Después de que ERC y Junts acordaran iniciar una etapa de deshielo para volver a unir fuerzas, la Asamblea Nacional Catalana dio un paso adelante ayer con la aprobación de su nueva hoja de ruta, que reclama a los partidos independentistas la ruptura de acuerdos con el PSOE y armar un frente común para lograr la independencia. Coincidiendo con la publicación del documento, la secretaria general de Esquerra, Elisenda Alamany trasladó al presidente catalán, Salvador Illa, su negativa a negociar las cuentas regionales, ya que «ahora toca soberanía fiscal».
El pasado fin de semana tuvo lugar la Asamblea General Extraordinaria de la ANC, en la que se sometió a votación la nueva estrategia, que recibió el respaldo del 83 por ciento de los 2.434 socios que participaron en esta cita.
La propuesta de la entidad soberanista que preside Lluís Llach mantiene la apuesta por la «unilateralidad», que se concreta en la creación de «un movimiento de desobediencia civil», al tiempo que reclama un programa común a los partidos independentistas.
La nueva hoja de ruta plantea una estrategia de «renacionalización», denuncia un «expolio fiscal» por parte del Estado y reclama la creación de estructuras que planifiquen «la soberanía catalana sobre el territorio, la administración y las infraestructuras de país en el momento de hacer efectiva la independencia».
Para alcanzar los objetivos, se dividen las actuaciones en tres frentes: la sociedad civil, el institucional y político, y el internacional.
En lo que respecta al primero, el documento apunta a una escalada de acciones para «canalizar la indignación ciudadana de los agravios de la dependencia de España, desde el expolio fiscal hasta el arrinconamiento de la lengua catalana», y resaltar la independencia como única vía para solucionar esos problemas.
A nivel político e institucional, pide a los partidos independentistas que se alineen «en la confrontación unilateral con el Estado español». La entidad defiende un programa común mínimo entre partidos soberanistas en las futuras elecciones al Parlament para conseguir la independencia, por lo que considera necesario que «rompan sus pactos con los socialistas en todas partes» ya que «mientras sean aliados del PSOE en España, no podrán hacer oposición creíble en el Parlament».
En este punto, la portavoz de ERC, Elisenda Alamany, rechazó negociar los Presupuestos con el Govern de Salvador Illa. «Entre la soberanía fiscal y el Presupuesto del 2025, ahora toca soberanía fiscal;si la prioridad es hacer el salto nacional más importante que ha hecho nuestro país en recaudación y no se está dando, no tiene sentido que vayamos a ninguna negociación del Presupuesto», afirmó. Alamany no se mostró tan rotunda con sobre los Presupuestos Generales del Estado, aunque exigió al Gobierno cumplir sus acuerdos.
En este sentido, señaló que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, todavía no ha presentado ningún proyecto de cuentas y que el debate presupuestario no se ha iniciado. «Cuando llegue el momento y haya el debate, veremos cuáles son los términos en los que se plantea, pero somos exigentes en el cumplimiento de los acuerdos», manifestó la portavoz de ERC.