Llevan menos de 24 horas pero lo visto, ahora, es un escenario «desolador y desgarrador» por que los daños causados por la DANA en la Comunidad Valenciana son incontables y, sobre todo, se han cebado con una gran extensión de terreno. Lo explica Cristina Zaballos, que es la coordinador del Puesto de Mando Avanzado del operativo de la Agencia de Protección Civil y Emergencias de la Junta de Castilla y León que ya trabaja en la localidad Aldaia, con labores centradas en el achique de agua acumulada en locales y garajes y en la limpieza de las calles. Ella sabe de lo que habla por que tiene más de 15 años de experiencias en la Agencia y asegura que, sin duda, es el desastre natural más grande al que se ha enfrentado, incluso superior a los incendios de 2022 que asolaron la Comunidad.
El operativo ha llegado con fuerzas por que los cerca de 200 efectivos desplazados por la Junta, principalmente bomberos y personal de Medio Ambiente, son conscientes de lo mucho que hay que hacer en las localidades más afectadas por la DANA y sus vecinos. De ahí que la lluvia que empezó a caer ayer por la tarde no frenó los trabajos de achiques ni tampoco la retirada de vehículos amontonados en un túnel del municipio. Las labores de limpieza y las retiradas de coches apilados en las calles son costosas pero fundamentales para que puedan entrar la maquinaria pesada como retroexcavadoras y retropalas puedan hacer su función.
De momento, se centran en esto y no quieren pensar qué será lo siguiente por que Zaballos subraya que es una labor que durará varios días por que hay mucha agua acumulada en bajos y garajes de edificios de viviendas, negocios y empresas. «Hay que achicar para ver lo que hay debajo». El convoy de la Junta llegó la noche del sábado a Valencia, una vez que el Centro Nacional de Emergencias activó a la Junta para enviar determinados medios que necesitaban en la Comunidad Valenciana pero aquí ya trabajaban numerosos bomberos de ayuntamientos y diputaciones provinciales que se desplazaron los días posteriores a las inundaciones.
Un escenario “desolador” y “desgarrador” en Valencia - Foto: JCyL ICALPese a la existencia del operativo de la Agencia de Protección Civil y Emergencias de Castilla y León, que es el encargado de organizar todos los medios de la Comunidad, ese personal de emergencias continúa con sus trabajos allí donde estaban asignados, aunque el Puesto de Mando tiene un contacto permanente con esos cuerpos y está pendiente de sus necesidades.
El convoy, compuesto por vehículos pesados y de grandes dimensiones con más de 12.000 kilos de carga, llegó ayer a las 23 horas a Paiporta, donde los responsables del operativo de Castilla y León tuvieron una primera reunión con el puesto del Consorcio de Bomberos de la Comunidad Valenciana, que es el que coordina todos los trabajos. «Dentro del caos que hay, la coordinación es buena y la relación es muy fluida», precisa. No en vano, reconoce a la Agencia Ical que gestionar una emergencia de este calibre, « tan grande y tan extensa» es muy difícil pero muestra su convencimiento que en los próximos días se verán los resultados de todos los refuerzos enviados por las diferentes administraciones.
Después de pasar la primera noche en un colegio de Paiporta, ya están asentados en el polideportivo de otro centro escolar en Aldaia, donde cuentan con duchas, sanitarios y una zona adecuada para descansar y reponer fuerzas para lo que les espera los próximos días.
Un escenario “desolador” y “desgarrador” en Valencia - Foto: JCyL ICALRecuperar la normalidad
La coordinadora confiesa a Ical que las localidades más azotadas por la DANA tendrán que esperar semanas y meses para recuperar la normalidad, sin pensar en las vías de comunicación u obras de ingeniería que han quedado dañados y llevará aún más tiempo. De momento, no se plantea el tiempo en que el operativo estará en Valencia, por que todo dependerá de las necesidades.
Pese a que apenas ha podido salir del Puesto de Mando Avanzado para organizar todos los recursos, Cristina Zaballos ha comprobado la solidaridad ciudadana, con miles de personas que se han trasladado de las localidades cercanas para ayudar. «Hay mareas de voluntarios desplazados con el ánimo de ayudar en lo que puedan», declara. También se ha sorprendido de las patrullas de vecinos que se han organizado por las noches para evitar los saqueos y actos de pillaje. «Se les ve sentados a las puertas de locales y negocios para vigilar».