Soria pierde empresas cotizantes pero incorpora asalariados

Ana Isabel Pérez
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El año 2024 finalizó con 2.948 firmas inscritas en la Seguridad Social, 17 menos que al terminar el ejercicio anterior. Sin embargo, aumenta el número de trabajadores, de 29.495 a 29.994

Soria pierde empresas cotizantes pero incorpora asalariados - Foto: Eugenio Gutiérrez

El tejido productivo de la provincia de Soria se contrajo ligeramente en   2024, teniendo en cuenta que perdió 17 empresas cotizantes a la Seguridad Social, según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social. Así, el pasado diciembre el número de firmas inscritas se elevó a 2.948, mientras que en el mismo mes del año anterior la cifra se situó en 2.965.

Sin embargo, aunque el volumen de sociedades retrocedió un 0,57%, aumentó el número de asalariados, pasando de 29.495 a 29.994, lo que implica un crecimiento de un 1,69%.

Por sectores, excepto el agrario,  todos anotan una disminución en cuanto a las empresas cotizantes y solo la construcción refleja menos trabajadores. De esta forma, en el último mes de 2023, la Seguridad Social contabilizó 251 empresas agrarias y un año después, 256; en industria,  en doce meses se pasó de 346 a 343; en construcción, de 337 a 326; y en servicios, de 2.031 a 2.023.

Respecto a los puestos asalariados, en el sector agrario en diciembre de 2023  figuraban 1.143 y en 2024, 1.149; en industria, varió de 7.708 a 7.796; en construcción, de 2.060 a 2.014; y en servicios, de 18.584 a 19.035.

En el caso de Castilla y León, la evolución ha sido similar a la provincia de Soria. La Comunidad descontó 301 empresas cotizantes en 2024, quedando 66.174 (un 0,5% menos), y generó 22.443 nuevos puestos asalariados, llegando a los 714.443 (un 3,2% más). En el conjunto de las provincias castellanas y leonesas, Burgos y Salamanca fueron las únicas en las que creció el número de compañías registradas en la Seguridad Social, frente a descensos en el resto.

DESDE 2014. La dinámica del escenario empresarial en la última década en la provincia no ha experimentado grandes impactos. De hecho, aunque se ha apuntado una leve merma en términos absolutos en la cantidad de empresas, en 2014 la cifra era de 2.879, por lo que ha aumentado en un 2,4% y más notable es el incremento de los trabajadores asalariados en las mismas, con un 30,5% más (hace diez años eran 22.978).

Por actividades, no hay ningún sector que destaque en cuanto a la incorporación de empresas y todos suman excepto la industria, ya que en 2014 contaba con 352 negocios y en al concluir 2024 eran 343. Pero en todos los casos hay más empleados. Así, resalta el sector agrario, que ha crecido de 682 a 1.149 trabajadores, un 68,48% (de 235 a 256 empresas); la industria ha pasado de 6.134 a 7.796 asalariados, un 27,09% (de 352 a 343 sociedades en el sector); en construcción, el crecimiento ha sido de 1.558 a 2.014, un 29,27% (de 313 a 326); y en servicios, en 2014 había 14.604 asalariados y en 2024, 19.035, un 30,34% más (de 1.979 a 2.023 empresas).

AVANCES Y RETOS. Por su parte, la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (FOES) advierte de que la evolución del escenario económico y laboral es «ambivalente», tal y como muestran los indicadores que reflejan tanto avances como retos y «problemas significativos».

«La tasa de paro muestra una evolución positiva en lo que a número de desempleados se refiere, fruto de una mayor actividad económica, si bien este dinamismo redunda en la escasez de determinados perfiles profesionales y en la imposibilidad de encontrar trabajadores cualificados, lo que dificulta los planes expansivos de las empresas y puede ralentizar su competitividad», expone la patronal.

De esta manera, FOES apunta a un descenso de contratos indefinidos y un aumento de temporales, lo que, a su juicio, revela la «inestabilidad laboral» en la que operan las empresas. Cabe recordar que la reforma laboral entró en vigor en abril de 2022.

Según el último 'Observatorio de las Ocupaciones' del Servicio Público de Empleo Estatal referido a los datos de contratación de diciembre de 2024, en la provincia se registraron 1.510 contratos (un 15,97% menos que en noviembre y un 4,35% más que el año anterior) y sitúa la tasa de estabilidad en el 34,83% y la de temporalidad en el 65,17%. En términos absolutos se formalizaron 526 contratos indefinidos y 984 temporales.

La mayoría de los contratos se circunscribieron a los servicios, 1.105, en concreto; mientras que se firmaron 290 en industria; 71 en agricultura; y 44 en construcción. 793 contratados fueron mujeres y 717, hombres.

«Nos encontramos en un momento de involución de la normativa laboral en el que los continuos cambios en las condiciones laborales dificultan la previsión de costes laborales y provoca la respuesta de cautela empresarial frente a un contexto laboral y económico incierto», consideran desde FOES.

Creen que el aumento de los contratos temporales puede deberse a que las empresas externalizan servicios «ante la incertidumbre de la normativa laboral y económica».

En cuanto al descenso de las empresas cotizantes, para la patronal soriana, aunque «aparentemente es pequeño», es «preocupante». En este sentido, alertan de las consecuencias de la despoblación en el debilitamiento de un tejido empresarial ya de por sí reducido.

«La pérdida de empresas refleja dificultades en la sostenibilidad de los negocios, especialmente en sectores tradicionales y muy importantes para la economía soriana, como el pequeño comercio, que se enfrentan a jubilaciones sin posibilidad de relevo», aducen en la patronal.

En definitiva, la coyuntura laboral y empresarial en Soria muestra signos de mejora en términos de empleo, pero «se mantienen desafíos importantes» derivados de la situación demográfica, problemas que el tejido empresarial «no es capaz de solventar por sí mismo». «Junto a este grave problema estructural es necesario, además, que el Gobierno diseñe normativas laborales claras y duraderas en el marco del Diálogo Social para garantizar que las normativas respondan a las necesidades del mercado», concluyen los empresarios.