Ignacio Lafuente resultó herido el pasado Jueves la Saca cuando la rama de un árbol cayó sobre él en la zona de la Vega de San Millán. Desde el Hospital de Santa Bárbara, relata su historia para El Día de Soria y se muestra agradecido a la sanidad soriana y positivo de cara a su recuperación, ya que en unas semanas será padre. "Estoy mucho mejor que los primeros días", apuntaba este Martes a Escuela, recordando como se produjo el suceso del sauce el día de la Saca justo en el primer aviso de la salida de los novillos desde Valonsadero.

Junto a dos amigos, comenzaron la jornada festiva almorzando en Fuentetoba y tomando una cerveza en el Chicote, para ir a buscar sitio en el recorrido sobre las 11.30 horas, media hora antes de la apertura de las puertas de los Corrales de Cañada Honda. Así que se colocaron, pasado el hotel, junto a las vallas naranjas a la altura del cruce del río Pedrajas y la entrada en la Vega de San Millán. "Estábamos con más gente en un lugar en el que se ve muy bien la bajada y el paso a la Vega", comenta detallando que tenían la intención después de ir al Pinarcillo a seguir el recorrido y ver la entrada en la ciudad. "Mi amigo Alberto, que tiene respeto a los toros, fue a subir a una rama con el primer cohete y yo le aupé. Sonó entonces un crujido y noté un golpe en el lumbar. Caí al suelo y, aunque no perdí el conocimiento, noté que algo no iba bien y vi a la gente retirar la rama sobre mí", relata.

"Dio la casualidad de que había dos médicos jubilados, Javier Domínguez y Javier Izquierdo, que me atendieron de inmediato en el lugar y evitaron que la gente, como ya había salido la Saca, me moviera con una lesión grave de espalda hacia un lugar más seguro, aunque no estábamos en el recorrido", prosigue Ignacio Lafuente. No podía respirar y los médicos le ayudaron, el fuerte golpe le provocó fractura de fémur en la parte alta, junto a la cadera, y una vértebra chafada. Su amigo sufrió daños en una vértebra, pero recibió el alta el lunes. "Cuando pasó pensé que era más grave", comenta el herido recordando que "viendo la rama, no estaba podrida, ni seca, ni tenía mucho peso, ni había más gente subida, ni mi amigo era muy pesado...". Agradece la ayuda de los médicos que le atendieron allí, ayudándole a respirar porque le provocó algo de angustia en ese primer momento, y ofreciendo al personal de la ambulancia que le recogió una primera valoración. "Les dijeron que no tenía nada de pulmón y que tenía un golpe fuerte en la espalda, por lo que podría ser una fractura de cadera porque no podía mover la pierna", comenta.

A las 15.30 horas ya estaba en el quirófano para la operación. Tendrá de recuperación como mínimo seis semanas y, por el momento, no se puede levantar. Después lo podrá hacer a la silla llevando corsé. "Soy positivo porque voy evolucionando cada día, no me ha afectado a la médula ósea y si me hubiera dado en la cabeza hubiera sido mucho peor...", destaca Ignacio Lafuente, agradecido también al personal de Urgencias del hospital. "Quiero resaltar la calidad de los profesionales sanitarios que tenemos en Soria, tanto a nivel profesional como humano. Tendremos otros inconvenientes por vivir en una provincia pequeña, pero en cuanto a personal sanitario somos unos privilegiados", concluye.