El Numancia saltaba al césped de Los Pajaritos con el mismo equipo visto hace una semana en Burgos. Manix Mandiola ya lo anunciaba en la previa y el técnico rojillo confiaba en su alineación habitual con el parche de Lillo en el lateral derecho ante la baja hasta 2021 de Borja San Emeterio.

Los primeros minutos del partido llevaban la tónica habitual del Numancia, posesión, dominio y falta de remate, gol anulado incluido a Lillo por fuera de juego. Aunque los locales se encontraban también cómodos sin balón y sin pasar apuros en defensa.

Gabarre y Cotán daban las primeras ocasiones a los locales antes de llegar la cuarto de hora pero sin la contundencia necesaria para poner en apuros a Adrián Torre, el guardameta visitante. Mucho más clara fue la del tiburón en el minuto 26. El delantero se anticipaba a la defensa a la salida de un córner pero su cabezazo se marchaba lamiendo el larguero y prolongando la agonía del delantero rojillo.

NUmancia

En el minuto 32 el escualo encontró presa. Menudo manejaba en la frontal del área, atraía y soltaba a banda derecha para Lillo. El capitán centraba al primer palo y Toni Gabarre despejaba de un testarazo todos los fantasmas. El delantero adelantaba al Numancia, gol merecido en todas las perspectivas y lecturas posibles.

No bajaba el pistón el equipo rojillo que dominaba hasta el final de la primera parte. José Fran tenía, eso sí, la única ocasión con un potente disparo desde fuera del área pero demasiado centrado. El Numancia se marchaba por delante en el marcador al descanso, merecido, y con la incógnita de saber si en los segundos 45 minutos los de Manix Mandiola podrían sentenciar el partido para evitar complicaciones.

Sin control. A pesar de que nada hacía indicar que el Numancia no dominase el partido, los últimos resultados mantenían la incógnita de qué equipo se vería en el campo en la segunda parte del partido. Mandiola quería control y se decidía a dar entrada a Tamayo por un errático José Fran.

Se reiniciaba el partido con poco ritmo y un punto más de intensidad del Langreo. Si no se ha mencionado antes al conjunto asturiano la razón es obvia, apenas habían inquietado a XImo Miralles hasta esos primeros minutos de segunda parte con dos aproximaciones peligrosas en 10 minutos. Se mostraba inseguro el conjunto rojillo con la pelota fruto de los últimos resultados.

Por si habìa alguna duda de la otra cara que estaban mostrando los rojillos, Manix Mandila retiraba en el minuto 71 a Asier Benito para meter en el campo a David Castro. Ya decía el técnico que ante el Valladolid Promesas se habìa arrepentido de no hacer este tipo de cambios.

No pasaba gran cosa en el terreno de juego pero parecía más cómodo el Langreo que esperaba paciente su oportunidad mientras el Numancia se dedicaba a despejar balones y a esperar un contraataque. Manix Mandiola mientras tanto, se desgañitaba en la banda colocando a sus jugadores para evitar despistes.

A pesar de todo el Numancia no sufría y se hacía con tres puntos vitales para seguir en la lucha por las tres primeras plazas. Si los rojillos vencen al Covadonga en la última jornada de la primera vuelta estarán en la pomada por el ascenso. Pensarán en ello a partir del jueves, el miércoles el Lorca visita Los Pajaritos para la primera ronda de la Copa del Rey.