El Kuk Khmer es el deporte nacional de Camboya. Sin embargo, no ha llegado a nuestro país hasta ahora. El Mad Fight Stadiun de San Sebastián de los Reyes acogió por primera vez en el país un campeonato de esta disciplina, siendo la burgense Laura de Blas una de sus protagonistas.
La soriana lleva desde hace 12 años entrenando y compitiendo en el marco del Muay Thai. No fue hasta esta competición cuando conoció el combate camboyano. «Gracias a la expansión que se le está dando a este deporte y a las oportunidades que están empezando a brindar lo conocí. Yo no lo diferencio como otro deporte. Entreno de la misma manera. Para mí es lo mismo que el Muay Thai», señala la deportista.
En ambos combates se utilizan las ocho extremidades: piernas, rodillas, codos y puños. En Muay Thai, se puede ganar una pelea teniendo un constante control, sin necesidad de buscar continuamente el ataque. En los enfrentamientos camboyanos la dinámica es la contraria. El hecho de buscar el contacto es la base de la competición. «Priorizan buscar la guerra. La mayor puntuación la dan cuando golpeas con los codos. Justo en mi caso es algo positivo. Mi estilo es muy de ir hacia adelante y hacer mucho uso de los codos. No he tenido que forzar para adaptarme a esta modalidad», explica.
Y llegó el día de la competición. Para Laura se dieron las circunstancias idóneas. «Estaba en mi peso, que siempre es un factor de estrés determinante. A nivel mental me he visto confiada, es de lo que más orgullosa estoy. Salí con muchas ganas. Iba buscando la experiencia, la victoria era secundaria».
De Blas se veía las caras con Meg Corwell. Al apenas haber cumplido el ecuador de la contienda, su rival decidía no seguir. «Abandonó en el tercer asalto. En el primero le hice un corte con un codo en la frente. Pienso que eso le condicionó bastante», relata. Antes de su retirada, y con una noche a favor de la soriana, un desafortunado pero anecdótico incidente iba a marcar a la que sería la campeona de la noche. «Al final del segundo asalto, y justo antes de que ella dijera que no quería seguir, tuve la mala suerte de que al entrar a darle un codo me di con su frente en la nariz. Cualquiera que vea las fotos y le digan que he ganado no se lo cree», destaca entre risas.
El futuro ahora es un tanto incierto. Pero una cosa tiene clara la soriana; este combate le han dado mucha fuerza. «El siguiente paso es continuar con mi rutina y cruzar los dedos para que me salga algo pronto».