Hoy como cada 16 de enero se celebra el Día Mundial de la Croqueta, un aperitivo que se reivindica como uno de los platos estrella de nuestra gastronomía, con infinidad de variedades, sabores y texturas. Y aunque sus orígenes estén en Francia, todos recordamos las croquetas que se hacían en nuestras casas para aprovechar la carne sobrante del cocido. El abanico ha ido creciendo y las croquetas se adaptan a todos los gustos.

Un auge que notan también las empresas distribuidoras de congelados que suministran mayormente a la hostelería. En el caso de Frisoria, su producción ha crecido un cien por cien en apenas cinco años.

Hace ya cuatro décadas comenzaba a comercializarse la croqueta saborizada, después mejoró con tropezones y ahora el producto ha evolucionado hasta una gama alta gourmet.

Con distintos tamaños y sabores, incluido el torrezno de Soria, la estrella de esta empresa que destina a la hostelería el 90% de las 30 toneladas de croquets que produce anualmente. En apenas cinco años ha aumentado su producción un cien por cien.