Retratos familiares de 1886 a 1975 en el Archivo Provincial

A.P.L.
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La muestra 'El álbum familiar', de OnPhoto y el archivo, se ha ampliado hasta el 15 de julio, dada la buena acogida por parte del público

Retratos familiares de 1886 a 1975 en el Archivo Provincial - Foto: E.G.M Eugenio Gutiérrez Martínez

La exposición El álbum familiar, de OnPhoto y el Archivo Histórico Provincial de Soria (AHPSo) ha contado con tan buena acogida por parte del público que se decidió prolongarla hasta el 15 de julio, por lo que los interesados tienen aún tiempo para descubrir 120 imágenes de familias y grupales realizadas en Soria de 1886 a 1975. María Morales, comisaria de la muestra junto a Gonzalo Monteseguro y fotógrafa del archivo, explica que cada año se colabora con el festival OnPhoto y que, al dedicarse esta edición a los derechos humanos, se decidió abordar la temática de la familia y los álbumes que tradicionalmente se elaboraban en los hogares, en contraste con la era digital. «La gente tenía en sus casas el álbum, con sus recuerdos, y hemos intentado conseguir alguno de ellos que nos han prestado para mostrarlo», apunta explicando que se pueden ver cuatro de ellos.

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Retratos familiares de 1886 a 1975 en el Archivo Provincial
Retratos familiares de 1886 a 1975 en el Archivo Provincial - Foto: E.G.M Eugenio Gutiérrez Martínez
Retratos familiares de 1886 a 1975 en el Archivo Provincial
Retratos familiares de 1886 a 1975 en el Archivo Provincial - Foto: E.G.M Eugenio Gutiérrez Martínez

 Del centenar de imágenes que se han seleccionado, las de Agapito Casado son las más antiguas. Se trata de dos retratos realizados en su estudio, el Gabinete Casado, que fue el primer de Soria y que funcionó de 1886 a 1936, ya que continuaron con el negocio su viuda y su hijo. Como curiosidad, María Morales hace hincapié en la preparación previa para las fotos, con bastante tiempo de pose estática porque no había flashes. «Mucha gente solo se hacía una fotografía en toda su vida, que solía ser para la boda, aunque algunos también tenían de comunión y de bautizo», comenta indicando que «era como algo solemne, porque se iba al estudio del fotógrafo con las mejores galas» y «la pose era bastante seria». Los primeros estudios se ubicaban en las buhardillas para aprovechar la luz natural y solían tener decoraciones en papel pintado. Otro detalle es que en los reversos de las imágenes se imprimía la publicidad del fotógrafo, donde se insistía en que el estudio se encontraba en un piso alto y con luz natural, además de si tenía o no ascensor. Después, los profesionales comenzaron a salir a la calle para hacer fotos de grupo, ya que no se tenían cámaras a nivel particular. Y, poco a poco, en las imágenes aparecen grupos de colegios, encuentros, viajes...