Competir en un campeonato internacional no es sencillo. Es algo que Teresa Molina va a comprobar en menos de un mes, cuando se traslade hasta República Checa a competir en su primer campeonato europeo de Powerlifting. A pesar de haber bajado de peso hasta los 62 kilos, la deportista se encuentra en un gran momento físico. «Levanto incluso más, sobre todo en peso muerto que es mi especialidad. El problema es que estoy inscrita en la categoría de -69kg, cuando debería competir en -63kg». Entre sus objetivos, queda muy lejos poder hacerse con un podio. «Hay mucho nivel fuera de España». Sin embargo, llegar hasta este punto, ya es un logro. «Era el sueño desde que empecé con el powerlifting. Compartir con estas atletas de máximo nivel y compartir con ellas la tarima ya es un premio».
A sus 23 años, es la última temporada que la soriana vivirá en la categoría Junior después de seis años de su primer campeonato. Este cambio le dificultará aún más entrar en una competición fuera del país. «Han subido los cortes para poder entrar en el europeo del año que viene. Además, el próximo año entro en Open, la categoría absoluta. Hay deportistas muy fuertes en nuestro país, de las cuales llevan solo son dos deportistas por categoría. Es complicado destronarlas», confirma Molina.
Pero antes de pisar suelo checo, Teresa tiene una cita nacional, el Campeonato de España Absoluto en Málaga este 29 de septiembre. Nuestra deportista ya sabe lo que es hacerse con una medalla en estas competiciones. La primera vez que se presentó a un campeonato, en 2022 al I Campeonato de Powerlifting de Navarra, se hizo con la primera plaza. En ese mismo año. obtuvo el tercer puesto en el Campeonato de España Junior y Subjunior. Sin embargo, este es su primer año en la categoría Open. Su objetivo de este año, revalidar el pase de clasificación. «Mi principal objetivo es alcanzar el mínimo para el año que viene entrar en Open para seguir en los campeonatos de España. También para saber qué nivel tengo en el ranking nacional».
Campeonatos regionales, nacionales, ahora el europeo… Molina va pasando por todas las competiciones existentes. Cada una de ellas tiene algo especial. «Los regionales tienen distintos niveles entre sí, por eso en su momento fue fácil ganar uno de ellos. Por otro lado, entrar en campeonatos de España cada vez es más difícil. Luchar por entrar en un nacional ya es todo un objetivo. En cuanto a los internacionales, va a ser muy complicado volver a competir en un europeo», señala la deportista.
UN NUEVO DEPORTE. En estos últimos años, la deportista ha sufrido un ligero cambio de peso. La razón, su nueva afición por el boxeo. «Lo de cuadrar dos deportes está siendo un gran reto. Además son dos disciplinas muy dura», asegura Teresa.
El boxeo y el powerlifting son dos disciplinas totalmente contrarias; mientras que la primera requiere de ligereza y coordinación, el powerlifting se basa en la fuerza. «Mi antiguo entrenador me decía que no debería juntar los dos deportes, además de que por aquel entonces iba muy bien en power. Ahora, con mi entrenador del club Berserkers de Toledo, Óscar Sánchez, y mi entrenador de boxeo vamos haciendo malabares para coordinarnos. En realidad, no son dos deportes tan opuestos. La fuerza máxima no tiene porqué volverte lento. El tamaño, la hipertrofia o la gran carga muscular es lo que sí te ralentiza. Pero si la fuerza la sabes transferir en el ring, es un plus. Además, mi fuerte del boxeo es la pegada. No soy una boxeadora fuerte», señala entre risas.
Cuadrar los entrenamientos tanto de powerlifting como de boxeo también está siendo todo un desafío. «Antes de ir a trabajar al gimnasio, dedico media hora a correr, lo que me viene muy bien para el boxeo. A mediodía hago el primer entreno de powerlifting, el más largo de los tres. Como requiere mucha fuerza, muchos descansos y entrenar las tres disciplinas que engloba el power, la sesión suele durar más de dos horas. Y a última hora de día es cuando realizo el entrenamiento de boxeo».