La recolección del cardo rojo de Ágreda este año ha arrancado con normalidad y con una previsión positiva. Las altas temperaturas y la falta de agua no han afectado a la calidad ni a la cantidad de esta hortaliza que se cultiva en los huertos árabes de la localidad moncaína desde la Edad Media. El color rojizo de sus pencas, su cultivo bajo pirámides de tierra y la posibilidad de consumirlo crudo hacen de este producto el más singular de la comarca, y ahora que una empresa local se ha decidido a envasarlo en una atmósfera controlada para comercializarlo más allá de las fronteras sorianas, es momento de pensar aun más en el potencial económico de este producto. "El momento de pensar en euna IGP o una marca de garantía o Denominación de Origen llegará si esta prueba de comercialización funciona, porque será entonces cuando el producto sea mucho más conocido y consumido", ha explicado hoy el alcalde de Ágreda, Jesús Manuel Alonso, en las Jornadas del Cardo Rojo de Ágreda.
Para contribuir a la difusión de este producto, una de las actividades que se han desarrollado ha sido la conferencia del historiador Álvaro López, sobre gastronomía sefardí y el empleo del cardo en las recetas medievales judías. "Empleaban el cardo para hacer jamín, una especie de potaje con garbanzos, especias o huevo", ha detallado. "Sabemos que lo empleaban gracias al estudio de las denuncias inquisitoriales", ha detallado este experto, que ha conseguido recopilar hasta 60 recetas sefardíes.