El sueño paralímpico de David José Pineda

S. Recio
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El atleta cambia el rumbo de su carrera y afronta este reto tras confesar ahora que a los 12 años le comunicaron que contaba con discapacidad intelectual

El sueño paralímpico de David José Pineda - Foto: E.G.M Eugenio Gutiérrez Martínez

El pasado 2 de mayo el deporte soriano recibía una gran noticia, aunque sorprendente para los que han seguido la carrera de David José Pineda. El atleta se proclamaba campeón de España de deporte adaptado en los 400 metros lisos. Justo en ese instante la prensa deportiva preguntaba a su entrenador, Enrique Márquez, sobre este hecho, puesto que hasta la fecha nunca había competido en  competiciones para personas con discapacidad.

Se conocía entonces que Pineda cuenta con una discapacidad intelectual del 38% y que esta temporada buscaría estar en los Juegos Paralímpicos de París. «Es una idea que ya me habían planteado hace tiempo», cuenta el atleta. «Cuando era más joven me daba un poco de vergüenza hablar de ello, pero ahora ha surgido la oportunidad y creo que es el momento adecuado», reitera el soriano. A sus 26 años se marca un reto que apenas tiene a una centésimas. Será el 14 de junio cuando, precisamente en París, participe en una competición en la que buscará conseguir la mínima para esta nueva oportunidad que ya tiene en el punto de mira.

El silencio. David José Pineda llegaba a Soria a los 12 años procedente de la República Dominicana. «Cuando llegas comienzas con tu educación y al empezar las clases y tras estudiarlo me dieron el carnet de discapacidad», recuerda ahora. Era 2013 y siempre que recibía un documento de ese tipo actuaba igual. «Siempre lo rompía", comenta con humor. «No podía evitar tener esa vergüenza», cuenta con sinceridad.

El atleta estudió en el Centro Santa Isabel, pero sus mayores dificultades las encontraba a nivel social. «Es tener un poco de miedo», apunta Pineda. «Me costaba adaptarme y relacionarme porque procedía de un entorno completamente diferente», detalla. Su llegada al atletismo fue un antes y un después. «Comencé a ser mucho más social y me costaba menos hablar con la gente», detalla con una sonrisa en la cara.

Unos pocos conocían este secreto y durante los últimos 14 años hemos convivido con un David José Pineda que se convertía en una de las grandes promesas del panorama nacional en los 400 metros vallas. La medalla de bronce en el Europeo Junior de 2017 apuntaba a ser el comienzo de una gran carrera.

Evolución. Ese metal internacional con 19 años parecía el punto de partida de un prometedor futuro, pero el paso del tiempo no jugó a favor del atleta. «Después de eso tuve unos años con muchas lesiones», lamenta. Un proceso que fue minando poco a poco su confianza. «Nunca había tenido ninguna lesión», desvela. «Desde la temporada de 2020 fueron varias», lamenta. 

Estos últimos años no veía la luz al final del túnel. «Tenía que hacer todo a medio gas», analiza. «Nunca terminaba de arrancar y cuando me encontraba bien me volvía a pasar algo», explica. «Tuve la suerte de que tenía gente alrededor que siempre me ha animado y eso ha hecho que nunca me rinda», afirma Pineda.

En diciembre de 2023, el soriano estaba tomando un café en un bar de Soria y en la tele retransmitían deporte adaptado. En ese momento todo cambió. «Me di cuenta de todas las oportunidades que había tenido y que no había aprovechado», narra con sinceridad. Tras hablar con su técnico, comenzaban todos los trámites. «Se encargó de todo lo necesario y nos pusimos a trabajar en ello», explica.

Adaptación. David José Pineda decidía competir en los 400 metros lisos en deporte adaptado, aunque nunca ha abandonado las vallas en categorías estándar. «No es que me guste mucho», confiesa. «Lo odio porque no sé correrlo», comenta con humor. «Estoy bastante motivado y creo que me puede dar acceso a los Juegos Paralímpicos», ambiciona.

La adaptación está siendo natural. «En realidad las series son muy parecidas», analiza. «Lo más diferente es no poder variar con las vallas, pero lo voy llevando bien», añade. Sus tiempos hablan por sí solos y hace unos días en Salamanca, en condiciones poco favorables, paraba el cronómetro en 48,33, una marca que le deja a 14 centésimas de la mínima paralímpica.

El 14 de junio en París tiene una cita con una clasificación que cambiaría su mapa deportivo por completo. «Creo que allí las condiciones son las ideales para lograrlo», ambiciona. Es además una competición de deporte adaptado, una nueva oportunidad de conocer un poco más a rivales que podría encontrarse meses después. «El nivel es altísimo, eso me motiva mucho», confiesa el soriano.

David José Pineda tiene entre ceja y ceja conseguir estar en París. Sabe todo lo que supondría a nivel económico. «Es otro de los motivos por los que tomé la decisión», sentencia. Una vez superados todos sus miedos, conseguir la marca necesaria parece solo un trámite que seguro que conseguirá.