«Yo no era una persona con enormes convicciones regionalistas, pero durante mi trabajo he desarrollado un sentimiento de Comunidad. Ese sentimiento sí existe». El expresidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, reapareció ayer durante la presentación del libro 'Castilla y León: 40 años de autonomía' para hacer un llamamiento a los «responsables políticos del momento presente» para «reconstruir puentes» con «responsabilidad y lealtad» para abordar las «reformas imprescindibles», y ha defendido que no se «endose a las autonomías los problemas y desequilibrios que tiene hoy España». Herrera, que intervino en la mesa redonda 'Construir la autonomía: el Estatuto', moderada por la expresidenta del Consultivo, María José Salgueiro, en la que también intervinieron el expresidente de la Junta Demetrio Madrid (que ostentó el cargo entre 1983 y 1986), y el exlíder socialista Jesús Quijano, ensalzó «todo lo positivo» que han tenido los 40 años de autonomía «para Castilla y León el conjunto de las comunidades españolas, un tiempo que, a su juicio, «no puede disociarse de lo que, cuando la Constitución va a volver a cumplir 46 años, es un tiempo feliz para el devenir de la convivencia entre los españoles».
Otra de las cuestiones que destacó fue el vínculo entre autonomía y estado de bienestar, aspecto en el que subrayó que, por ello, siempre defendió que ahí está «el autonomismo útil», el «basado en la capacidad de servir, de prestar servicios, de otorgar cercanía y proximidad de carácter político», lo que antepone a los «títulos y signos diferenciales», que, no obstante, ha secundado «proteger», y los cuales «no son exclusivos de nadie, como pretenden algunos nacionalismos», según informa Ical.
A su juicio, «lo mejor para Castilla y León y para España está por venir», si bien para ello realizó un «llamamiento a los responsables políticos actuales», instándoles a «reconstruir puentes». «Hay que hablar mucho más de puentes que de muros. Debemos ser más conscientes de la importancia de lo que nos une que de los que nos separa, para afrontar las reformas imprescindibles y necesarias».
40 años de transformación
El encargado de abrir la mesa fue Demetrio Madrid, primer presidente de la Junta de Castilla y León, que explicó que «la transformación de la autonomía ha sido de tal intensidad que es muy difícil imaginar cuál ha sido el proceso en parejo con la realidad de España, nuestro país». «Queríamos vivir y construir un país nuevo, diferente, democrático, un Estado moderno, europeo en definitiva. Eso vino a dar respuesta a la Constitución de 1978, de la cual dimana el conjunto de todos estos deseos y sentimientos perentorios». Por su parte, el exlíder socialista en la Comunidad Jesús Quijano pidió «tender puentes y eliminar trincheras» como leitmotiv principal de la actividad política. En su aportación al libro desgranó cómo fue el «dificultoso» proceso «hasta el alumbramiento», desde los momentos iniciales, con dos partidos principales, UCD, mayoritario entonces, que «entró en el proceso con enormes inseguridades» mientras afrontaba el inicio de su «declive», y el PSOE.
El presidente del Consejo Consultivo de Castilla y León, Agustín Sánchez de Vega, reivindicó por su parte el «ejemplo de lealtad, tranquilidad y calma» que supone la autonomía de la Comunidad frente a la «confrontación» y la búsqueda de «disgregaciones» de otros territorios.