España podría contar con un nuevo parque nacional exclusivamente marino, algo inédito hasta el momento, si todo sale según lo previsto y la iniciativa del Gobierno es respaldada por el Congreso de los Diputados de convertir el Mar de las Calmas, en la isla de El Hierro, en el espacio protegido número 17 del país.
Este espacio natural, con una extensión de 24.000 hectáreas, se considera una zona de alto valor natural según estudios científicos abordados en la última década. Entre los factores excepcionales que confluyen en el entorno destaca su biodiversidad, debido a la presencia de especies de aguas profundas a escasa distancia del litoral herreño, así como de familias tropicales y subtropicales menos representadas en el resto del archipiélago canario.
En sus aguas se acumulan comunidades biológicas singulares, como algas fotófilas, además de la presencia de cetáceos pocos conocidos y estudiados, como los esquivos zifios, cuya comunidad en el Mar de las Calmas es una de las más importantes del mundo. Igualmente, se trata de un lugar clave para la reproducción de aves marinas como la pardela chica macaronésica, en peligro crítico de extinción.
Esta propuesta reconoce la peculiaridad y el simbolismo de este espacio por su riqueza natural y sus valores estéticos, culturales, educativos y científicos. También contempla, de una manera acorde con su importancia, a los residentes locales con la visión económica necesaria y esencial para conseguir la integración y aceptación del parque nacional en su entorno.
En este sentido, el delegado del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Canarias, Manuel Nogales, indicó que se trata de «una excelente noticia», pues será el primer parque nacional de la red en España exclusivamente de ámbito marítimo.
Y recordó que la futura declaración como parque nacional trae consigo importantes compromisos de conservación y financiación que ayudarán a crear puestos de trabajo y a desarrollar tanto el nuevo espacio como sus áreas de influencia periférica, de manera que a administraciones como el Cabildo de El Hierro o al Ayuntamiento de El Pinar le llegarían anualmente partidas para hacer cumplir las consecuencias de que un espacio de estas características sea declarado parque nacional.
Además, el nuevo espacio protegido mejorará la representatividad marina en la red de parques al incluir sistemas naturales asociados a emanaciones gaseosas submarinas, como las ocupadas por el Volcán Tagoro cuya presencia se originó a consecuencia de las erupciones que tuvieron lugar en 2011. Además, se reforzará la presencia de otros sistemas destacados como veriles, escarpes y bajos rocosos.
Música celestial
Aunque existe cierta reticencia entre la gente de la isla a que el Mar de las Calmas se convierta en parque nacional, incluido el propio alcalde de la localidad más próxima al espacio, El Pinar, el experto del CSIC pide prudencia y apoyo a una decisión que es buena para todos.
«A menudo se asocia esta declaración con muchas obligaciones, pero también con un mayor control por parte de las autoridades», explica Nogales, que recuerda la importancia a nivel de reclamo científico de lo que supuso la erupción volcánica de hace 13 años, después de que el ecosistema se haya recuperado «fantásticamente».
También apunta al momento de «crisis de biodiversidad mundial», de modo que una iniciativa así es «música celestial» para aplacar las dificultades de conservación de estos espacios, pues la biodiversidad «no es un tema baladí».
«Debemos estar muy decididos en la conservación integral de los mejores espacios naturales de la red, que son los parques nacionales, los espacios naturales de mayor valor ecológico, y el Mar de las Calmas desde hace mucho tiempo lo merece», reflexiona el científico.
Respecto a las consecuencias de una mayor turistificación de la zona si finalmente se aprueba la declaración, Nogales destaca que aunque el turismo debería tener mayores regulaciones, no cree que El Hierro tenga un punto de saturación.