El Sindicato Profesional de Policía, mayoritario en las escalas de mando de la Policía Nacional, denuncia un injustificado ataque efectuado al comisario jefe de Soria, en relación a la gestión que el mismo realiza al frente de la comisaría provincial y manifiesta su absoluto rechazo a las acusaciones infundadas y falsas realizadas desde el sindicato SUP mediante una nota de prensa contra dicho comisario, al que acusan de crear mal ambiente sociolaboral en la comisaría, prepotencia, ser el causante de bajas psicológicas por presión cuando en el momento actual no hay un solo funcionario de baja psicológica, trato clasista y discriminación, incluso rozar el acoso laboral. Subrayan que no se puede tolerar que, debido a intereses espurios, arremetan contra el mando policial de Soria, que dirige una comisaría cuyas cifras en materia de seguridad son incuestionables, y que dirige y coordina "in situ" las intervenciones policiales más complejas como el incendio de la residencia Fuente del rey o las llamadas de amenaza de bomba. También cabe señalar la mejora exponencial de las relaciones con todas las instituciones y asociaciones de la ciudad de Soria, lo que necesariamente redunda en una mejora de la colaboración ciudadana, y en consecuencia, del servicio policial que se presta. Desde el SPP exigen al sindicato SUP una rectificación pública y clara, ante un ataque infundado contra la gestión del comisario. Esa rectificación que demandan debe ser efectuada con la misma difusión que la nota de prensa inicial ya que de ella se hicieron eco distintos medios de comunicación. Además del apoyo expreso del Sindicato Profesional de Policía, han puesto a disposición del comisario los servicios jurídicos por si estima oportuno emprender las acciones legales que correspondan. Consideran que este ataque basado en interpretaciones interesadas supone un grave perjuicio para el comisario jefe de Soria, quien merece que su honor y buena imagen no queden empañados por lo que podemos calificar de una mala praxis sindical, en muchos casos motivadas por un meditado afán de ataque a los mandos de la Policía Nacional, olvidando la esencia propia del cuerpo en la que el respeto a los superiores y a los subordinados es una de sus señas de identidad.