Para mostrar la realidad de las localidades rurales y la labor notarial que en ellas se realiza, este año continúa de la mano del proyecto #NotariosRurales la ruta por algunos de los pueblos más pequeños de España, con entrevistas a personas relevantes como el alcalde, vecinos emprendedores y creativos, y usuarios de la notaría que comparten aficiones con el notario.

La iniciativa se centra este año en El Burgo de Osma, una localidad de 5.166 habitantes, ubicada en la provincia de Soria, en la que desde el año 2006 ejerce el notario Álvaro José La Chica. "Yo era urbanita total, pero desde que llegué a este pueblo no puedo estar más contento", explica.

Según La Chica, aunque los actos más solicitados en las pequeñas localidades difieren por sus características de los de las grandes ciudades, los notarios rurales están "igual de preparados y ofrecen el mismo servicio".

Álvaro José La Chica, notario de El Burgo de Osma, en su despacho. - Foto: Cedida

Además, señala que "gracias a la innovación tecnológica del Notariado, todas las notarías tienen el mismo nivel tecnológico, tanto en las ciudades como en los pueblos, garantizando así agilidad y seguridad jurídica en cualquier punto de España".

Compraventa de inmuebles en fincas rústicas

Por otra parte, la compraventa de inmuebles en fincas rústicas en Castilla y León va en progresivo descenso desde el repunte registrado en 2021 al final de la pandemia. En aquel año se realizaron 17.152 compraventas de este tipo, pero desde entonces, según datos del Centro de Información Estadística del Notariado, han ido disminuyendo hasta las 16.318 de 2022 y las 15.775 de 2023 (un 5% y un 8% menos, respectivamente, que el año anterior).

"Las cifras arrojan una leve pero clara línea de descenso de las compraventas de inmuebles en fincas rústicas en los últimos años en la región. Esta tendencia se ha mantenido en los cinco primeros meses del año 2024, pues de enero a mayo se realizaron un total de 5.931, un 6% menos que en el mismo período del año anterior, en el que se alcanzaron las 6.313", señala María Teresa Barea, portavoz del Consejo General del Notariado.

La compraventa de inmuebles de fincas rústicas es uno de los actos más habituales en la Castilla y León rural, junto con las adjudicaciones de herencias, las rectificaciones de superficie, los testamentos y las donaciones.

Otras cuestiones más técnicas que preocupan a los usuarios de las zonas rurales también deben ser autorizadas por el notario, como los expedientes de dominio o las actas de deslinde y subsanación de discrepancias.

"Para poder realizar estos actos es fundamental la figura del notario, por lo que en las zonas del país más despobladas y distantes se puede tener la certeza de que, a no más de media hora, hay un notario a disposición de los usuarios", explica Leopoldo Martínez Salinas, decano del Colegio Notarial de Castilla y León. En concreto, la comunidad autónoma cuenta con 159 notarios de los cuales 64 ejercen en pueblos de menos de 10.000 habitantes.

Algunos actos habituales

La adjudicación de herencias vinculadas a fincas rústicas es un acto notarial muy frecuente la zona rural de Castilla y León, hasta el punto de que las 12.302 realizadas en 2023 representan el 51,6% de todas las efectuadas en la Comunidad el año pasado. En los primeros cinco meses de 2024 se han contabilizado 4.872, un 7% menos que en el mismo período de 2023.

En las notarías de pueblo también es habitual otorgar testamentos. En 2023 se registraron 39.921 en Castilla y León.