambiciosos en Cáceres. «Tenemos que ser intensos desde el principio, tienen que ver todo lo que nos jugamos», apunta. «Si marcamos pronto sería lo ideal, pero hay que estar tranquilos pase lo que pase», añade. «El partido es especial y tenemos ganar, pero no debemos perder la palma», finaliza. El domingo no pueden fallar y en la mirada de todos esos pesos pesados está la responsabilidad de lograr el ascenso.