Las autoridades policiales de Moldavia han informado de que Rusia habría gastado más de 36 millones de euros en sobornos para interferir en el referéndum constitucional del pasado domingo, en el que la población debía ratificar un cambio en la Carta Magna para incluir la posible adhesión a la Unión Europea.
Así lo ha manifestado el jefe de la Inspección General de Policía, Viorel Cerautanu, quien ha detallado que esta trama comenzó a operar a finales de primavera, pero que en la previa de las elecciones intensificó el número de transferencias. Solo en octubre se transfirieron más de 22 millones de euros.
"Es importante que todos nuestros ciudadanos comprendan que están siendo arrastrados a un plan ilegal", ha señalado Cerautanu, que señala directamente al opositor prorruso Ilan Shor como responsable de la trama, que operaría a través del banco ruso Promsvyazbank y canales de la red social Telegram.
Hasta la fecha, las autoridades moldavas han localizado ya a más de medio millar de involucrados en esta supuesta trama de soborno a votantes. Los culpables podrían enfrentarse a penas de hasta tres años de prisión o una cuantiosa multa, según informaciones del portal de noticias Newsmaker.
Esta consulta popular, celebrada a la par que unas elecciones presidenciales, concluyó con un 50,4 por ciento de apoyos para la reforma constitucional con vistas al ingreso a la UE, frente al 49,5 por ciento que ha abogado por no sacar adelante las enmiendas. La presidenta del país, Maia Sandu, ha denunciado injerencia rusa.