Alfonso Fernández Mañueco deja atrás el 'modo partido' mostrado este fin de semana durante la Intermunicipal del PP para exhibir su perfil más institucional durante su careo con la oposición parlamentaria. El Fernández Mañueco presidente de la Junta, y no el de presidente del PP, fue el que salió a la luz este martes durante su careo con los portavoces autonómicos de PSOE y Vox. Al socialista, y al resto de grupos, le ofreció consensuar un Pacto de Comunidad contra la «violencia machista» para abandonar el «cortoplacismo» frente a esta «lacra» que confluya en la Ley que el Gobierno autonómico prevé presentar a principios de 2025. A su exsocio en la Junta le replicó que se reunirá con el presidente del Gobierno «tantas veces como sea necesario» por Castilla y León y sus gentes. «Lo importante es esta tierra y las gentes de esta tierra», sentenció Fernández Mañueco tras las duras críticas de Juan García-Gallardo por «legitimar» a Pedro Sánchez acudiendo a la reunión bilateral del pasado 22 de noviembre.
Una postura que no evitó que el presidente de la Junta arremetiera en no pocas ocasiones contra el «sanchismo». «Ustedes han venido de Sevilla 'todosanchistas'», comenzó su réplica Fernández Mañueco a un Luis Tudanca que le preguntó si había «paralizado» medidas contra la violencia de género durante su etapa de coalición con Vox. «La violencia cero contra las mujeres ha sido, es, y será un compromiso irrenunciable de Castilla y León y de los gobiernos que he presidido». El presidente de la Junta afiló el colmillo sin llegar a clavarlo en la oposición tras asegurar que podría hablar de las «situaciones personales de su grupo, pero no quiero caer en eso», en referencia al hasta febrero número tres del PSOE en las Cortes, Ángel Hernández, para el que la justicia pide casi cuatro años de cárcel por varios delitos en el ámbito de la violencia de género.
Fernández Mañueco argumentó su «compromiso» contra la «lacra machista» enumerando medidas puestas en marcha por su Ejecutivo como los centros Atiendo, el incremento de fondos o la reciente incorporación de 1.600 puntos de farmacias. Por último, el presidente tiró de la ley del 'solo sí es sí' para reprochar a los socialistas que esa normativa ha sido «el único paso atrás» contra la violencia de género.
Antes, el socialista Luis Tudanca le había reconocido que «ahora puede decir la palabra prohibida, la violencia machista». «Cuando le dejó sólo la extrema derecha se pudo quitar ese yugo», continuó Tudanca, que afeó al dirigente autonómico haber tardado siete años en actualizar la ley de Violencia de Género, votar en contra de iniciativas socialistas en esta materia, e incluir en su pacto de Gobierno con Vox la violencia intrafamiliar. «No creían en esta causa, no creen en la lucha contra la violencia de género», insistió un Tudanca que tiró de ironía para preguntarse si «no es casualidad» que la Junta haya anunciado «ahora» la actualización de la Ley de Violencia de Género autonómica tras la salida de Vox del Ejecutivo.
«Y no le pareció mal»
Como viene siendo habitual, el 'cara a cara' de Fernández Mañueco con su exvicepresidente Juan García-Gallardo volvió a ser el punto álgido de tensión en el hemiciclo. «Con el PSOE no hay nada que negociar», repitió hasta cuatro veces seguidas el portavoz de Vox, muy crítico por la reunión bilateral del presidente de la Junta con Sánchez. Un ataque ante el que Fernández Mañueco volvió a tirar de hemeroteca y recordó a García-Gallardo que cuando él era vicepresidente de la Junta ya se vio las caras con Sánchez «y no le pareció mal». «En aquel momento fui a Moncloa a reivindicar lo mismo que ahora para Castilla y León y no le pareció mal», abundó el presidente, y aseguró que lo volverá a hacer «tantas veces como sea necesario» por la Comunidad.
El portavoz de Vox le afeó que no se puede ser «antisanchista» por las mañanas y por las tardes ir a pedirle «migajas». «Al PSOE no hay que descabezarlo, hay que derribarlo», elevó el tono García-Gallardo, que avisó a Fernández Mañueco que si no deja fuera de sus políticas «la agenda de la izquierda», el que «estará fuera» será él.