Locos por los vinilos en Soria

A.P.Latorre
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El soporte musical vuelve a encandilar a los amantes de la música y recupera su sitio frente al cd

Locos por los vinilos en Soria - Foto: Eugenio Gutierrez M

El vinilo está recuperando su lugar también en Soria y está más vivo que nunca. Y es por varios motivos: la calidad del sonido, la estética, la nostalgia, el coleccionismo, el diggin’ (buscar tiendas de discos y ver lo que tienen), la vuelta a lo físico, el apoyo a la industria frente a plataformas digitales... Así lo confirma Arturo Alonso desde Discos El Rincón, Montse Martínez desde Disco Loco y el coleccionista soriano Cristofer Arribas.  

Éste último recibe a El Día de Soria en su casa para mostrarnos su rincón musical con cerca de 800 vinilos, dejando claro desde el principio que lo suyo «más que colección, es cierta afición». Le viene desde que era pequeño porque en su casa siempre se ha escuchado música (sus padres clásica y su hermano New Wave y música inglesa) y Stefan a los 14 años ya comenzó a tener sus preferencias y a asistir a conciertos. «Empiezas a gastarte tu paga o tus ahorros en CDs, por aquella época de los 90, y luego te das cuenta de que te gusta el sonido del vinilo y a comprar cada vez más...», explica subrayando respecto a los discos que antes era algo interesante por precio pero difícil conseguirlo y ahora es todo lo contrario. 

Ha tenido tres tipos de formato de música: CD, MP3 y vinilo, que es donde ha acabado y lo que más consume. Sobre gustos musicales, explica que ha seguido los pasos de su hermano y aunque el Britpop no sea muy reconocido, le pilló en su adolescencia y grupos como Blur, Suede o Radiohead «siempre han estado muy presentes». «Ahora escucho de todo, casi de todo, por épocas», concreta, como The Chemical Brothers, Nirvana, The Stone Roses, David Bowie, Placebo, The Smiths, The Cure, Fangoria... «En el confinamiento, la verdad, me ha dado mucho por cosas más oscuras», reconoce.

Locos por los vinilos en SoriaLocos por los vinilos en Soria - Foto: Eugenio Gutierrez Mlos inicios. Su primer vinilo fue el de las bandas sonoras de los dibujos animados de los 80 (Marco, Los Pitufos...), que escuchaba cuando tenía tres años y que conserva todavía, y más mayor uno de los primeros con los que se hizo fue el Achtung Baby de U2. «Te vas creando tus propias costumbres y cuando vas de a un concierto o de viaje compras alguno, en una tienda (Barcelona, Madrid, Londres...) o a la gente de Wallapop de la zona», por lo que tiene dos favoritos. Uno es un LPde 7 pulgadas de Blur, que compró en el Festival Internacional de Benicássim (FIB) por 3 euros y que ahora cuesta unos 300 euros porque la portada es de Bansky, «son casualidades»; y otro el segundo disco de Suede, Dog Man Star.

 Lo máximo que ha podido pagar por un vinilo en el mercado han sido 130-140 euros. Stefan usa mucho la plataforma Discox, donde se pueden crear perfiles con las colecciones (precio de adquisición, estado...), ver las distintas ediciones de un vinilo comercializado, cotizaciones... En esa web «se puede encontrar un disco que siempre te haya gustado» y todas las ediciones en todos los formatos de todos los países, que además se va alimentando porque la gente incorpora sus discos. «Hay gente que se centra en un grupo (The Beattles, Rolling Stones, Björk...) y quiere tenerlo todo, se gastan millonadas... O los primeros números porque están menos prensados», mientras que lo suyo es «una colección doméstica». Cree que este mercado «está a punto de saturarse...» y que la cultura del vinilo siempre se ha localizado más en Inglaterra, Japón e incluso Alemania.

«Te compras la música porque te gusta y cuando llevas unos 300 dices: ¡Ostras!», lo que aumenta el interés. Yhay gente quiere la primera edición del país del cantante o grupo, está más valorado. Este apasionado de los vinilos explica los distintos formatos que hay: los EP de 7 pulgadas, los EPy LP de 10 pulgadas, los maxi singles de 12 pulgadas y los LP de 12 pulgadas. Además, hay cajas de colección que valen más dinero, se suelen comprar más por diseño y vienen los vinilos con fotos, libros... 

Dentro del vinilo está el típico negro, «que conocemos todos» y que hace 30 años era más finito y flexible; y el que se hace ahora en gramaje de 150-180 gramos e incluso en colores. Los picture disc están dibujados, «dicen que se escuchan peor pero normalmente no los tienes para eso». Ahora se ha puesto de moda el vinilo multicolor. Stefan aconseja conservarlos con fundas internas y externas, en vertical, sin apilar...; y contar con un equipo adecuado, en el que no hay porqué gastarse una millonada, pero el plato, la aguja y el peso sobre el disco cree que es fundamental. En Youtube, apunta, actualmente hay información de todo lo relacionado con los vinilos y los equipos. 

Enchufa el suyo y comienza a hablar del sonido... «Hay un antes y un después, esto es una evolución. Lo mejor que se escucha en cuanto a calidad es lo digital, pero el vinilo suena diferente, es una cuestión personal», apunta exponiendo que hoy apenas hay diferencia entre un vinilo nuevo remasterizado y un CD. A él le ha atraído también el formato y escuchar un vinilo también le produce cierta nostalgia, pero su colección es solo de la música que le gusta. Ahora tiene menos tiempo para dedicar a esto, pero siempre encuentra momentos y la música en su casa «está puesta en todo momento» para que sus hijos empiecen a valorarla. Lo último que está escuchando en vinilo es Hinds, Belako, Columpio asesino...

la demanda. Por su parte, Arturo Alonso, al frente de Discos El Rincón desde febrero, una de las ocho que quedan en Castilla y León, destaca las ventas de vinilos, que suponen las mismas que de CD en cuanto a encargos y corresponden a The Smith, Led Zeppelin (Physical Graffiti), con una estética espectacular), Héroes del Silencio, La Polla Record (el nuevo de Revolución), Extremoduro, Kortatu, Pynk Floyd (The Wall se vende uno casi todas las semanas)... Él trabaja mucho por pedidos, de las novedades que vayan saliendo y todo lo que se quiera, y en el expositor tiene los clásicos de cualquier estilo y reediciones, porque «se están sacando muy bonitas y cuidadas». 

En la tienda se pueden encontrar vinilos muy demandados que «hay que tener siempre porque son buenos y atemporales»: Kiss, Guns’n Roses, Sex Pistols, Judas Priest, AC/DC, The Clash, Metallica, Barricada, Los Suaves, Mötley Crüe, Michael Jackson, Beattles, Oasis, Bruce Springsteen,Van Morrison, Jimmy Hendrix... «A la gente que le gusta la música le gusta tenerla en original y en cuanto a curiosidades, por ejemplo, de un disco de B. B. King del que hay solo 1.111 copias, una de ellas está en la tienda. De Bowie tiene también vinilos especiales, como el que hizo con Iggy Pop. «Lo que busco es tener de todo y que la gente pueda echar un rato aquí», comenta avanzando que está montando la web. Como anécdota, comenta que hace unos días fue una persona a buscar un disco, pero no para escucharlo, sino para decorar la habitación nueva. Arturo sí que sugiere que se pueda organizar una Feria del Visco en la plaza de San Esteban, un lugar que considera idóneo y en el que mientras también pudiera haber un concierto. Además, quiere potenciar en su tienda la música soriana.

las ferias. El Centro Comercial Camaretas venía organizando junto a la empresa Disco Loco «con gran éxito», antes de la Covid-19, la  Feria del Vinilo, que llegó a tres ediciones. Félix Sanz, el gerente del centro, recuerda que tenían gran repercusión y que acudían aficionados tanto para intercambiar como para vender. La idea es poder retomarlo en cuanto la situación mejore, confirma Sanz.

Montse Martínez, de Disco Loco, comenta que «el vinilo lleva cinco o seis años ya en auge, con un notable aumento de las ventas».Cree que hay dos motivos fundamentales. Uno es que «cuando nos vendieron el CDnos dijeron que era resistente y que nunca se rallaría, lo que ha resultado ser mentira»; y otros es «el factor romántico». Y es que en la Navidad de hace tres años el regalo estrella de Amazon fue el tocadiscos, «algo que ahora se puede encontrar a buen precio, unos 40 ó 50 euros. No hace falta tener un equipo de alta fidelidad como los de antes, que costaban unos 6.000 euros en las casas de sonido». Los tocadiscos ahora están muy cerca, a golpe de clic, «antes nos deshicimos de ellos y ahora los volvemos a comprar». En su caso, el 90% del negocio corresponde a discos de segunda mano descatalogados y el 10% restante a reediciones para poder cubrir la demanda. Los más demandados son  Abbey Road (1969) de The Beatles,  Bleach (1989) de Nirvana