Ayuda a domicilio, un servicio indispensable en el medio rural

Ana Pilar Latorre
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EL DÍA DE SORIA acompaña a la auxiliar María Molina en su recorrido diario para visitar a Pedro, Antonia y Margarita, usuarios de Molinos, Salduero y Covaleda. Una de las novedades que ofrece el servicio de la Diputación son los dispositivos Alexa

La ayuda a domicilio permite seguir en su hogar a los mayores - Foto: E.G.M Eugenio Gutiérrez Martínez

El Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) que ofrece la Diputación de Soria en los pueblos una provincia con una población tan envejecida y dispersa es clave, ya que se atienden las necesidades de la vida diaria y se favorece la autonomía de 1.300 personas en 170 municipios, posibilitando la permanencia en su domicilio como principal objetivo y según recoge la Ley de promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia y la Ley de Servicios Sociales de Castilla y León. No solo supone la colaboración para realizar las tareas del hogar, sino que  cumple una importante función social y de acompañamiento. En base a ello, la institución provincial ha aumentado el gasto destinado a esta atención personalizada un 23% de 2019 a 2024, al pasar de 3,7 a 4,8 millones de euros.

La diputada del área de Servicios Sociales, Laura Prieto, confía en que continúe la tendencia de crecimiento de usuarios, un 6,6% en cinco años, «para intentar llegar al mayor número de personas, sobre todo para que la gente que apuesta por quedarse en casa tenga la mejor atención posible». Igualmente, reafirma el compromiso con un servicio tan esencial que se traduce en el aumento de 1,3 millones de euros en el pliego de concesión de 2024 respecto al anterior. La factura del año pasado rondaba los 4,8 millones de euros y se alcanzarán los 5,3 millones con el nuevo pliego para 2025, ya que el contrato contempla 10,6 millones de euros, cofinanciados por el Acuerdo Marco de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, la institución provincial y las aportaciones de usuarios.

«Es una apuesta por mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras que acuden a los domicilios y del propio servicio para atender las necesidades de los usuarios aportando más recursos, tanto tecnológicos como en la atención», indica haciendo referencia a las camas articuladas, adaptación de baños, grúas e incluso otra auxiliar de apoyo en los casos de personas encamadas, pensando en la salud de las trabajadoras. «Al final, todo computa para que el servicio se preste de la mejor manera posible, con la mayor calidad y, sobre todo, cuidando a las trabajadoras que están día a día atendiendo a estas personas», sostiene Laura Prieto.

Una de las claves es que «no hay lista de espera». «Entendemos que la gente que precisa ayuda de este tipo no puede plantearse esperar a que se produzca una baja para poder acceder, la apuesta económica contempla esta situación», indica recordando que el Departamento de Servicios Sociales tiene una comisión de ayuda a domicilio que evalúa todas las solicitudes con las propuestas de las trabajadoras sociales de cada uno de los Ceas (Centros de Acción Social). La reunión es mensual y las propuestas, tras aprobarse en comisión, tardan de una a cinco semanas en ser efectivas. «Somos rigurosos porque es un servicio para el que no se puede esperar. Intentamos que sea lo antes posible», reitera indicando que en otros sitios las valoraciones de dependencia pueden llegar hasta los seis meses.

La ayuda a domicilio es un servicio «esencial» de enfoque social, subraya la diputada, y un recurso que se incorpora al sistema de atención a las dependencias en los hogares, que se puede complementar con otros programas en los hogares, como 'A gusto en casa', de la Junta de Castilla y León, con 23 usuarios y que se gestiona desde los Ceas. «Se están generando otros recursos y se mejoran las condiciones», ampliando las horas al día de ayuda a domicilio. «Hay usuarios que tienen ayuda a domicilio de lunes a viernes pero desde Diputación se dobla la atención los sábados y, con carácter extraordinario, en horario nocturno o por emergencia, hay una atención especial de situaciones sobrevenidas», detalla Lucía Prieto. También se ofrece servicio de comidas, en ambos recursos.

 

ALEXA

El nuevo pliego del servicio incluye el programa tecnológico como una de las mejoras. «Como las nuevas tecnologías se han incorporado al día a día de cualquiera de nosotros, en el área de Servicios Sociales pensábamos que debía hacerse de una manera especial», como los soportes de Alexa para la programación de toma de medicación, realizar llamadas o entretenimiento, por ejemplo, o los detectores de humo. Senior Servicios Integrales, la empresa que presta el servicio, está instalando estos dispositivos desde enero, concretamente tres de Alexa, pero hay una dotación de 15.000 euros anuales para las personas interesadas en solicitarlo. Estos dispositivos consisten en un asistente virtual que permite, por ejemplo, monitorizar hábitos para tomar la medicación o realizar llamadas con tan solo una orden de voz, sin tener que manipularlo manualmente. Pero también está enfocado a la información (noticias, tiempo...) y al ocio (juegos de memoria, humor...).

Marta Llorente, coordinadora de la zona de Pinares Norte de  la empresa, destaca las ayudas técnicas y, sobre todo, las ventajas de las nuevas tecnologías para los usuarios en sus domicilios. En su opinión, «facilitan  el llamar por teléfono a los contactos más cercanos, así como el entretenimiento; y se pueden manipular por voz, porque hay personas que visualmente o manualmente no pueden».

Otras novedades son el incremento de la dotación económica para ayudas técnicas a 20.000 euros anuales y desde agosto de 2024 se han instalado 13 camas articuladas y 12 grúas, así como sillas de ducha, alzadores de baño o barandillas de cama. Todo ello para facilitar la movilización y los elementos necesarios de apoyo individual relacionados con higiene y salud. Como apuntaba Prieto, el nuevo pliego implica mejoras en el número de horas anuales de apoyo de un segundo profesional de ayuda a domicilio para la movilización de usuarios con dificultades especiales o con alteraciones graves de conducta, con 500 horas al año.

Y, aunque el objetivo primordial es que las personas mayores permanezcan en sus domicilios, en algunos casos se derivan a pequeñas estancias temporales en residencias por convalecencias o por ausencia del cuidador principal. Ahora la estancia mínima será de 15 días prorrogables otros 15 y con 15 quincenas anuales. Otra de las novedades es la atención a menores de cero a 17 años en situación de desprotección y a sus familias para favorecer su cuidado. Se atiende a tres menores y a una familia, informan desde Diputación.

APOYOS

Las trabajadoras sociales Laura García y Verónica Hernández, del Ceas de Pinares Norte, recalcan la importancia de este servicio en el medio rural y concretan que la demanda viene de la propia persona o de sus familiares, siendo muy importante el «boca a boca». Son ellas las que realizan una primera valoración en el domicilio teniendo en cuenta las necesidades de cada persona y, después, «se deciden los apoyos que necesitan para continuar con su proyecto de vida, que es quedarse en casa». La primera entrevista con el usuario es también junto a la auxiliar que va a atender el domicilio y la coordinadora de zona de la empresa, para comentar los horarios, las tareas y los objetivos, porque en muchos casos se confunde la función con la de una asistenta. Ellas han observado que cada vez hay más personas que quieren quedarse en sus casas, alargándolo lo máximo posible con apoyo familiar y con este servicio, por lo que las residencias son para muchas personas «el último recurso». Hay casos, explican las trabajadoras sociales, en los que «los usuarios solicitan pocas horas y, tras ver que es tan positivo, piden más». Marta Llorente insiste en las ventajas de seguir viviendo en sus hogares y elogia la labor de las auxiliares «porque no es solo la limpieza y la atención personal, sino que se sienten acompañados y ven una cara conocida cada día». «Es un trato personal y se establecen unos vínculos muy fuertes, más allá de un trabajo, se termina siendo casi como una hija», concluye.

240 AUXILIARES

El servicio de ayuda a domicilio de la Diputación de Soria lo prestan 240 auxiliares que recorren toda la provincia, coordinadas por ocho trabajadoras sociales de los Ceas. Como novedad, se han aumentado las retribuciones salariales según el convenio colectivo, como reconocimiento a la importante labor social que realizan en una provincia con la población tan dispersa y envejecida. María Molina Rubio es una de ellas y, en cada domicilio que atiende, supone un soplo de aire fresco y acompañamiento, además de apoyo para las tareas del hogar (desde la limpieza a las compras) y el cuidado personal. «Sobre todo es compañía, estar juntos y hablar para que su día a día sea más ameno, porque hay casos en los que las personas están más solas», comenta mientras la acompañamos en su ruta por Molinos de Duero, Salduero y Covaleda, donde se desplaza cada día. Cuando los usuarios entran en el programa, la auxiliar nota un cambio, porque «tener las cosas en orden les da vida mental y físicamente»; pero también contribuye su amabilidad y buen humor, porque se vuelca con cada uno. «Este trabajo es así, es como si fueran de mi familiar. Yo quiero que tengan confianza conmigo y que se sientan a gusto», indica valorando que la gente mayor pueda estar atendida y seguir viviendo en sus hogares, «es lo mejor para ellos y hay que darles toda la ayuda posible».