Interior crea un protocolo para víctimas de malos tratos

EFE
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El Gobierno elabora un documento para la atención a la mujer que denuncia en el que insta a los cuerpos policiales a escuchar a la afectada desde el respeto y en un clima de confianza

El interrogatorio del juez del ‘caso Errejón’ a Elisa Mouliaá generó la semana pasada un aluvión de críticas. - Foto: C. Ordóñez (E. Press)

Escuchar sin interrumpir, no emitir juicios ni valoraciones, crear un clima cálido y de confianza, respetar los silencios o evitar la revictimización. Son algunas de las claves que ha diseñado el Ministerio del Interior para que el personal policial sepa cómo tratar y entrevistar a las víctimas de violencia machista.

En su nuevo «protocolo para la valoración y gestión policial del nivel de riesgo de violencia de género y seguimiento de los casos a través del sistema VioGén 2», el Gobierno incorpora unas «consideraciones generales en la atención» a las afectadas. El buen trato y el respeto a la mujer, tan demandados en la semana en la que ha sido profundamente criticada la actuación judicial durante la declaración de Elisa Mouliaá en su denuncia por presunta agresión sexual al exdiputado de Sumar Íñigo Errejón, cimentan el documento elaborado por la Secretaría de Estado de Seguridad.

«El personal policial debe ser capaz de crear un clima cálido y de confianza que facilite la recogida de información, evite la revictimización y ayude a crear una relación adecuada entre la víctima y el sistema policial. Todo ello contribuirá a una intervención más eficaz», señala este manual, que enfatiza que el objetivo es garantizar «la protección y el bienestar» de la víctima.

«Durante el proceso de denuncia y la evaluación del riesgo, es común que las víctimas estén bloqueadas, confundidas e incluso que expresen comportamientos incongruentes con su situación (justificar al agresor, minimizar su daño e incluso culpabilizarse de la violencia que sufren)», alerta el documento de Interior.

El establecimiento de una buena comunicación y una óptima relación con los cuerpos policiales resulta imprescindible para que la mujer que ha sufrido malos tratos dé el paso de poner una denuncia y se implique en las medidas de protección. Además, explicar a las víctimas de una manera comprensible el riesgo al que están expuestas es clave para garantizar su seguridad y la de sus hijos e hijas, detalla el documento.

Asimismo, hace hincapié en la necesidad de que el personal implicado en el caso derive a las afectadas a recursos especializados para que «se inicie el acompañamiento en el complejo proceso de romper con la relación abusiva» y recuperarse. Se deben tener en cuenta, incide el informe, cuestiones como posibles problemas de adicciones, situaciones de migración o aislamiento extremo o vulnerabilidad económica, o concurrencia de discapacidad para orientar a las víctimas a los recursos adecuados y abordar la comunicación con ellas de forma efectiva.