Los sorianos asumen el reto de salvar comida

S.Ledesma
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Los sorianos han evitado el desperdicio de 12 toneladas de alimentos desde 2019 gracias a la aplicación 'too good to go'

Los sorianos asumen el reto de salvar comida - Foto: E.G.M

Las propiedades organolépticas, aquellas que se pueden percibir con los sentidos, son importantes cuando de alimentarse se trata. Olor, sabor, temperatura, textura..., son algunas de las que pueden apreciarse una vez adquirido el alimento, pero cuando la acción está en curso, en la compra de un producto pesa, principalmente, el aspecto. Porque comer con los ojos no es una simple expresión. Desechar una fruta o verdura que no entra en los cánones de belleza hortícolas (de apariencia exterior esbelta, brillante, de tamaño adecuado..., hermosa al fin y al cabo) es lo habitual cuando es posible seleccionarla. Para luchar contra el desperdicio alimentario que supone no elegir la fruta más madura, las verduras más lacias u otro alimento con una fecha de consumo preferente o de caducidad próxima, desde hace años hay muchas opciones en el mercado, desde aplicaciones móviles hasta expositores en los supermercados donde hay alimentos a la espera de ser salvados y consumidos con garantías. 

 Aunque cada vez se genera más conciencia sobre el desperdicio de comida todavía hay que avanzar. El hambre afecta al 20% de la población mundial, según Naciones Unidas. En Soria, unas 2.200 personas necesitan ayuda sólo para alimentarse. Ycada año, los hogares españoles tiran a la basura 65,5 kilos de comida y bebida. Pero como en cualquier circunstancia, de lo malo siempre sale algo bueno, como la acción frente a estas cifras. Una de las aplicaciones más populares y extendidas (está en 18 países) contra el desperdicio alimentario es Too Good To Go, que desde su implantación en la provincia de Soria en 2019 ha conseguido salvar 12.000 packs, que se traduce en 12 toneladas de alimentos, según informa la compañía a El Día de Soria. Con ello, explican, se ha evitado la emisión de 32 toneladas de equivalente de dióxido de carbono (CO2eq) y el uso innecesario de más de 9.720 litros de agua. El proceso es sencillo: el usuario debe registrarse a través de e-mail, reserva el pack que le interese, lo paga con tarjeta o Paypal a través de la app y recoge el pedido. 

En la provincia de Soria están adheridos al sistema una veintena de establecimientos, según la información de la empresa. Uno de ellos es Alimentación María, con dos tiendas en la capital y en proyecto la apertura de otra próximamente en Almenar. María Tamas es su propietaria y en su tienda, mientras entrega uno de los paquetes, cuenta que se sumó a la iniciativa en «noviembre del año pasado» por dos razones: «Para no tener que tirar lo que no se puede vender en tienda y para poder atraer a más clientes». Entonces fue un momento de boom, «casi de locura, la gente venía mucho y a veces hacía 20 packs al día». Calcula que eso es «una furgoneta entera, unos 700 kilos». Ahora la situación «está más calmada», aunque siempre pone lotes en la aplicación para dar salida a las frutas y verduras menos apetecibles visualmente «pero que pueden consumirse sin problema, pues son de calidad y eso se nota aunque sean más feas o más pequeñas». Simplemente su consumo es preferente.

replicarlo de forma local. Confiesa que le gustaría que esta iniciativa se replicase en el entorno soriano «con comerciantes o con alguna asociación que pudiera moverlo para que el dinero se quede en Soria». Mientras, bromea con que tiene un hijo informático y que le dan ganas de proponerle hacer algo similar. En cualquier caso tiene en mente crear su web y se plantea poder ofrecer los productos en grandes cantidades y con descuentos, otra manera de que alimentos básicos sean accesibles a la población sin tener que desembolsar mucho por ellos. 

En su pack de Too Good To Go, valorado habitualmente en 12 euros y adquirido por 3,99, esta vez han entrado una gran variedad de artículos: champiñones grandes, dos calabacines pequeños, un pepino, dos cogollos de lechuga, al menos una docena de nectarinas, tres melocotones, una manzana, algunos albaricoques... Todos en condiciones de ser consumidos, aunque en un breve período de tiempo. El receptor del paquete, que prefiere mantenerse en el anonimato, asegura que ésta no es la primera vez que compra alimentos a través de esta aplicación. «En general los productos están bien, claro que tienes que comerlos enseguida, pero por ese precio bastante te dan», indica. Asegura que el desperdicio alimentario «siempre me ha dado mucha rabia; intento tirar lo menos posible de comida y cocino basándome en lo que creo que voy a comer; me organizo». «Este tipo de iniciativas son importantes, sobre todo sabiendo que en el mundo todavía hay millones de personas que pasan hambre a diario o que incluso se mueren por algo que podría ser evitable de forma sencilla», reflexiona.