En un caluroso agosto de 1991, la detención de Miguel Aresti conmociona al pueblo de Oña (Burgos), y más cuando descubren los cargos de los que se le acusa: agresión sexual contra una joven con la que se le había visto intimando la noche anterior. Ese es el comienzo de 'Cruce de damas', un thriller judicial que vio la luz el pasado 23 de enero y que destapa los mecanismos y entresijos de la justicia española.
Su autora, María Boado Olabarrieta, es delegada de violencia sobre la mujer en Castilla y León, y en su primera obra hace referencia a un caso totalmente ficticio, pero en el que ha querido reflejar muchas de las situaciones que viven las víctimas de casos como este.
"A pesar de que en mi trabajo, a veces la realidad supera la ficción, este caso me lo he inventado totalmente. Nunca he tenido uno que pueda ser similar a éste, pero en él sí que recojo cosas que pasan a diario por los juzgados", explica la autora.
El 18 de mayo de 2022, la vida de María Boado dio un giro tras ser diagnosticada de cáncer de mama. Al principio, intentó continuar con su trabajo con normalidad, sin embargo, llegó un momento que necesitó parar, y fue entonces cuando las ganas de escribir hicieron acto de presencia. "No sabía si iba a ser capaz de hacerlo pero tenía unas ganas enormes. Vi la posibilidad y empecé sin saber dónde me iba a llevar el proceso", explica la autora.
La historia se ambienta en 1991, una época en la que, tal y como recuerda la escritora, "no había leyes que se preocuparan por la víctima" de la manera en las que las hay hoy en día. "En 1991 para un fiscal la víctima era un testigo al que había que dar una indemnización, una responsabilidad civil que se valora en el juicio y con eso se acababa", indica. Fue en 1995 cuando ya hubo una primera ley de víctimas de delitos violentos, y unos años después un Estatuto de la Víctima del Delito para saber "cómo actuar con cada víctima".
"Se nota que la novela está escrita por alguien que conoce y sabe de justicia", afirma Boado, que señala que también ha intentado escribir una historia "accesible" a todos, de forma que aunque se aprecia que su autora conoce el procedimiento penal, lo cuenta de una forma "sencilla" y comprensible para el lector.
Ambientación y personajes
Los personajes fueron lo primero en este proceso creativo, y de hecho, en ellos quiso "volcar las preocupaciones que ven los fiscales". Esto se aprecia especialmente en el personaje de Ane, una de las protagonistas y la víctima de esta historia.
La autora ha querido jugar con la construcción de este personaje, que está lleno de luces y sombras, pero que a la vez no deja de ser una víctima, y como tal "no se le tiene que exigir un comportamiento determinado, ni antes ni después del delito". "En los delitos siempre parece que está el bueno y el malo, pero nadie es realmente bueno ni malo. Todas las personas tenemos grises", apunta.
Otro punto importante son los escenarios, fieles a la realidad dados los orígenes de la autora. De padre burgalés y madre vizcaína, ambienta su primer libro en estas dos ciudades, y también en el pueblo de Oña de donde es natural su progenitor.
"Me resultaba más fácil hablar de espacios físicos que conozco y que me son más personales", afirma Boado, que no oculta el "cariño" que tiene a estos escenarios de su infancia. La ambientación en un pueblo rural, donde todos se conocen, facilita también la historia, y aporta un gran "atractivo" a la trama.
Un pueblo pequeño que juzga lo ocurrido, y no solo al acusado del delito, también a su víctima. Algo muy común en la sociedad de aquella época, pero que ha cambiado con el paso del tiempo. Boado explica que uno de los motivos que le llevó a echar la vista atrás en esta historia, para ver cómo se trataba una situación de este tipo en aquel momento y compararla con la actualidad. "A veces tenemos una visión muy pesimista de la realidad y realmente hay que echar un poco la vista atrás para ver que estamos avanzando", explica.
Para su primera novela, Boado ha tenido que viajar más de 30 años al pasado, pero con su segunda novela se irá incluso un poco más atrás, a los albores de la Constitución Española. Un nuevo thriller que esta vez se ambientará en el ámbito rural, pero que no tendrá relación con la historia de 'Cruce de damas'