Trabajos selvícolas regenerarán la zona del incendio del Izana

EDS
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El Gobierno de España financia con una partida de 362.968 euros esta actuación que tiene como objetivo continuar con el saneamiento de la masa forestal regenerada tras el incendio acaecido en agosto del año 2000 que afectó a 2.320 hectáreas

Pinar de Tardelcuende en una imagen de archivo. - Foto: Eugenio Gutiérrez.

El Gobierno de España financia, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, los trabajos selvícolas para favorecer la masa forestal regenerada después del incendio ocurrido en las localidades de Matamala de Almazán y Tardelcuende en el año 2000, que afectó a un total de 2.320 hectáreas en los términos municipales de Matamala de Almazán, Tardelcuende y Almazán. En total se actuará en casi 116 hectáreas de los montes de utilidad pública 64, denominado Pinar de Matamala, y 185, conocido como Manadizo y San Gregorio, en Tardelcuende. Aproximadamente 1.839 hectáreas del total incendiadas están incluidas en montes de utilidad pública (MUP) 51/52, 64, 65, 185 y 186 con una larga tradición de gestión forestal ordenada.

La Plataforma de Contratación del Sector Público anuncia ya la licitación de estas actuaciones por un importe de 362.968 euros y un plazo de adjudicación de 15 meses. La entidad adjudicadora es la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio que es a la que el Gobierno de España le ha transferido los fondos del PRTR que se financian con el Next Generation EU. El plazo de presentación de ofertas finaliza el próximo 19 de agosto.

Se trata de la realización de acciones de restauración forestal, mediante la adecuación de la estructura de la masa, para aumentar su resiliencia y disminuir su vulnerabilidad frente a perturbaciones. Estos objetivos, se conseguirán mediante tratamientos selvícolas, que permitirán una mitigación al cambio climático, aumentando la retención y secuestro de carbono, producidos por el mayor desarrollo y vigor de la masa. Se realizarán, clareos en la masa, poda de los pies resultantes, desbroces y eliminación de restos.

El grupo de montes está formado por pinares naturales de pino negral (Pinus pinaster) localizados entre los 900 y 1200 metros de altitud sobre suelos silíceos de textura arenosa, mezclados con rebollo (Quercus pyrenaica) y encina (Quercus ilex). Actualmente, el uso principal de estos montes es la producción de madera y está resurgiendo la producción de resina, en armonía con los objetivos imprescindibles de persistencia, estabilidad y mejora de las masas.

Esta zona ha sido tradicionalmente una de las más importantes de la región en producción de miera. En 2011 se recuperó la actividad resinera tras décadas de abandono hasta llegar a unas cifras en los últimos años de 500.000 pinos abiertos y 80-100 resineros.

Después del incendio, y tras la corta y saca de la madera quemada se procedió a la regeneración de los terrenos mediante siembra o plantación. A finales del año 2002 se aprobó el Proyecto de Restauración de la Zona del Incendio de Izana y los trabajos se llevaron a cabo durante las campañas 2003/2004 a 2005/2006. Durante las campañas 2008/2009 y 2009/2010 tuvo lugar la última reposición de marras en las zonas con problemas de regeneración.

Los primeros tratamientos selvícolas comenzaron en el año 2014 en Almazán y Tardelcuende, sobre aquellos tranzones con mayor desarrollo y se han ido ejecutando progresivamente desde entonces atendiendo al estado de las masas regeneradas y otros criterios de disponibilidad material. Sin embargo, en los términos de Matamala de Almazán (MUP 64) y de Tardelcuende (MUP 185) aún no se han ejecutado en su totalidad estas actuaciones encaminadas a favorecer la masa forestal regenerada.

Estos trabajos se enmarcan dentro de las actuaciones previstas en la programación para la transición ecológica recogida en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España. La restauración forestal se enmarca en el componente 4 que persigue la conservación y restauración de ecosistemas y su biodiversidad, concretamente en las inversiones 3, que contempla la restauración de infraestructura verde y 13, con la que se protege y restauran sistemas forestales y silvopastorales.