El Real Madrid trasladó a LaLiga, en la que solo había encajado 11 goles en 19 partidos hasta el pasado domingo, la inestabilidad defensiva que ha mostrado en los torneos coperos, con el regreso a la titularidad de Kepa Arrizabalaga, que encajó dos tantos en dos remates a puerta y un tercero anulado por el colegiado, sin realizar una parada y con síntomas de nerviosismo.
A los 38 segundos, el vasco ya vio el balón dentro de su portería. No podía tener un reencuentro más crudo con la titularidad y el Santiago Bernabéu, donde no jugaba desde el 5 de noviembre, en otro empate, aquel día dejando su puerta a cero, ante el Rayo Vallecano.
Ni la diana tempranera ni la falta de actitud de sus compañeros le ayudaron. El bloque merengue firmó su peor primera parte de la campaña, con claros síntomas de cansancio. Un bloque sin ritmo, que jugó andando y no disparó al arco de su rival.
Con ese escenario, con un conjunto que no presionó y que hizo aguas en defensa, Kepa fue víctima de dos graves errores del capitán, Nacho Fernández. El primero, a los 30 segundos, en un mal pase a Ferland Mendy que provocó una pérdida que pilló descolocada a la zaga para el tanto por bajo de Ramazani. El arquero llegó a acariciar el balón sin impedir que entrase a su portería. Y el segundo, a los 43 minutos, cuando Nacho dejó muerto el cuero tras un mal despeje, que aprovechó Edgar con un zurdazo durísimo ante el que nada pudo hacer el meta. El colista asaltaba el Bernabéu y el cancerbero, cariacontecido, nada podía hacer para sumar puntos a su favor en el pulso que mantiene con Andriy Lunin.
Mal momento
El Real Madrid ha encajado 10 tantos en sus cuatro últimos duelos. Recibió tres del Atlético en la semifinal de la Supercopa de España y cuatro en el Metropolitano en los octavos de Copa. Uno del Barcelona en la final del título conquistado y dos del Almería.
Enlaza el equipo de Ancelotti cinco choques sin dejar la portería a cero cuando lo había hecho en 10 jornadas de 19 en LaLiga. Su nueva apuesta por la alternancia de porteros no ha funcionado, aunque el italiano la mantiene y recordó el buen resultado que le dio con Íker Casillas y Diego López en su primera etapa en el banquillo merengue.
Vio contra el Almería a Kepa nervioso, sin hacer una parada, encajando incluso un tercer tanto que el colegiado anuló tras la indicación desde el VAR de una falta sobre Bellingham.
Y acabó escuchando algún silbido el vasco de la grada. Después de haber sido aplaudido en el minuto 80 en una salida, en el 93 iniciaba jugada con un balón a la grada que fue castigado por un público posicionado a favor de Lunin.