Mucho ha cambiado el Grupo Herce Soria en un año. La pasada temporada la semana previa a la Copa del Rey era sinónimo de nervios, de la incertidumbre de saber si el prometedor equipo de Alberto Toribio era capaz de dar un paso más y mirar a la cara los grandes del voleibol español. Con Los Pajaritos como sede del torneo, toda esa magia que se respiraba en el ambiente culminaba en la consecución de un soñado título que es historia del deporte soriano.
Ahora el equipo llega a esos mismos días previos consolidado como un grande de la Superliga y con el respeto de todos ya ganado. «No creo que haya tanta diferencia, la ilusión y las ganas son las mismas», matiza Alberto Toribio. Después reconoce que hay muchas cosas nuevas. «Defender título suena muy bien, pero no deja de ser algo anecdótico, todos tenemos las mismas opciones», analiza.
La gran diferencia es que el Grupo Herce Soria es favorito. «Eso lo hemos logrado cambiar gracias a la Copa del Rey, pero también a los resultados que estamos sacando y a la forma de jugar», destaca el técnico vallisoletano. Nuevamente el cuadro soriano se presenta en segunda posición de la Superliga. «Eso te convierte en candidato», asume con naturalidad. Los celestes han ganado a todos los equipos a los que se pueden enfrentar, incluido Guaguas, su bestia negra. «Nos ha dado la sensación de que les podemos vencer, no te sientes inferior», cuenta con sinceridad.
Toribio no quiere dejar pasar la oportunidad de recordar que para llegar a esa hipotética final deben antes conseguir pasar los cuartos de final ante Manacor, un equipo sobre el papel inferior. «Ese día lo importante es diferenciar el salir a ganar del salir a no perder», apunta el entrenador. Un mensaje a sus jugadores de que, para revalidar el título, deben ofrecer su mejor versión.
Veteranía. Ocho de los 14 jugadores de la plantilla del Grupo Herce Soria ya saben lo que es ganar la Copa del Rey. Afrontan una nueva edición que se celebrará en Leganés con una sensación común, no es mejor ni peor, es diferente. «Lo que vivimos aquí el año pasado fue mágico e irrepetible», asume el capitán, Manu Salvador. «Jugar una Copa siempre es especial y vamos con la motivación para competir hasta el final», comenta.
Han cambiado algunas cosas. «La ciudad estaba pendiente y ahora en Leganés sí es diferente», apunta. «También el equipo ha cambiado alguna de las piezas, pero incluso así las cosas se están haciendo igual o incluso mejor», destaca el jugador. «Ahora sí tenemos el respeto de los rivales», destaca con orgullo. «El otro día perdemos en Teruel y ellos lo celebran a lo grande», sentencia. Una de las claves será empezar bien. «Ahora nos están esperando y por eso es muy importante iniciar bien el partido de cuartos ante Manacor, más que nada por que si pierdes estás eliminado», finaliza.
Otro de los líderes del vestuario coincide en ese análisis. «Las sensaciones son muy parecidas, pero a la vez diferentes al tener que salir de Soria y hacerlo como vigentes campeones», define Alejandro San Martín. «La ilusión por el título es la misma», aclara el líbero. «Aunque no sea en Soria vamos a ser el equipo que más afición llevará a Leganés», añade con orgullo.
La presión ha cambiado. «También la tienes, pero antes como grupo habíamos perdido todas las eliminatorias y eso te hace saber manejar esos momentos», analiza San Martín. «Sabemos que somos el rival a batir junto con Guaguas y eso supone saber que los rivales tienen muchas ganas de eliminarnos», advierten.
En el pasado toda la preparación estuvo destinada a esa Copa del Rey. En esta ocasión la exigente competición europea ha variado el plan. «Hemos necesitado otros picos de forma, pero creo que llegamos en un buen momento, así lo hemos preparado», desvela. «Han condicionado las lesiones, pero cada vez lo hacen menos», añade.
Las diferencias en el equipo sin Juan Pablo Moreno ni Pelegrín Vargas son reseñables. «Lo más importante es el grupo humano y eso hace que yendo juntos podamos aspirar a todo», contextualiza San Martín. Con un juego menos agresivo al saque y quizás menos espectacular para el ojo del espectador, los nuevos jugadores ya han demostrado que están listos para la Copa.
Novedades. Seis de los miembros de la plantilla viajan a Leganés sin el título en su currículum. El caso más llamativo es el del soriano Adrián Olalla, en las filas de Guaguas la pasada temporada. «Es la competición en la que ser el favorito no te lleva a ganarla», destaca. «Hay muchos ejemplos, es la cita de las sorpresas con un ambiente diferente, con ocho equipos y aficiones en un mismo lugar», añade el jugador celeste.
Para Olalla jugar defendiendo a Soria es un incentivo más en el que su ambición es levantar el título. «Tenemos ese aura de equipo ganador, pero a su vez hace que el resto quiera eliminarte, así debemos asumir lo que nos viene por delante», advierte. «Hace dos años estaba aquí y nos eliminó Melilla a la primera, cada partido cuenta», añade.
Mirando a las claves en ataque, Bruno Cunha es el encargado de sustituir al anterior MVP, Juan Pablo Moreno. «Creo que es importante no quitarnos toda la presión de ir a ganar», describe con ambición. «La intención es llegar a la final y tenemos la responsabilidad de intentarlo porque llegamos en un buen momento», cuenta con rotundidad.
En su análisis de lo que puede ser la Copa, no ve ningún rival sencillo. «Lo hemos visto en la Superliga y no podemos pensar que va a ser fácil», detalla el portugués. «Es importante que la energía sea buena y llegar sin dudas, así lograremos lo mejor posible», finaliza.
Fabián Flores reconoce que la final del pasado año retransmitida por La 8 Soria fue determinante para su fichaje. «Lo veíamos en casa y pensaba que se respiraba otro ambiente», destaca el central argentino. «Es algo que quería disfrutar y ahora ha llegado el momento de pensar hasta dónde podemos llegar, somos conscientes que hemos clasificado como segundos», advierte.
El jugador celeste se sabe la lección. «Son hasta tres partidos en pocos días con mucho desgaste físico y mental, debemos estar bien siempre», sentencia.
El Grupo Herce Soria se muestra preparado para intentar levantar de nuevo la Copa del Rey. Son más maduros, con más experiencia e igual de competitivos que hace 365 días. Los de Alberto Toribio garantizan competir hasta el último punto y eso el resto de rivales lo sabe. No quieren claudicar y hay razones de sobra para creer en el título.