Las variedades de uva del futuro se analizan en Soria

Ana P. Latorre
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La DO Ribera del Duero, con el Itacyl y Vitis Navarra, desarrolla 'Riberadapt' en la finca Dominio d'Echauz de Zayas de Báscones para estudiar durante tres años las variedades que mejor se adaptan al cambio climático

Las variedades de uva del futuro se analizan en Soria - Foto: E.G.M Eugenio Gutiérrez Martínez

El proyecto de Vitis Navarra en la finca Dominio d'Echauz, en la localidad soriana de Zayas de Báscones, es ya un referente mundial en la investigación del material vegetal de vid frente al cambio climático y en la salvaguarda del patrimonio genético vitícola español. El Día de Soria comprueba, junto al director técnico, Julián Ramos, los avances de este ambicioso e inovador proyecto que inició su andadura en  2018 y que cuenta con 800 hectáreas en la DO Ribera del Duero, «una zona de calidad y fría», con una plantación para la caracterización agronómica y una bodega para la caracterización enológica con el objetivo de dar con las variedades que mejor se adaptarán al cambio climático.

El Consejo Regulador, tras conocer el trabajo previo de recopilación en un banco de germoplasma de 1.600 biotipos libres de virus por parte de Vitis Navarra, ha confiado en el veterano vivero Vitis Navarra y junto al Itacyl ha puesto en marcha el proyecto 'Riberadapt' para estudiar nuevas variedades que amplíen el abanico genético más allá del tempranillo y el albillo mayor. En tinta pueden ser las autóctonas nacionales monastrell, garnacha tintorera, mazuela, graciano..., además de otras foráneas como syrah.  En blancas hay otras posibilidades como chardonnay, sauvignon blanc y godello.

Así, 'Riberadapt' estudia 16 variedades de uva de 72 pueblos, tanto tintas como blancas, durante tres años. La caracterización agronómica la realiza el Itacyl en la finca de Zayas de Báscones y la caracterización enológica Dominio d'Echauz también en la propia finca. «Esta ha sido la primera añada y  se ha catado recientemente, aunque no se ha concluido nada», apunta Julián Ramos, aunque «gustaron mucho todas las vinificaciones y variedades nuevas». De aquí a dos años se decicirá si se introduce alguna nueva variedad o no, si se considera que se diluye la tipicidad de la zona.

ACIDEZ

Si se introducen nuevas variedades, se podría reinjertar o reestructurar, con el arranque del viñedo. Actualmente, la estrella es el tempranillo (75%, según el pliego de condiciones), y se aceptan garnacha, cabernet sauvignon, merlot y malbec. «Aunque se introdujera otra variedad, el tempranillo predominaría y no se puede perder la tipicidad», indica el experto añadiendo que «otra cosa es que se tengan otros condimentos para un resultado mejor pero la base siempre es la misma».

La posibilidad de introducir o no nuevas variedades se debe a que en los años más cálidos «el tempranillo, una variedad potasófila, de mucha estructura, de tanino y con carácter, tiene problemas de acidez». «O hay que tocarlos con tartaríco en bodega o hay que vendimiarlos antes para no perder esa acidez, pero conllevaría tener una buena madurez fenólica, es decir, pulir verdores o mezclarlo con variedades que tengan un carácter más fresco que el tempranillo». Eso ya se está haciendo con la garnacha, una variedad de poca estructura y poco color, pero con mucha acidez y muy alcohólica.

Por ahora, Soria es laboratorio del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero a través del proyecto del que participan Vitis Navarra e Itacyl.

RECOPILACIÓN DE MATERIAL VEGETAL

Con el proyecto 'Basajaun' de recopilación de material vegetal de viñedo de Vitis Navarra, en Ribera del Duero se recuperaron más de 3.000 biotipos, de los que 1.600 están libres de virus y el 30% son variedades blancas. Se han plantado en Soria y en Navarra, donde ya se empieza a caracterizar los 150 tintos de pH más bajo, es decir, de mejor acidez y madurez fenólica. En colaboración con otras bodegas, se han plantado para vinificarlos y estudiarlos.

«A lo mejor dentro de ocho años se concluye que interesa caracterizar tres, matizarlos y sacarlos al mercado», partiendo, como la esencia del proyecto de 20 años, de numeroso material vegetal. 'Basajaun' ha culminado con el proyecto de Dominio d'Echauz, «el custodio de ese material vegetal, que precisa tierra y zona fría para caracterizarlo». De ahí la elección de Soria y Ribera del Duero.

«Lo que se pretende con la recopilación de material vegetal es tener guardada esa biodiversidad y contar con más recursos fitogenéticos para la adaptación a todos los cambios, sean positivos o negativos», detalla este ingeniero agrónomo especializado en enología. El propietario de Vitis Navarra, Rafa García, ha propiciado este salto cualitativo hacia la innovación, apostando por la Ribera del Duero soriana para analizar la adaptación de la vid a los cambios futuros.