El balance de muertos a causa de un bombardeo ejecutado por el Ejército de Israel en la madrugada de este martes contra un edificio residencial en la ciudad de Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza, ha aumentado a más de 90, según las autoridades gazatíes, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), en medio de la ofensiva a gran escala lanzada durante las últimas tres semanas por las tropas israelíes contra esta zona del enclave.
La oficina de prensa de las autoridades de Gaza ha denunciado que "el Ejército de ocupación israelí ha cometido una terrible masacre al bombardear un edificio residencial", antes de afirmar que el ataque se ha saldado con al menos 93 muertos, además de decenas de heridos y más de 40 desaparecidos, por lo que no se descarta que la cifra de fallecidos aumente en las próximas horas.
Así, ha manifestado en un comunicado publicado en su cuenta en Telegram que en el edificio había "más de 200 civiles" en el momento del ataque y ha resaltado que "el Ejército de ocupación sabía que en el edificio residencial estaban decenas de civiles desplazados, la mayoría de los cuales eran niños y mujeres".
"Este nuevo crimen llega junto al plan de la ocupación israelí para colapsar el sistema sanitario en el norte de la Franja de Gaza y destruir los cuatro hospitales, que busca dejar fuera de servicio, junto a la prohibición a la entrada de medicamentos y suministros médicos", ha sostenido.
Por ello, ha pedido a la comunidad internacional que traslade "antes de que sea tarde" al norte de Gaza trabajadores médicos, ambulancias y otros vehículos y ha reiterado que debe "presionar a través de todos los medios" a las autoridades de Israel para que "pongan fin al genocidio y el derramamiento de sangre en Gaza".
Por su parte, Hamás ha publicado un comunicado en el que ha acusado a Israel de cometer "una horrible masacre" y ha subrayado que "la mayoría" de las víctimas son mujeres y niños. El grupo ha dicho que el suceso "ahonda el genocidio y la limpieza étnica cometida por la criminal entidad sionista desde hace más de un año".
Hamás ha denunciado que estos sucesos "tienen lugar ante la impotencia oficial árabe y el silencio internacional, que animan al criminal de guerra (Benjamin) Netanyahu --el primer ministro de Israel-- a continuar con sus planes de genocidio y desplazamiento del pueblo palestino".
"Recordamos nuevamente al mundo, en un momento en el que el enemigo comete otra horrible masacre contra nuestro pueblo, que el norte de la Franja de Gaza está siendo sometido a una campaña de limpieza étnica y desplazamiento sistemática, ante los ojos de todo el mundo, lo que representa un estigma y un fracaso de los organismos internacionales y de Naciones Unidas", ha subrayado.
En este sentido, Hamás ha reclamado "acciones inmediatas para detener el genocidio que está siendo perpetrado en la Franja de Gaza y el resto de territorios ocupados" y ha alertado de que "la continuación de esta guerra y estas masacres tendrán repercusiones en toda la región si no se impide que la banda terrorista sionista siga cometiendo crímenes".
El Ejército de Israel no se ha pronunciado por ahora sobre este ataque, perpetrado en medio de la nueva ofensiva terrestre lanzada hace cerca de tres semanas contra el norte de Gaza, que ha tenido su epicentro en las zonas de Beit Lahia y Yabalia y que se suma al bloqueo de la entrega de ayuda humanitaria a los civiles atrapados en la zona.
Israel desató una ofensiva contra Gaza tras ataques ejecutados el 7 de octubre de 2023 por Hamás y otras facciones palestinas, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados. Los ataques israelíes dejan ya más de 43.000 palestinos muertos, a los que se suman más de 750 fallecidos en Cisjordania y Jerusalén Este a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y los ataques perpetrados por colonos.