Ser socialmente responsable. Es el objetivo de autorregulación por el que optan algunas empresas e instituciones, una decisión que otorga beneficios a la imagen de la marca por su carácter comunitario y que también tiene una vertiente de rentabilidad. Es lo que se llama Responsabilidad Social Corporativa (RSC), una estrategia para aportar apoyo social a través de medidas que lidera la propia entidad y que redundan en diferentes personas y ámbitos, desde los clientes y accionistas a los empleados, pasando por el medio ambiente y la sociedad en general. En la provincia de Soria, actualmente la desarrollan «las de mayor tamaño y no muchas, por desgracia», según el vicerrector del Campus Duques de Soria de la UVa y profesor de Economía Financiera y Contabilidad, José Luis Ruiz Zapatero. No obstante, incide, «destaca por su calidad creciente desde 2017 el caso de Caja Rural de Soria», además del de Copiso, una cooperativa muy comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
el conceptoTODAS LAS ÁREAS DE NEGOCIO
La RSC «es una actividad transversal que debe contar con el liderazgo de las direcciones, la permanencia en su desarrollo y la conciencia educativa como elementos imprescindibles para su implementación», explica el vicerrector del Campus Duques de Soria de la UVa. Muy en resumen, estas iniciativas se ciñen a «controlar y medir las prácticas de trabajo, empleo y seguridad laboral y protección de la salud, el control y prevención de las cuestiones medioambientales, la lucha contra el fraude y la corrupción, así como la defensa de los intereses de los consumidores». Al tratarse de una asunción de «carácter global», la RSC «afecta a todas las áreas de negocio, a todas las áreas geográficas donde despliega su actividad y a toda la cadena de valor». Para José Luis Ruiz Zapatero, «lo relevante es identificar y medir, y hacerlo con metodología y periodicidad oportunas».
En opinión del docente de Economía Financiera y Contabilidad, una aplicación «real y efectiva» de estas iniciativas responsables desde su triple ámbito (social, económico y medioambiental) tiene una gran repercusión en la marca, pues «permite a las empresas aumentar su prestigio entre clientes y proveedores, aumentar sus ventas y sus respaldos financieros, además de motivar a los empleados y a las comunidades donde actúa». A ello añade que, progresivamente, «parámetros de su área de acción son cada vez más utilizados en licitaciones públicas de contratos y en relaciones con las distintas administraciones».
globalizaciónCAMBIO A PEOR
Pero no todo es tan sencillo. En los años 90, la globlalización prometía un futuro optimista y las empresas, sobre todo las multinacionales, viraron su rumbo. «El escenario ha cambiado notablemente y, en general, a peor», admite el vicerrector, quien remarca que «el aumento de los desequilibrios entre naciones, el poder de las multinacionales y su deslocalización no siempre eficiente en términos sociales obligan a replantear algunas expectativas muy optimistas y a exigir, además del cumplimiento de la legislación, el incremento en la educación y concienciación de las nuevas generaciones para conseguir un desarrollo más equitativo y sostenible».
educaciónMUY PRESENTE
En esto tiene mucho que decir la universidad, pues la RSC «está cada vez más presente». Por un lado, especifica el docente, «mediante las numerosas cátedras patrocinadas por entidades privadas y/o públicas donde se realizan estudios, informes y se patrocinan premios y reconocimientos, no sólo a las grandes empresas, sino también a las pymes que se incorporan cada vez más a estas prácticas». Por otro, «y pese a ser una disciplina transversal, está cada vez más presente en los planes de estudios de grado y másteres propios de la especialidad». Concretamente, en el Campus Duques de Soria, la asignatura de Responsabilidad Social y Gobierno de la Empresa viene ofertándose en el grado de ADE desde el curso 2012-2013. En otras facultades del campus existen «también asignaturas relacionadas con temas del área de responsabilidad social».
Además, la UVa constituyó en 2020 la Delegación para el Rector de RSU (Responsabilidad Social Universitaria), que coordina las actuaciones de igualdad, cooperación al desarrollo, voluntariado y asuntos sociales. Y se desarrollan las actividades, convocatorias, formación y becas relacionadas con este área.
Asimismo, «la UVa ha sido pionera en el ahorro energético y el diseño de un plan que permite optimizar el consumo energético de todos los edificios de los cuatro campus con fichas individualizadas de consumos y costes».
no es 'greenwashing'LOS CIUDADANOS DECIDEN
La línea entre devolver una percepción de transparencia y participación social y el greenwashing (un lavado de imagen) es muy delgada. En este sentido, el vicerrector del Campus Duques de Soria entiende que las empresas no promueven acciones de RSC para blanquear su imagen. «Las empresas que han querido maquillar sus malas praxis con la RSC lo consiguen sólo de forma temporal y acaban siendo perjudicadas», sostiene para puntualizar que «los mercados, los clientes y los ciudadanos en general exigen y ordenan sus decisiones económicas, cada vez más, aplicando y consultando información sobre responsabilidad social».
un 'capital semilla'CAJA RURAL DE SORIA
En el año 2017 Caja Rural de Soria decidió poner en marcha su modelo de responsabilidad corporativa. Tal y como explica el responsable de Comunicación de la entidad, Eduardo Munilla, tras llevar a cabo un análisis y un diagnóstico inicial, una de las medidas que se propusieron fue la puesta en marcha de un diálogo con sus grupos de interés tanto internos (clientes-socios, clientes no socios, socios y empleados) como externos (medios de comunicación e instituciones). «Establecer un compromiso con los grupos de interés es muy importante y supone una variedad de acciones y esfuerzos para comprender e involucrar a estos grupos en las actividades y en la toma de decisiones de la entidad», admite.
En este caso, son relevantes aquellos asuntos que ponen de manifiesto los efectos económicos, ambientales y sociales de la caja o aquellos que influyen de forma significativa en las evaluaciones y decisiones de los grupos de interés. La entidad da a conocer anualmente su memoria no financiera, emitida por un auditor independiente (Ernst & Young) y que se acoge a la ley 11/2018. «Ya tiene cierto rigor y más que de RSC nosotros hablamos de sostenibilidad y ahí tratamos tres criterios:el medioambiental, la parte social y la parte de gobernanza (donde va la transparencia)», indica Munilla. En la social y de personal se abordan, entre otras cuestiones, la diversidad, igualdad y conciliación, la adaptación al cambio, la formación, la inclusión y educación financieras, la acción social y voluntariado, así como la contribución a los ODS de Naciones Unidas. «La caja está en todos los ámbitos, pero nuestra colaboración es, por así decirlo, un 'capital semilla'. Nosotros queremos ser compañero de viaje. Nuestro ODS principal es el 17: Alianzas para Lograr los Objetivos. Así, nuestro objetivo es propiciar alianzas para impactar de manera positiva», resume el responsable de Comunicación.
De este modo, la entidad es activa, por destacar algunas de sus acciones, en materia medioambiental a través de Soriactiva, de salud y Dieta Mediterránea a través de su Fundación Científica, también «lleva en su ADN» apostar por el deporte base o por el sector primario. Y no se queda atrás en promover cuestiones culturales o de emprendimiento, así como apoyar al tercer sector siempre que lo necesita o contar con iniciativas para sus empleados. «Es devolver a la sociedad parte de esos beneficios», incide Munilla.
14 de los 17 odsCOPISO
Copiso ha centrado sus acciones de responsabilidad social corporativa en la sostenibilidad. No en vano es un ejemplo en la provincia de economía circular, un modelo económico en el que este aspecto es imprescindible. Desde el empleo de energías renovables hasta el aprovechamiento del purín. «En Copiso estamos comprometidos con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y contribuimos de manera específica en 14 de los 17 objetivos marcados», explica Carmen Yagüe, responsable del departamento de Desarrollo Ambiental y de RSC. Y es que, «aplicamos el concepto de RSC desde el inicio por propia definición como cooperativa» a través de un «desarrollo económico, social y medioambiental sostenible porque es algo intrínseco en Copiso».
Así, desgranados uno a uno cumple con los ODS de Hambre cero (sector agroalimentario), Salud y bienestar (seguro médico para sus trabajadores), Educación de calidad (prácticas en la cooperativa), Igualdad de género (política de igualdad de oportunidades, no discriminación y respeto a la diversidad), Energía asequible y no contaminante y Acción por el clima (uso de energías renovables como biomasa y fotovoltaica), Trabajo decente y crecimiento económico (trabajo seguro y apoyo al emprendimiento), Industria, innovación e infraestructura (desarrollo de la provincia mediante inversiones en infraestructuras e innovación), Reducción de las desigualdades (empleo estable y de calidad, con inclusión social), Ciudades y comunidades sostenibles (cooperativa y comunidades sostenibles van de la mano ya que los objetivos son comunes), Producción y consumo responsables (economía circular), Vida de ecosistemas terrestres (biomasa de gestión forestal sostenible y mantenimiento de la actividad en el campo evitando su abandono), Paz, justicia e instituciones sólidas (modelo Corporate Compliance), así como con Alianzas para lograr objetivos (socios de las asociaciones empresariales de la provincia y colaboración con organismos públicos para el desarrollo de proyectos I+D+i).