El último informe del Banco de España, publicado al final del año pasado, concluye que las entidades bancarias han reducido en un 11% el número de sucursales en los municipios de menos de 500 habitantes y han optado por el incremento de lo que se conoce como 'ofibuses' y otros canales alternativos (agentes financieros o 'cashback' en comercios). Según el Observatorio de Inclusión Financiera (impulsado por la Confederación Española de Cajas de Ahorro -CECA-, la Asociación Española de Banca -AEB- y la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito -UNACC-), más del 48% de la población que reside en Castilla y León sufre exclusión financiera al carecer de servicios bancarios en su localidad; el 50,8% en España. Sin embargo, aunque pueda presentirse que la realidad de los sorianos encaja en estas cifras o, incluso, pensarse que los porcentajes son más abultados, el escenario es otro distinto. «Soria está muy por encima de la media. El 90% de la provincia tiene cobertura financiera. Estamos dando servicio a través de las oficinas físicas, de locales que nos ceden diez ayuntamientos, de cajeros y de las dos unidades móviles», subraya el director del Área de Negocio de Caja Rural de Soria, Ismael Ruiz.
Sin duda, la unidad móvil puesta en marcha a finales de año por la entidad y por la Diputación Provincial ha supuesto un paso de gigante para la inclusión financiera del medio rural de Soria. El servicio alcanza a 51 municipios y entidades locales menores, que se suman a los seis que ya eran atendidos por otro recurso similar (Cabrejas del Pinar, El Royo, Santa María de Huerta, Abejar, Borobia y Noviercas). En total, los vecinos de 57 localidades disponen de su sucursal «en la puerta de casa», tal y como coinciden algunos de los clientes en Salduero, Molinos de Duero y Montenegro de Cameros, una de las rutas que ha seguido El Día de Soria.
Cabe resaltar que para unas poblaciones la unidad móvil de Caja Rural de Soria y la Diputación supone recuperar un servicio que perdieron hace tiempo y para otras es una novedad porque nunca tuvieron una oficina bancaria en el pueblo, como es el caso, por ejemplo, de Molinos de Duero.
Los servicios financieros alcanzan al 90% de la población - Foto: Eugenio GutiérrezLa mayor parte de los residentes en el medio rural tienen más de 70 años y, por lo tanto, es el colectivo que presenta mayores dificultades para el desplazamiento o para usar la banca online. «Decimos, digitalización, sí; pero con alma. En Soria es una alternativa. Pero las personas mayores valoran la atención y el trato personalizado, el asesoramiento, la cercanía y la calidad en la prestación del servicio. La unidad móvil va a localidades como Barcones con 21 habitantes censados; Cubilla, con 27; Chércoles, con 26; Olmillos, con 37; Ines, con 33… estamos hablando de que son muchas las que tienen menos de 100 habitantes. Creo que esto no se hace en otra parte de España […] Para nosotros, el modelo de negocio es distinto al de otras entidades, nos preocupa la inclusión financiera», aduce Ismael Ruiz.
En estos momentos, en la provincia solo funcionan las dos oficinas móviles de Caja Rural de Soria. Además, la entidad cuenta con sucursales en 28 localidades (sin contar las de la capital y Golmayo-Camaretas); tiene desplegados 23 cajeros automáticos fuera de la ciudad y también presta servicio en locales municipales de diez pueblos (Castillejo de Robledo, Retortillo de Soria, Alcubilla de Avellaneda, Bayubas de Abajo, Espejón, Talveila, Cihuela, Fuentelmonge, Valdeavellano de Tera y Sotillo del Rincón).
Son recursos financieros desplegados en 95 localidades de la provincia, entre sucursales, clientes atendidos en las instalaciones municipales, núcleos a los que se desplazan las unidades móviles y cajeros automáticos en los que se puede operar.
Los servicios financieros alcanzan al 90% de la población - Foto: Eugenio GutiérrezAsimismo, el director del Área de Negocio de Caja Rural de Soria puntualiza que en un número sustancial de municipios (19) solo está presente con oficina física esta entidad como es el caso de Quintana Redonda, Tardelcuende, Navaleno, Golmayo, Almajano, Almarza, San Pedro Manrique, Langa de Duero, Fuentearmegil, Castilruiz, Deza, Serón de Nágima, Monteagudo de las Vicarías, Cerbón, San Pedro Manrique, Vinuesa, Duruelo de la Sierra, Castilruiz y Almenar. «La mayoría cuentan con horario de atención de lunes a viernes, salvo en tres que son tres días a las semana, Cerbón, Castilruiz y Monteagudo de las Vicarías», matiza.
Igualmente, en el caso de los cajeros automáticos, excepto en los municipios de mayor tamaño (San Leonardo de Yagüe, Covaleda, Duruelo de la Sierra, San Pedro Manrique, Almazán, Arcos de Jalón, El Burgo de Osma, San Esteban de Gormaz, Ólvega, Ágreda y Berlanga de Duero), solo tiene presencia Caja Rural de Soria.
ESTUDIO SOBRE EL TERRITORIO. La Diputación Provincial de Soria adjudicó a finales de octubre del pasado año el proyecto de banca rural móvil a Caja Rural de Soria por 74.899 euros al año, con el fin de dotar a los municipios de menor tamaño que carecen de sucursal bancaria de los mismos servicios que aquellos que cuentan con más población. Hay que advertir que la unidad móvil permite realizar las mismas transacciones bancarias que una oficina física en tiempo real como la retirada de efectivo sin coste alguno, ingresos, pago de recibos, contratación de productos bancarios o actualización de libretas de ahorro.
«Junto con los alcaldes, testamos las necesidades sobre el terreno, viendo el mapa donde ya tenemos implantación a través de oficinas físicas o cajeros automáticos», puntualiza el director del Área de Negocio de la entidad.
Así las cosas, se llevaron a cabo rutas de prueba, comprobando las velocidades del vehículo, los tiempos de parada, de puesta en marcha y la comprobación de coberturas. «Los ayuntamientos nos han facilitado todo lo que han podido, aunque con una conexión independiente», apunta José Miguel Encabo, responsable de la Zona Soria Provincia, que junto a María Miguel, del departamento de Márketing, acompañan a este medio en la ruta por los tres pueblos de la comarca de Pinares.
Evidentemente, la pirámide poblacional soriana es la que define herramienta bancaria. Por lo tanto, la mayoría de los clientes que utilizan este nuevo recurso son mayores de 70 años. Principalmente, acuden para la retirada de efectivo, la puesta al día de la cartilla o el pago de aquellos recibos que no tienen domiciliados. Aunque también, tal y como comprueba El Día de Soria en Salduero, la unidad móvil facilita, entre otras cosas, el trabajo de los empleados públicos de los consistorios, que reducen el número de desplazamientos a otros municipios.
Como se señalaba anteriormente, en la unidad móvil se pueden realizar las mismas operaciones que en una sucursal física, por lo que está preparada para atender la demandas no solo de los más mayores, también de jóvenes o vecinos de mediana edad, autónomos, empresarios, etcétera. «Tiene todo tipo de funcionalidad. Es un servicio que la gente aprecia, está en crecimiento y se está potenciando. Llevamos poco tiempo con esta unidad móvil y puede tener expansión», aduce el responsable de Zona Soria Provincia.
Por último, hay que recordar, significa el jefe del Área de Negocio de Caja Rural de Soria, Ismael Ruiz, que para la entidad prima «el arraigo al territorio» y la «atención personalizada» de los clientes. Y es que, según los últimos datos del registro de oficinas de entidades bancarias publicado por el Banco de España (30 de septiembre de 2023), la capital y la provincia con 66 sucursales físicas, de las que casi el 58% corresponden a Caja Rural de Soria.
BILLETES PEQUEÑOS Y ACTUALIZAR LA CARTILLA. Minutos antes de las 9.00, Diego Ayllón y José Luis Ordóñez, empleado de Caja Rural de Soria y vigilante de seguridad de Prosegur, 'montan' la unidad móvil frente al Ayuntamiento de Salduero. Es la primera de las tres paradas que realizan este miércoles en su ruta por Pinares. Hora y media después estarán en Molinos de Duero y terminarán la jornada en Montenegro de Cameros, el último pueblo de la provincia soriana en el límite con La Rioja.
El primer cliente es Javier, empleado del Consistorio de Salduero, que aprovecha los dos miércoles al mes que cuentan con este servicio de Caja Rural de Soria para «hacer todos los trámites que podamos» y reducir así desplazamientos a Vinuesa o Covaleda. «Todos debemos tener los mismos derechos», argumenta.
El segundo en llegar es Luis, vecino del pueblo, que valora este servicio y declara con sinceridad: «A los mayores la tecnología se nos apodera». El grueso de los clientes de las unidades móviles no utilizan la banca online y, además, al vivir en pequeñas localidades necesitan efectivo para pagar el pan, el café en el bar, la compra al vendedor ambulante, en la tienda de alimentación...
«Prima un trato cercano con los clientes. La mayoría tiene más de 70 años y buscan conocer el estado de sus cuentas, hacer reintegros en billetes pequeños para pagar en los comercios y poner la cartilla al día, aunque es una oficina en la que se puede realizar cualquier tipo de operación», resume Diego Ayllón.
En Salduero, calcula Luis, residen en invierno unos 90 vecinos. Entre ellos, Rafael. Acude a «sacar dinero para comprar comida» y aprovecha para hacer gestiones a sus hijos, explica con un extracto en la mano.
Poco antes de que la unidad móvil llegue a las puertas del Consistorio de Molinos de Duero, la plaza está desierta. Un empleado municipal se acerca a la puerta del Ayuntamiento a colocar el cartel con los días de servicio (esta ruta se realiza dos miércoles al mes). Desplegada la instalación, acuden con pocos minutos de diferencia José Manuel, Nicolás y Carmen, Juani, Isabel, Esperanza, Carmen... En este pueblo, disponer de una oficina bancaria es una novedad, ya que nunca hubo sucursal física.
«Es rápido y lo tienes en la puerta de casa [...] No tengo problema para desplazarme, pero es importante que sigan viniendo. Hacía falta esto», admite José Manuel.
Lo mismo opinan Juani, Isabel y Carmen. Las tres disponen de carné de conducir, por lo que no dependen de terceros para acudir a Vinuesa, a Covaleda o a Soria capital. Pero son conscientes de que, quizás, en pocos años no conducirán, por lo que quieren asegurarse de que el pueblo no pierda este recurso bancario.
«Lo tienes a unos metros de casa. Aquí nunca tuvimos ni oficina bancaria, ni cajero, ni nada. Ahora hemos venido a sacar dinero para hacer la compra», explican Nicolás y Carmen.
El último punto del recorrido de esta ruta pinariega es Montenegro de Cameros. Prácticamente, coincide la llegada de la oficina móvil de Caja Rural con la del panadero de la localidad riojana de Villoslada de Cameros. «En invierno vivimos veintitantos. De no haber oficina a tener dos veces al mes... Caja Rural es la única entidad que se ha preocupado», sostiene Paco, el primer cliente de este miércoles en este pueblo rayano.
«Vivimos todo el tiempo aquí desde que me jubilé. Ya tenía cuenta con Caja Rural en Logroño y también tenemos la de la asociación de vecinos. Suelo venir a retirar efectivo y a por extractos», asegura Manolo.