Las responsables de las áreas de igualdad de CC.OO. y UGT en Castilla y León, Yolanda Martín Ventura y Victoria Zumalacárregui, respectivamente, valoran los avances que supone la Ley de Paridad a pesar del error técnico que deja en desprotección a trabajadores con reducción de jornada por cuidado de hijos, mayores y personas con discapacidad y con permiso laboral de cinco días por enfermedad grave o accidente de un familiar. En estos momentos se vuelven a poner sobre la mesa los pasos decisivos que es están dando hacia la igualdad. Victoria Zumalacárregui considera que esta ley, «de la que se está hablando más por el error que por el contenido», supone mejoras sustanciales en cuanto a la representación igualitaria en los cargos directivos de las empresas. La sindicalista insiste en la obligación que tienen las empresas de más de 50 trabajadores de contar con un plan de igualdad, una herramienta imprescindible en el mundo empresarial «para una igualdad real y efectiva».
En general, reflexiona, en igualdad «ha habido avances importantes desde la primera ley de 2007, aunque queda mucho por conseguir». «La sociedad se conciencia y, aunque sean casos muy aislados, ya hay hombres que piden reducciones de jornada y que cuidan y atienden a sus hijos. Ahí es donde hay que trabajar, en que esto es una cosa de dos, de hombres y de mujeres, y que ellos deseen también tener esa conciliación», apunta.
Sobre las ayudas que ofrece la Junta de Castilla y León a la excedencia y la reducción de jornada para conciliar, aunque son «muy positivas, como todas las ayudas», desde los sindicatos creen que debería extenderse a más familias porque no se llega a gastar la cantidad presupuestada y los requisitos dejan fuera a muchos interesados, como «una reducción muy amplia».
Yolanda Martín Ventura cree que la Ley de Paridad «avanza en derechos y protege a las mujeres». «Busca la presencia equilibrada en los principales órganos de decisión del ámbito público y el privado (60%-40% y en el caso del sexo femenino hasta el 100%)», destaca haciendo referencia a medidas como la elaboración de 'listas cremallera' para todas las elecciones que se celebren en España. En cuanto a la protección de las mujeres, destaca que «introduce el concepto de violencia sexual» y equipara a estas víctimas en derechos con las víctimas de violencia de género.
La ley se dirige a ciertas profesiones en concreto, como las investigadoras, ya que «cuando se queden embarazadas o disfruten de algún tipo de conciliación, no se les penalizará en su proceso de evaluación y computará este tiempo de inactividad». En el caso de las deportistas de élite, cuando estén embarazadas, tendrán automáticamente una prórroga de su contrato; y las federaciones y las ligas deportivas tendrán que contar con un protocolo contra el acoso sexual.
En los avances en conciliación, consideran «positivo» lo que se ha progresado, pero en el caso de las ayudas a la excedencia y reducción de jornada coincide con su compañera en que «en unos años los requisitos son tan específicos que no se llega a gastar todo el dinero, por lo que han pedido a la Junta «que se rebaje esta exigencia» y «pueda llegar a muchas más familias». «Es una ayuda que, en parte, palia la falta de salario pero es una parte mínima», por lo que consideran que ya que hay un dinero destinado a eso se flexibilicen los requisitos para que tenga más cobertura. Son ayudas que emanan de los acuerdos del Diálogo Social en materia de igualdad y conciliación y la valoración de este sindicato es positiva, «siempre que las personas puedan recibir una parte de lo que van a perder está bien».
LAS más afectadas. Sobre la Ley de Paridad y el error que modifica artículos del Estatuto de los Trabajadores para incluir a las víctimas de violencias sexuales en la protección frente al despido por causas objetivas y disciplinario, pero que suprime la presunción de nulidad del despido e las personas trabajadoras que hayan solicitado la citada adaptación de jornada o permiso, Zumalacárregui entiende que «la mayoría de los empresarios no lo va a hacer ni debería hacerlo, por pura coherencia, porque cumplen la norma y pretenden que sus trabajadores estén bien. Aunque siempre hay una parte que no, que tiene trabajadores ilegales que no cotizan». Espera que la mayoría asuma que se trata de un error y que «en unos meses, mientras esto se solucione, no lo hagan». «A nosotros, como UGT, nos gustaría que fuera en unos días, pero lamentablemente vemos que se va a alargar más de lo que quisiéramos en el tiempo y no va a ser tan fácil porque las leyes tienen un trámite», aunque resulte «incomprensible».
Claro que este error afectará más a las mujeres, «los números lo dicen y no es nada nuevo». «Cada vez que hay reducciones de jornada o estos permisos somos las mujeres las que siempre reducimos el sueldo para atender a nuestros hijos, mayores o dependientes», por lo que es otro «punto negativo» de cara a la mujer a pesar de los avances hacia la igualdad. «El error recae en las mujeres, sobre todo por adaptación de la jornada por cuidar de hijos menores de doce años», insiste confiando en que sea por poco tiempo y que no afecte a los trabajadores de Castilla y León en absoluto. «Hasta ahora tenían tranquilidad porque no existían estos despidos, eran nulos. Ahora hay nerviosismo y ya nos están consultando. Las llamadas son siempre de mujeres», apunta la representante de UGT. «Si se produce algún despido, que se acerquen a nuestras sedes porque entendemos que hay otra vía, que se puede defender el despido nulo. Antes de esta ley era más fácil, era una nulidad exprés y lo tenía el empresario tenía que demostrar que era un despido procedente. Ahora es la persona que despidan la que tiene que demostrar que ha sido nulo, que le están despidiendo por haber reducido la jornada, lo que se complica pero siempre hay armas para poder asistir a los tribunales y seguir defendiendo la nulidad. Aunque es más complicado», expone en referencia a que implicaría un trámite para defender que el despido es «una discriminación y una vulneración de derechos fundamentales». Eso en los disciplinarios, en los objetivos se espera que no entren.
Yolanda Martín Ventura, de CC.OO., cree que «en principio es un error técnico» y que el Ministerio de Igualdad lo subsanará en breve. «No creo que haya ninguna empresa que quiera hacer uso de ello. No nos ha llegado ninguna notificación de que se haya producido esto en este sentido», así que desde el sindicato confían en la buena fe. Las mujeres son las que tienen más jornadas parciales y asumen el cuidado de los hijos, pero cada vez hay más hombres con excedencia para el cuidado de sus padres mayores.
datos muy escasos. No hay datos provincializados de conciliación, pero los sindicatos creen que los nacionales y autonómicos se pueden extrapolar. El Instituto Nacional de Estadística (INE) analiza los motivos de reducción de jornada de los trabajadores españoles por cuidado de menores. En el caso de las mujeres, la causa de querer cuidar personalmente de los hijos y otros familiares supone un 62,8% en 2023, el mismo porcentaje que el año anterior, con 234.000 personas que han escogido esta opción. Un 17,2% de las mujeres lo hace porque no pueden costear otros servicios de cuidados, también un porcentaje que se mantiene, lo que corresponde a 64.000 personas. Un 10,6% opta por la reducción de jornada porque no hay servicios disponibles (era un 8,6% en 2022, con 39.300 personas. Otros factores decisivos son por los que opta un 8,4% de las mujeres, lo que corresponde con 31.200. En el caso de los hombres, los porcentajes son menores, con un 56,4% que lo hacen por decisión propia (un 70,9% en 2022), lo que son 10.400 personas. Un 19,7% lo hace por no poder costear servicios de cuidados (un 9,1% en el ejercicio anterior), lo que son 3.600 personas; un 14,5% por otros factores (de un 8,6% el año anterior), con 2.700 trabajadores; y un 9,4% porque no hay servicios (in 11,5% en 2022), con 1.700 trabajadores.
Según el Informe del Mercado de Trabajo de Soria de 2023, el apartado de jornada laboral (sin incluir medidas de conciliación), de las 3.742 afiliados al Régimen General de la Seguridad Social con contrato indefinido y jornada parcial, un 73,44% son mujeres y un 26,56% son hombres; y de los 1.993 afiliados con contrato temporal y jornada parcial, un 58,73% son mujeres y un 41,27% son hombres. La modalidad parcial se incrementó un 4,51% y optan sobre todo las mujeres.
En cuanto excedencias voluntarias por cuidado de familiares en Castilla y León, se contabilizan 555, de las que 433 corresponden a mujeres (un 78%) y 122 a hombres. Las personas ocupadas a tiempo parcial por el cuidado de niños, adultos enfermos o incapacitados y mayores serían 380.600, de las que 352.400 son mujeres (un 92,595) y 28.300 hombres. Por otras obligaciones familiares, las personas ocupadas a tiempo parcial en Castilla y León se cifran en 195.400, de las que 154.800 son mujeres (un 79,22%) y 40.600 hombres.