'Ibérica pura', indumentaria en diez áreas

A.P.L.
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Un millar de piezas conforman esta muestra del vestir popular en las serranías de las provincias ibéricas con la participación de más de 250 personas

‘Ibérica pura’, indumentaria en diez áreas - Foto: E.G.M

El Museo del Traje Popular Soriano acoge desde este sábado la exposición Ibérica Pura. Indumentaria de las serranías silentes, que reúne una selección de piezas de vestimenta antigua de las diez provincias que comprende esta zona: Burgos,Castellón, Cuenca, Guadalajara, La Rioja, Soria, Teruel, Tarragona, Valencia y Zaragoza. Ha sido más de un año de trabajo, aunque sus responsables llevan más de 20 de investigación, para poder establecer y mostrar «las ligazones e interdependencias culturales que se dieron en estas serranías, hoy prácticamente despobladas, a través de los modos de vestir tradicionales». Igualmente, han colaborado más de 250 personas y se muestran más de un millar de piezas originales y 'testigo' (no reproducciones ni reconstrucciones), tras una rigurosa investigación y un proceso de trazabilidad. Además, los investigadores llevan 20 años trabajando en el terreno.

Enrique Borobio, comisario de la muestra junto a Marcos León, explica que la idea surge en un año clave para la investigación del traje popular, ya que se cumple el centenario de la primera gran exposición que se organizó en Madrid y en la que «Soria tuvo un protagonismo bastante importante», con la participación de figuras como José Tudela y Blas Taracena, que recopilaron las piezas que se enviaron y de las que algunas pueden volver a verse, precisamente, en esta muestra enSoria. Entre ellas, algunos elementos de los trajes de Villaciervos y Fuencaliente.

un lugar «icónico». La muestra se ha orientado a la Serranía Ibérica porque «es como el corazón de España, donde nacen los grandes ríos que vertebran la geografía nacional (Ebro, Duero, Tajo, Turia y Júcar); y queríamos centrarnos en este territorio al coincidir con el aniversario de la primera exposición nacional del traje tradicional». Además, indica que el vestir antiguo se denominaba vestirse de serrano o serrana; y «la sierra es un lugar icónico donde se ha conservado la indumentaria tradicional». «El traje tradicional de Soria es un traje ibérico, el de piñorra de Vinuesa», incide Borobio.

En cuanto a las piezas de Soria, podrá verse un traje de piñorra como símbolo de la provincia, «que va a llamar mucho la atención» y cedido por la familia Muñoz Monge, de Vinuesa. Igualmente, se mostrarán trajes de Fuencaliente del Burgo y Fuentearmegil; masculino y femenino de Cotorredondo; de pastor de El Valle del Razón, de Villar del Ala y Aldehuela del Rincón; y de Ólvega y el Moncayo, «como elemento importante en el Sistema Ibérico y la provincia». Se suman otras piezas sueltas de bastantes pueblos de la provincia: Rebollar, en El Valle; San Andrés de Soria, Narros, Trébago, Utrilla, Yelo, Bordejé, Ciadueña... «Algunas forman parte de los fondos del museo y otras han sido cedidas para la exposición», concreta el investigador etnográfico. Hay 50 maniquíes completos, de los que seis son de Soria. Pero en la muestra están mezclados los de todas las zonas, «agrupados por modas arcaicas, por similitudes y por diferencias para que los visitantes lo puedan observar». Entre las similitudes, hacen referencia al corte de las piezas que siguen una moda común en todo el territorio peninsular.

Marcos León, uno de los grandes investigadores en la actualidad, explica que el discurso museográfico no responde a una perspectiva temporal, algo que es muy relativo porque en muchos casos se trata de «pervivencias». «Pero sí que hemos intentando aunar los dos criterios, el cronológico y el tipológico», apunta señalando a que en el caso de la vestimenta masculina se va a ver primero un hombre de zaragüelles, «de raigambre morisca y que se llevan empleando mucho tiempo»; y, por último, un traje más moderno con pantalón y blusa. Lo mismo con las mujeres. «Es imposible cubrir todo territorio, pero sí que todas las tipologías estén representadas. Eso no quiere decir que cada traje que esté localizado en un sitio sea una moda exclusiva de ese lugar, pero sí que represente algo extendido por todo el Sistema Ibérico pero aquí sirve de ejemplo», apunta el experto subrayando que eso se va a «aclarar» en el catálogo-libro con textos que lo argumentan. 

Además, se han escogido unas tipologías de prendas que se vieran en todo el territorio y que se pudieran comparar. En prendas femeninas son los pañuelos blancos, las sayas bordadas y las sayas decoradas con picado o recortado; y en masculinas, los abrigos de campo (mantas, anguarinas, capotes, capas...) y, como algo más moderno, las blusas, que adquiere un color local por la ornamentación. «A finales del siglo XIX los productos de mercería se diversifican y se ponen a disposición de todas las economías, era más barato comprar cintas y abalorios», explica este comisario de la muestra, haciendo referencia a que las blusas, sobre todo las de los mozos, las cuajan de ornamentación, «nos sorprendería lo atrevidos que eran y que salieran a la plaza como faisanes, ahora somos mucho más en ese sentido». En un primer momento se optó también por el mundo del calzado, pero es tan complejo, tan rico y con tanta artesanía que se pensó en hacer en un futuro una exposición exclusiva.

proyecto coral. En el montaje de esta muestra impulsada por los dos investigadores que la coordinan, han participado equipos de trabajo de varias zonas, como la asociación 'Con las alforjas al hombro', de Burgos; el Museo de Teruel y los investigadores locales Jorge Lanzuela y Lucas Ramón; 'Cantares Viejos', de Valencia; Miquel Ángel Flores i Abad, de Tarragona; Joan Vicent Pérez, de Castellón; y la Diputación de Soria y el Museo del Traje Popular de Morón de Almazán. Del contenido de La Rioja se han encargado también Enrique Borobio, quien destaca que es la primera vez que se exponen algunas de las piezas; y el de Guadalajara y Cuenca lo ha recopilado Marcos León. De Zaragoza se han ocupado también los comisarios, con aportaciones de vecinos de varios pueblos y Pilar Berná escribirá el contenido de esta provincia en el catálogo. Es un «proyecto coral» y de equipo en el que todos los participantes se han volcado. «Había territorios como Valencia que lo tenían más trabajado, con muchas exposiciones y publicaciones, pero de Cuenca y Guadalajara nunca se había realizado un trabajo sistemático, ni siquiera de La Rioja. 

Los representantes de la Asociación Cantares Viejos, que están montando los trajes de su zona cuando El Día de Soria visita el centro, explican que cuando se compara la indumentaria con otra zona se pueden observar las similitudes y diferencias, «es lo interesante de este tipo de proyectos para buscar lo común y la moda que se compartía pero, a la vez, para darle importancia a lo local y lo comarcal». En la zona de Valencia también se emplean tejidos distintos, «hay zonas con más seda, como la serranía, porque se criaban gusanos gracias al clima; pero en nuestra zona de Requena, aunque había fábricas de seda para vender, se criaba más ganado lanar y hay muchas prendas de lana, como sayas, jubones...». 

En su caso, han seleccionado prendas que pertenecen a la clase popular, explican mientras visten a un maniquí como una mujer de Tuéjar del último tercio del siglo XIX, ya que han intentado traer conjuntos de cada pueblo, con vestimenta, calzado, joyas, ropa interior... También se pone en valor el peinado de tres moños de caracoles, como el que luego se instauró en el traje de fallera, pero su origen viene de la época romántica en el reinado de Isabel II. También han traído como pieza «muy característica» los zaragüelles, que son calzones de lienzo de un metro de vuelo fruncido que llevaban los labradores, también con camisa de lienzo. 

fondo documental. En el catálogo se podrá ver el proceso de despiece de cada conjunto, «un trabajo extra» de la exposición para dar a conocer piezas interiores que no se ven. «Al final, es lo que queda, porque la exposición hay un momento en el que hay que cerrarla y devolver las piezas, pero el libro, con todo el estudio aparejado, queda para siempre y es mucho más que un catálogo», indican los comisarios, que están todavía preparándolo para que se distribuya «lo antes posible». Así, quedará plasmado lo que se ve en la exposición pero también se convertirá en un fondo documental para posteriores estudios. Cada pieza está documentada en cuanto a uso original y procedencia, «la justificación y argumentación se verá en el libro». Han sido muy rigurosos en la selección.

La muestra se inaugura el sábado 29 de marzo a las 12.30 horas en el Museo del Traje Popular Soriano de Morón de Almazán. «Además del equipo, van a venir personas de todo este territorio que han depositado trajes», comentan los comisarios.

En las cartelas de la exposición se informará de las localidades y las provincias, «para que estén localizadas y vayan dialogando unas piezas con otras». El guía y las audioguías orientaran en la visita a la muestra.