Victoria Lafora

Victoria Lafora


Tiempos convulsos

12/11/2023

La investidura de Pedro Sánchez no va a servir para frenar el clima de malestar político que estamos viviendo: la percepción social es que se trata de lograr un Gobierno a cambio de ceder en el respeto a la Constitución. Si a eso se le suma las desafortunadas, por no decir necias, declaraciones que, sin pudor ni rubor, vierten unos y otros, es previsible temer la llegada de tiempos convulsos.

La legislatura no solo no está garantizada, como pretenden hacer creer los voceros de Moncloa, sino que cada proyecto, cada reforma y cada ley habrá de negociarse hasta el último minuto. El aspirante a seguir de presidente no se ha parado a pensar lo que le espera. Y eso que es un especialista en el arte de posponer las exigencias ajenas. Ya, desde el PSOE, empiezan a filtrar que las concesiones al independentismo "necesitarán su tiempo y sus plazos", insinuando que algunas de ellas dormirán el sueño de los justos.

Es de esperar que así sea en el caso de los supuestos "abusos judiciales por causas políticas", estratagema ideada por Puigdemont para salvar la cara, la honra y evitar la entrada en prisión de su "incondicional" abogado, Gonzalo Boye, quien, además de luchar por el 'procés', se dedicaba, según la acusación que se juzgará en la Audiencia Nacional, a blanquear dinero del narcotráfico de la red de Sito Miñanco. O para evitar la cárcel a la ex presidenta del Parlament, Laura Borrás, condenada por prevaricación al fraccionar contratos para favorecer a un amigo.

Son tan vergonzosos ambos casos, y tan alejados del relato catastrofista de la persecución del Estado a Cataluña, que se comprende la airada respuesta de asociaciones de jueces y fiscales.

La dificultad de gobernar de Pedro Sánchez se va a ver también agravada por los procesos electorales en País Vasco y Cataluña, a la vuelta de la esquina, que van a obligar al PNV, si quiere evitar el sorpasso de Batasuna, a ser especialmente exigente con las cesiones firmadas del traspaso de la caja de la Seguridad Social, por ejemplo. Y qué decir del campeonato entre Junts y ERC por presidir la Generalitat. Ninguno va a renunciar a lo conseguido en su eficaz chantaje.

Parece que el proyecto de ley de la amnistía se quiere presentar este mismo lunes en el Congreso y, a continuación, convocar la sesión de investidura para el miércoles quince y el jueves dieciséis. Hasta entonces el resto de los poderes del Estado, incluido el pueblo llano, seguiremos sin saber si el perdón y el olvido se ajustan a la Carta Magna.

Frente a las intrascendentes, agresivas, e incluso falsas, declaraciones de los líderes políticos que nos han tocado en suerte, sería de utilidad pública dar mayor difusión al detallado y lúcido razonamiento de Felipe González sobre los riesgos de la amnistía y los tiempos convulsos que esperan a nuestro país. Eso sí que es política.