El margen normativo que la Junta de Castilla y León tiene para regular los tipos de gravámenes o para aplicar ciertas deducciones fiscales se traducirá este año, en el caso de la Declaración de la Renta, en un ahorro de 121 millones de euros para 1,3 millones de contribuyentes. Una suerte de ingeniería fiscal que deja 80 millones en por la deducción de los tramos autonómicos de la Declaración de la Renta y 41 millones, por alguna de las 20 deducciones fiscales existentes en la Comunidad. «Nosotros hemos utilizado esta capacidad normativa autonómica siempre en Castilla y León para bajar 34 veces impuestos en los últimos tres años, mientras el Gobierno los subía 69 veces», subrayó el consejero de Economía, Carlos Fernández Carriedo, en el Ayuntamiento de Toro (Zamora), adonde acudió para visitar a los técnicos que prestan el servicio de atención presencial para hacer la Declaración de la Renta de 2023 en el mundo rural. Un programa mediante el que la Junta prestará asistencia personal en 78 municipios del mundo rural de Castilla y León para que sus vecinos puedan hacer esa declaración sin tener que desplazarse a las capitales de provincia. «Precisamente, son las personas que tienen más dificultades para ir a las capitales de provincia las que tienen más problemas para hacer telemáticamente la declaración de la renta. Se trata de que tengan esta facilidad», agregó el responsable de Hacienda de la Comunidad, según informa Ical.