Vuelve el agitador

Diego Izco (SPC)
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El regreso de Vinícius después de un mes lesionado, una buena noticia para un Madrid atascado

El brasileño persigue un balón en San Mamés, en la primera jornada liguera - Foto: Miguel Toña (EFE)

Vinícius fue doble noticia en el derbi del Metropolitano: porque no lo jugó a pesar de que había logrado acortar los plazos de su recuperación para hacerlo; y porque, en las afueras del estadio, una niña (junto a su madre) con la camiseta del brasileño fue intimidada por ultras del Atlético de Madrid. De lo primero, la culpa la tuvo una inoportuna gastroenteritis. De lo segundo, la imbecilidad de la masa. Lo tercero es que hoy, por fin, el gran 'agitador' de encuentros regresa a los campos después de un mes de ausencia.  

Sucedió el pasado 25 de agosto. En una carrera realizada en el minuto 9 del Celta-Real Madrid notó un pequeño pinchazo en el bíceps femoral de la pierna derecha. Supo pronto que algo no iba bien, hasta que en el 18 pidió el cambio: la resonancia magnética del día siguiente confirmó los peores indicios. Era una rotura. 

Gracias al parón de selecciones, Carlo Ancelotti perdía a su pieza más determinante, al desatascador habitual, durante tres partidos (dos de Liga y uno de Champions) y un cuarto en duda, el derbi. «Jugará el próximo miércoles seguro -señaló el italiano tras el 1-0 de la Liga de Campeones ante el Unión Berlín-, y ya veremos si el domingo ante el Atlético». Los músculos le dijeron que sí, pero el estómago que no. Y será hoy ante Las Palmas cuando 'Vini' vuelva a la banda izquierda… y cuando el técnico transalpino tendrá que ir pensando en qué combinado quiere ahora que el genio de Sao Gonçalo está de vuelta. 

La salida de Benzema, el fichaje de un 'nueve' de perfil bajo como Joselu y la irrupción volcánica de Jude Bellingham invitaron al preparador a diseñar un nuevo equipo, alejado del habitual 4-3-3 de los últimos años. Es más, el Madrid no asumía como básico un 4-4-2 desde la 09/10, cuando Manuel Pellegrini ubicó a Cristiano e Higuaín en punta. Desde la temporada siguiente, Mourinho instauró una línea de tres 'cambiante' arriba (Cristiano, Di María y Benzema) y por ese esquema pasaron después Bale, Asensio -cuando salió 'CR7'-, incluso Valverde, pocas veces Hazard, asiduamente Rodrygo y, por supuesto, Vinícius. 

Espesos

En su ausencia, el conjunto merengue se ha tambaleado. Han sido tres victorias y una derrota, pero las tres primeras llegaron con un juego espeso, lento y con poca efectividad (en Champions, por ejemplo, necesitaron 32 remates para hacer un gol en el minuto 93). Y en la derrota ante el Atlético, solo los disparos desde afuera inquietaron a Oblak. La profundidad que han adquirido los laterales (Carvajal y Fran García) en el 4-4-2 minimiza el impacto de los extremos, obligados a irse hacia paisajes más poblados en el centro. Sin gambeta, sin descaro y eficacia en el uno contra uno, el Madrid se vio desbordado en el Metropolitano.   

En principio, el brasileño llega para corregir este déficit, pero habrá que ver cuál es el sistema elegido… y el encaje del '7' en el mismo: en el nuevo dibujo se le vio incómodo durante las dos primeras jornadas. Suma un gol en 188 minutos jugados (el tercero en el 1-3 de Almería), cuando a estas alturas del año pasado, sin molestias ni lesiones, ya acumulaba cinco (cuatro en Liga y uno en Champions). 

En su regreso, la defensa de Las Palmas será un duro hueso: es uno de los equipos más cerrados de la categoría, la mejor zaga junto a la del Athletic (solo cuatro goles encajados) y García Pimienta lleva trabajando el bloque dos años y medio: logró el ascenso el pasado curso siendo el equipo de Segunda División que menos tantos concedió (29 en 42 jornadas). Y, casualidades de la vida, Vinícius podría medirse a un Araújo del Barça: Julián, lateral derecho mexicano cedido por los azulgranas en Las Palmas, está cuajando un buen inicio de temporada y ocuparía esa zona del campo en la que 'Vini' quiere volver a marcar la diferencia.