Silencio o largas. Esta es la tónica habitual en las respuestas que ha encontrado la Junta de Castilla y León a las trece peticiones al Gobierno de España para que el presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, se reúna con ministros del Gabinete de Pedro Sánchez. De trece, solo una ha sido posible. A fecha de hoy, hasta seis responsables ministeriales han dado la callada por respuesta a las solicitudes del Ejecutivo autonómico para concertar reuniones con la máxima autoridad de Castilla y León y otros seis han optado por el típico 'pelotazo y a seguir'. Esto es, respuesta a la comunicación de la Junta, pero sin aportar una fecha en la que materializar el encuentro.
Por el momento solo uno de los 22 responsables ministeriales que participan en el Consejo de Ministros se ha reunido con el presidente de la Junta. Fue Pilar Alegría, titular de la cartera de Educación, Formación Profesional y Deportes, que a mediados de enero se entrevistó con el mandatario autonómico apenas un mes después de que Castilla y León triunfara en el último Informe PISA. Del resto de ministerios, silencio o largas. Ni el titular de Política Territorial y responsable de encauzar las relaciones bilaterales entre el Gobierno y las autonomías, Ángel Víctor Torres, –ahora ariete de Sánchez contra la proposición de ley de Concordia de Castilla y León– ha concertado un encuentro con el Ejecutivo regional.
Ni contestación
Sin respuesta siquiera desde el Gobierno central siguen las reuniones solicitadas desde la Junta a María Jesús Montero, vicepresidenta 4ª y ministra de Hacienda; Jordi Hereu, ministro de Industria y Turismo; Luis Planas, ministro de Agricultura; José Luis Escrivá, ministro de Transformación Digital; y Diana Morant, ministra de Ciencia, Innovación y Universidades. Tampoco atendió a la solicitud Nadia Calviño mientras estuvo en el Gabinete como vicepresidenta 1ª y ministra de Economía, Comercio y Empleo hasta el 29 de diciembre pasado, antes de dar el salto a la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Estos seis ministerios que no responden, sobre los que orbitan asuntos capitales para Castilla y León, gestionaron en 2023 más de 55.000 millones de euros del presupuesto del Estado.
El propio Fernández Mañueco reclamaba estos días a La Moncloa acelerar encuentros bilaterales con los diferentes ministros de Sánchez. «Yo estoy dispuesto a hablar con el Gobierno de España», manifestaba el martes antes de entrar en la sede de Génova a la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP. Le acababan de preguntar los periodistas por la petición de diálogo que formuló el día anterior el ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, tras la presentación de la proposición de ley de Concordia de PP y Vox en las Cortes de Castilla y León, que el Gobierno amenaza con llevar al Constitucional. Y su respuesta fue clara: «Me gustaría hablar con tantos ministros que no quieren recibir al presidente de Castilla y León... Pero no me ofenden a mí, ofenden a Castilla y León», apuntilló.
Respuestas sin fecha
Respondidas, pero con pocos avances, están las peticiones realizadas a Margarita Robles, ministra de Defensa; Óscar Puente, ministro de Transportes; Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda y Agenda Urbana; Ernest Urtasun Domènech, ministro de Cultura; Mónica García, ministra de Sanidad; y Teresa Ribera, vicepresidenta 3ª y ministra de Transición Ecológica, con la que precisamente ayer Fernández Mañueco tuvo un 'enganchón' en redes sociales.
A los nueve ministros restantes, la Junta les ha remitido también varias cartas –aunque sin reclamar una reunión expresa del presidente– en las que se les exponen asuntos de su competencia que son de acuciante urgencia en la Comunidad, con el fin de establecer los contactos necesarios con el Ejecutivo regional para atender estas necesidades pendientes.
La postura de los ministros desde sus respectivas toma de posesión no dista mucho de la mostrada por el propio Pedro Sánchez con el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. Una única reunión bilateral han mantenido ambos mandatarios en La Moncloa desde que Fernández Mañueco llegó a la presidencia de la Junta de Castilla y León en 2019, más allá de los encuentros en los actos en que coinciden en la Comunidad.
Choque en redes con Teresa Ribera
Una falta de reuniones entre el Gobierno de España y la Junta de Castilla y León que ayer motivó un intenso cruce de mensajes en redes sociales entre Teresa Ribera, vicepresidenta 3ª y ministra de Transición Ecológica, y el presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco. Todo después de que la ministra acusase al presidente de «cancelar dos reuniones ya fijadas» en tres meses y «declinar» la invitación de la ministra para una inauguración en Ponferrada la conferencia de centros de innovación territorial frente a la despoblación.
Un mensaje que el mandatario autonómico desmintió y reprochó que él «no» ha cancelado ninguna reunión y sigue «esperando una respuesta al encuentro que propusimos para febrero». Además, argumenta que su ausencia en el acto de Ponferrada se debió a que «la invitación a esas jornadas llegó con tan solo tres días de antelación, lo que imposibilitó mi presencia en el acto por motivos de agenda». El mensaje del presidente de la Junta concluía asegurando que ha dado «instrucciones» para que su equipo «se ponga en contacto» con el de la vicepresidenta 3ª y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico «y fijen una reunión a la mayor brevedad».