La pandemia ha disparado el interés por vivir en un pueblo y ha generado una avalancha de solicitudes en proyectos de repoblación como Arraigo, donde «durante la pandemia las entradas aumentaron un 20%» y «desde junio se han disparado hasta el 30%», llegando a recibir hasta «35 peticiones de familias interesadas en irse a vivir a un pueblo cada semana», según indica su promotor, Enrique Martínez. La pandemia, a su juicio, ha dejado en evidencia que «la gente que ha estado confinada en la ciudad y lo ha pasado mal necesita zonas de desahogo» y, ahora, está dispuesta a «sacrificar parte de las ventajas de la ciudad» para optar por una vida en el medio rural más tranquila y saludable. «No todos pueden dar el paso», asume, pero «cada vez es más frecuente la salida», asegura. El perfil predominante «no son tanto emprendedores ni gente que teletrabaja, sino mayores o gente que busca trabajo o que está desempleada y está dispuesta a trasladarse a un pueblo y emprender una nueva vida». Desde su puesta en marcha Arraigo ha conseguido asentar a 200 familias en diferentes zonas y, si bien el proyecto nació en Soria, en estos momentos tienen un «perfil bajo» en la provincia y se centra en zonas de Burgos, Zaragoza, Valladolid y Palencia, ante la falta de respaldo institucional en Soria. «Estamos pensando en una estrategia provincial para Soria, pero se tienen que dar las circunstancias», emplaza Martínez.
En Arraigo, HolaPueblo, Nuevos Senderos, Abraza la Tierra... no falta ahora el trabajo pero la nueva filosofía de vida que ha traído consigo la pandemia ha hecho incluso surgir nuevas iniciativas de repoblación.
comarkup. En estos momentos está en su fase «inicial» el proyecto Comarkup, una plataforma digital que pretende conectar pueblos que quieren ser repoblados con personas que buscan una nueva etapa en el mundo rural y con empresas que ofrecen oportunidades laborales en pueblos. Trabajan con municipios de menos de 5.000 habitantes y su proyecto de intervención se centra en tres comarcas, una de ellas en Soria. Se trata de Pinares Soria-Burgos,Sanabria (Zamora) y Mancha Alta (Cuenca).
«El proyecto nace justo en el confinamiento, cuando se ve claramente que existe una necesidad de que no haya tanta gente en las ciudades y, por otra parte, para mitigar el problema de la despoblación en las zonas rurales. Hacer un ejercicio de equilibrio», sintetiza el responsable de Comarkup, Jon Calvo. «Lo primero que vamos a hacer es buscar los pueblos que quieren recibir gente y ver qué servicios pueden ofrecer (colegio, centro de salud, comercios... incluso ofertas de trabajo) y qué demandan. Luego contactaremos con empresas para conocer sus ofertas laborales y, luego, con personas interesadas en trasladarse a un pueblo. Ahora estamos en fase de recopilación de datos y, a partir de ahí, crearemos el algoritmo para encajar todo», avanza.
La selección de la comarca pinariega no ha sido baladí. Admite que podría haber sido cualquier zona de la provincia porque «Soria es la campeona en despoblación», la provincia con menos habitantes, con menos densidad de población y «donde la diferencia es además más importante -aunque llegaran 50.000 personas, seguirían siendo despoblada-». Sabían que no podían centrarse en un solo pueblo porque «dependen unos de otros»y «tiene que aumentar la población de la comarca para que aumenten los servicios». Dentro de los criterios que establecieron, «vimos que Pinares era una opción con bastantes opciones de avanzar». «En el campo de Gómara, por ejemplo, es tan terrible la situación que no lo vimos para validar nuestro volumen de negocio, porque es difícil revertir la situación con una plataforma así», justifica.
en 15 días, 100 solicitudes. Aunque el proyecto está en una fase inicial, los primeros movimientos evidencian que hay demanda. «En 15 días hemos recibido ya 100 solicitudes» de personas interesadas en vivir en un pueblo y, «sorprendentemente, Pinares es la que más peticiones recibe». No obstante, apunta Calvo, «la opción ganadora es que la gente está abierta a diferentes opciones, que la gente quiere salir de las ciudades pero no tiene un sitio favorito».
«El 52%de los solicitantes tiene empleo y teletrabajaría», lo que facilita el asentamiento, si bien deja en evidencia que, sin comunicaciones, la repoblación se frena. Por ello Calvo insiste en mejorar las comunicaciones rurales. El 52% de los solicitantes no viven en una gran ciudad, si bien la mayoría proceden de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Murcia y Palma de Mallorca. El 22% son familias integradas por una persona, el 30% por dos, el 16% por tres, el 17% por cuatro, y el 5% por cinco. Todos son«gente activa» de 20 a 65 años y la mayoría apuesta de inicio por alquiler, «para probar antes de comprar». El proyecto se puede conocer en www.comarkup.com.