La Sección de Caza y Pesca del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta remitirá una carta a los titulares de los cotos cinegéticos en la que les instará al control poblacional de las hembras de corzo para frenar la incidencia del 'gusano de la nariz', es decir, del parásito 'Cephenemyia stimulator', que ya está presente en toda la provincia, aunque todavía no es motivo de una elevada mortandad entre los cérvidos. «Cuando hay muchos animales se debilitan, tienen menos recurso y son más susceptibles para el padecimiento de la enfermedad [...] A partir de un estudio que hemos hecho sobre los accidentes por corzos, las solicitudes de controles de daños cinegéticos en la agricultura y de los propios planes cinegéticos de los cotos hacemos una estimación de si hay sobrepoblación de corzos. Vamos a enviar estas cartas a 77 cotos», explica el jefe de Caza y Pesca, Luis Fernando Gil Hernández.
El responsable de la sección incide en que, en la medida en que se controle la población de corzas, en enero y febrero que es el periodo específico para abatir hembras, la evolución de la enfermedad será positiva. Recuerda, asimismo, el elevado número de accidentes de tráfico que se producen en determinadas vías provinciales por atropello de especies cinegéticas (en el tramo entre Soria-Berlanga de Duero, en los términos municipales de Los Rábanos, Quintana Redonda, Tardelcuende, entre Soria y El Burgo de Osma, Soria y Almarza, etcétera), en los que «entre el 70-80%» de los siniestros son causados por corzas.
Por su parte, la Asociación del Corzo Español (ACE) realiza desde hace años un seguimiento sobre la incidencia de 'Cephenemyia stimulator' e 'Hypoderma', en colaboración con la Facultad de Veterinaria de Lugo (Invesaga). «En Soria a pesar de que ambos parásitos ya han hecho acto de presencia, los valores de infestación son muy bajos y, de momento, parecen no estar afectando significativamente a la densidad. Quizá el mayor problema que se esté dando en Soria es la falta de aprovechamiento de corzas debido al alto precio de los cotos, que implica que los adjudicatarios se centren exclusivamente en los machos de trofeo y desatiendan el control de las hembras, con lo que se provoca una descompensación de la población que, a futuro, puede tener graves consecuencias», advierte el presidente de la ACE, Florencio A. Markina Lamonja.
Presencia. Como se apuntaba antes, el parásito está extendido por toda la provincia. En la zona Este y en el entorno de Arcos de Jalón y Medinaceli «ha entrado hace poco, ha habido algún caso», apunta el jefe de la Sección de Caza y Pesca en Soria. En cualquier caso, la expansión de este parásito inciden más en los hábitos de conducta de los cérvidos que en su mortandad. «Las moscas, cuando se producen las primeras parasitaciones, afectan de forma más grave a las crías, porque los adultos saben ocultarse en zonas más boscosas para evitar los periodos en los que la mosca está más activa y se trasladan a áreas más claras», explica.
Por ello, la percepción de que en determinadas zonas ha mermado la cabaña de corzos con motivo del 'gusano de la nariz' responde, sobre todo, al desplazamiento de los animales para eludir al oéstrido, «aunque cuando parasitan por primera vez es cuando más mortandad se produce», en particular en ejemplares jóvenes.
El jefe de la Sección de Caza y Pesca advierte de que el 'gusano de la nariz' entró en España en 2005, cuando se produjo en Asturias la reintroducción de corzos procedentes del Norte de los Pirineos. «Antes no existía. A la zona Oeste de la provincia llegó hace seis o siete años [...] La parasitación se produce en los senos faríngeos. La mosca deposita los huevos en las fosas nasales, los huevos migran y van desarrollándose las larvas. Esto les produce un ahogamiento, no pueden respirar [...] Pero la canal de carne no está parasitada, es apta para el consumo», sostiene.
De hecho, en el Norte de Europa la 'Cephenemyia stimulator' lleva siglos y los cérvidos han creado resistencias y conviven con el parásito. «Aquí no estamos en esa fase y esperamos que llegue cuanto antes», significa Luis Fernando Gil.
Además, la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Agricultura, cuenta con el Plan de Control de Fauna Silvestre donde también se incluye esta enfermedad, a través de análisis para determinar la incidencia en los animales. También se van a tomar muestras de sangre para determinar si hay presencia de EHE ('Enfermedad hemorrágica epizoótica') en las piezas abatidas en las monterías de la Reserva de Urbión.