CyL, la tercera con mayor avance en el índice de innovación

SPC
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El consejero de Economía, Carlos Fernández Carriedo, destaca el «papel protagonista» de las empresas y sectores productivos para impulsar la I+D como «elemento de competitividad»

Imagen de un centro de trabajo innovador. - Foto: Ingrid Fernández

Castilla y León fue la tercera autonomía española que más avanzó en el índice regional de innovación respecto a la media de la UE durante periodo 2016-2023, con un crecimiento del 4,3%, sólo por detrás de Canarias, 6,9%, y Navarra, 5,5%. Este índice (Regional Innovation Scoreboard -RIS-) lo elabora la Comisión Europea e integra 21 indicadores de innovación entre los que se encuentran la I+D pública y empresarial, la colaboración de las pymes con otros socios para el desarrollo de proyectos de innovación, la propensión a innovar de las pequeñas y medianas empresas, el uso de distintos mecanismos de propiedad intelectual, y varios indicadores sobre la calidad del sistema de investigación. El consejero de Economía de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, expresó que los datos de la Comisión Europea reflejan «lo que hacemos en I+D+i en Castilla y León» y «el papel protagonista de las empresas y sectores productivos» en esta materia «como elemento básico y factor de competitividad». «Que seamos la tercera con más crecimiento en I+D refleja nuestra capacidad de competir», sentenció.

Carriedo remarcó que eso hace que Castilla y León eleve sus exportaciones y gane peso dentro del mercado exterior de España, y ensalzó que ««con una mayor grado de innovación» «se avanza más en la generación de empleo, en la formación y cualificación profesional, en el crecimiento económico y en la atracción de talento». «Es un círculo muy interesante», dijo a Ical. El consejero portavoz incidió en que en Castilla y León contamos con «profesionales muy cualificados para avanzar en innovación», unas mejoras que se «transfieren al tejido productivo y al talento». El informe del ejecutivo comunitario, comentó, refleja avances y constituye un «estímulo» para seguir mejorando, aunque reconoció el «gran reto» de profundizar en la transferencia del conocimiento.

Al respecto, recordó la aprobación la pasada semana del nuevo Plan de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa (Plan TCUE) 2024-2027, que movilizará diez millones de euros. Con todo y aunque mostró su satisfacción por «avanzar tan rápidamente» en una autonomía con un tejido productivo de pymes, micropymes y autónomos, lo que «tiene más mérito si cabe», asumió que siempre cabe mejorar en diversos aspectos.

Clasificación RIS

La clasificación que se desprende del RIS para el año 2023, divide a todas las regiones en cuatro grupos, líderes en innovación, innovadores fuertes, innovadores moderados e innovadores emergentes. Castilla y León se situaría entre los innovadores moderados el año pasado. Este índice se recoge en un documento del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades bajo el título 'Nuevos enfoques políticos para promover los ecosistemas regionales de innovación: El caso de España en el contexto de la UE», donde se pone de relieve también que con datos de 2022, Castilla y León es la quinta comunidad en gasto en I+D en porcentaje del PIB, cercana a la media nacional, y también en términos de desembolso en I+D por habitante. Además, Castilla y León se sitúa como la sexta con mayor I+D empresarial, en porcentaje sobre el gasto en I+D total, por encima de la media nacional, informa Ical.

El documento también destaca que, en el período de ejecución de las estrategias de investigación e innovación para una especialización inteligente (RIS3) para el que existen datos publicados (2014-2022), Castilla y León fue la tercera de las 17 comunidades autónomas españolas en crecimiento anual del gasto en I+D, con un aumento del 6,4%, 1,1 puntos por encima de la media nacional que fue del 5,3% en el periodo 2014-2022. No todos los datos son positivos. El documento constata que otro aspecto relevante desde el punto de vista del perfil de los ecosistemas regionales de innovación en España es el uso que hacen las empresas del conocimiento disponible en su entorno. Es decir, la capacidad de las empresas para desarrollar estrategias de innovación abierta, absorbiendo y utilizando el conocimiento de otros agentes. En este aspecto, Castilla y León está a la cola de las autonomías.