A.P.L./ soria
Es la primera hermana mayor de las cofradías de Semana Santa de la ciudad y del Santo Entierro de Cristo, la más antigua y la única que fue exclusivamente masculina desde su fundación en 1887 hasta 1998. Yolanda Marina, que toma el testigo de José Antonio Pérez, de quien ha aprendido estos últimos años, apunta los principales retos en este representativo mandato en el que abrirá el camino, al tiempo que reflexiona sobre la evolución y el horizonte de esta celebración religiosa.«Espero estar a la altura de mi predecesor y voy a intentar, si se puede, aportar novedades», expresa esperanzada y haciendo un llamamiento a la incorporación de cofrades de mediana edad.
Tras la junta directiva del Santo Entierro el cuatro de abril se convierte en la primera hermana mayor de esa cofradía y de las ocho de Soria capital. ¿Qué supone esto para la proyección de la mujer en esta celebración religiosa?
"Es un orgullo dirigir una cofradía histórica"Creo que implica abrir el camino a nuevas generaciones de mujeres cofrades. Para mí es un orgullo, a la vez un reto, que asumo con gran responsabilidad porque supone dirigir una cofradía histórica. Creo que las reacciones a mi nombramiento están siendo muy positivas, desde otras cofradías también me están animando y felicitando. A nivel interno, intentaré estar a la altura y seguir la misma dinámica que José Antonio Pérez, mi predecesor en el cargo, así como introducir novedades en las que ya estamos trabajando.
Tras la incorporación de las mujeres a la hermandad, ¿cuándo decidió inscribirse? ¿Tenía ya una vinculación personal y familiar con ella?
Aunque en los primeros años, de 1887 a 1925, había hermanas cooperativas, se admitieron mujeres oficialmente en 1998 -no en la primera votación- con una veintena ya en este primer año hasta llegar en la actualidad a un tercio de los 241 miembros y los 160 cofrades que procesionan. Y cada año son más las mujeres que alzan los pasos, unas 15 en estos momentos. Yo salí por primera vez en 2001 y desde entonces formo parte de la banda de tambores, tocando el timbal. Portar a hombros los pasos del Santo Sepulcro y el Lignum Crucis es la espinita que tengo clavada...
La relación es por mi padre, Flaminio Marina, que empezó desde muy joven en el Santo Entierro y hoy, a sus 81 años, sigue procesionando, aunque echa de menos portar los pasos porque es algo que llena mucho. Él se incorporó porque, tras llegar del pueblo, Quintana Redonda, a la ciudad, vivían cerca de la Concatedral de San Pedro. Ahora, que sea la hermana mayor, le hace feliz y para él es un motivo de orgullo porque supone recoger la semilla que ha plantado. Yo desde pequeña le he visto vestirse, me probaba el hábito y desfilaba. Hacía mi procesión particular en casa porque no me podía vestir... También recuerdo que acudíamos a la misa el domingo y el jueves, por lo que también las mujeres participábamos desde entonces en muchos de los actos. Más tarde, yo sentía que tenía que pertenecer a la cofradía.
Ha estado varios años en la junta directiva y en diversos cargos. ¿Con qué equipo va a contar ahora y qué cifras registra la cofradía en la actualidad?
En 2015 me llamó José Antonio para ver si quería ser la hermana tesorera y, sin dudarlo, acepté. He aprendido mucho de él durante todos estos años, que la Semana Santa de Soria es sobria y austera y que hay que celebrarla con rigor. Sí que es la cofradía más antigua y comparte la procesión del Viernes Santo con el resto, que nos acompañan y arropan, lo que es un orgullo y un honor, pero la idea es que la celebración debe considerarse en su conjunto. En la nueva junta directiva, la secretaria es Inmaculada Díaz y el tesorero Félix Valverde. Hay ocho vocales y tres de ellos son mujeres, pero en cargos oficiales tenemos más peso. Ahora somos 241 cofrades y desfilan en torno a 160, ya que el resto son miembros cooperativos. En la banda de tambores y timbales hay 26 componentes y en 2025 ha crecido mucho, porque se han incorporado siete personas, cuatro niños y tres adultos. El hábito oficial es sin capuchón, pero en su día la cofradía permitió llevarlo a la banda y a los penitentes descalzos, por cuestión de privacidad.
Como cofrade del Santo Entierro, ¿qué momento destaca de la Semana Santa?
Para mí, el momento más especial es el Viernes Santo, cuando el Santo Sepulcro encara la puerta de San Pedro y la Banda Municipal de Música empieza a tocar el himno nacional. Es un instante que no se puede expresar lo que se vive, se ponen los pelos de punta, un nudo en el estómago...
¿Cómo se organizan los turnos para soportar el peso de los pasos titulares? ¿Hay problemas para encontrar alzadores en determinados tramos?
El Lignum Crucis [la reliquia de un fragmento de la Cruz de Cristo] se lleva entre 16 personas -antes eran 12- y cada una soporta un peso de 28-29 kilos. El Santo Sepulcro también es portado por 16 cofrades, cada uno con un peso sobre sus hombros de 32 kilos. Suele haber dos turnos y los tramos más complicados son las cuestas, como la calle Real, por el pavimento, y la entrada en la calle Mayor. Cada año la Junta General de Cofradías realiza un repaso al recorrido de todas las procesiones y se avisa al ayuntamiento de los puntos con más dificultad o con desperfectos para que se puedan hacer mejoras en cuanto a cables eléctricos, contenedores, losas levantadas, jardineras, terrazas... La gente que alza no necesita recomendaciones ni ensaya, se aprende en vivo y en directo, como desde los orígenes. Yuna de las cosas que ha logrado José Antonio Pérez es que la gente comience y termine la procesión.
Coincido con él en que el problema principal de la cofradía es que hay una media de edad muy alta y ahora tenemos muchos jóvenes y mucha gente mayor, pero necesitamos personas de una edad intermedia, los que se precisan para llevar los pasos. Eso sí, tenemos hasta tres generaciones de cofrades, abuelos, hijos y nietos, lo que es una muestra de la importante vinculación y la tradición familiar en la Cofradía del Santo Entierro.
Puede aprovechar para hacer un llamamiento para captar a gente de mediana edad...
Sí, lo hacemos, porque la Semana Santa de Soria cobra cada vez más importancia y las cofradías tienden a crecer. Así que necesitamos gente de mediana edad, aunque sabemos que no todo el mundo está dispuesto a hacer el sacrificio que supone. Las generaciones de antes con 15-16 años comenzaban a portar el paso pero ahora esperan a los 18-20 años, también es verdad que estaban acostumbrados a trabajar más y a otro ritmo. Por otro lado, tenemos gente alzando que pasa de 70. Pero entrando gente joven te aseguras unos cuantos años de alivio. Por otro lado, la cuota se mantiene en 15 euros anuales.
¿Qué novedades se han incorporado en estos últimos años en los que ha ejercido secretaria?
En el funcionamiento interno de la cofradía nada, pero este año estrenamos una sábana que va sobre el colchón del Santo Sepulcro. No hemos podido restaurar la que había, que era muy antigua, y una persona, a través de una cofrade del Santo Entierro, ha confeccionado una nueva pieza durante más de un año de trabajo, con bordados y ganchillo. Mide 1,80 por 75 centímetros. Ha quedado preciosa. Así que este año salimos con esa novedad.
¿Cómo son los trabajos previos a la procesión del Viernes Santo para preparar los dos pasos titulares?
Acudimos un grupo de cofrades a montar y limpiar los pasos del Santo Sepulcro y el Lignum Crucis las mañanas de jueves y viernes, respectivamente, así como a adornarlos con flores.
¿En qué otras actividades se organizan desde esta agrupación religiosa a lo largo del año?
Participamos en los encuentros que organizan la Delegación de Cofradías del Obispado de Osma-Soria y la Junta General de Cofradías de Soria.En Semana Santa, además de los actos litúrgicos, se celebra la misa por los cofrades difuntos. Ycada año, en Navidad, nos reunimos en una comida. Pero desde la pandemia no hemos retomado las excursiones que se programaban anteriormente.
¿Cómo valora el trabajo que se realiza para lograr la Declaración de Interés Turístico Nacional para la Semana Santa de Soria?
Como mi predecesor, en el punto en el que está ahora mismo la Semana Santa de Soria creo que es algo totalmente posible. De hecho, ya hemos empezado a trabajar desde las cofradías y va viento en popa con un aumento de la aportación del Ayuntamiento de Soria. El problema es que en Castilla y León hay celebraciones ya consideradas a nivel internacional y Soria es la única sin la declaración nacional, pero a corto plazo creo que se va a conseguir, en cuatro o cinco años. Ha habido continuas mejoras para crecer, como la procesión del Encuentro el Domingo de Resurrección, la del Cristo de la Cena y las dos de Vísperas el Viernes de Dolores desde el Mirón y el Sábado Santo desde los Franciscanos. Lo más relevante es que la Semana Santa de Soria sigue una cronología desde el primer momento, es lo que la caracteriza, lo que tuvo mucho peso para la Declaración de Interés Turístico de Castilla yLeón; así como completar la Semana Santa, que antes terminaba el Viernes Santo con la procesión general delSanto Entierro. Yo creo que subir de nivel podría animar a nuevas incorporaciones en cofradías, aunque es verdad que va por años.