El sector primario lleva ya más de mes y medio en las calles y carreteras españolas. En una época en la que las noticias son válidas durante apenas unas horas tiene mucho mérito que los medios sigan -aunque con menos espacio cada día- dando cobertura a los actos que se siguen sucediendo en numerosos lugares de España. Habitualmente, los titulares hablan de «las protestas de los agricultores»; aunque esa frase también se refiere, implícitamente, a los ganaderos, lo cierto es que la percepción del público los deja de lado, a pesar de que, en general, son quienes peor lo están pasando. Y aún peor es la percepción que tienen los propios ganaderos sobre las medidas que Bruselas quiere tomar (o no tomar).
Desde la Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne (Asoprovac) explican que no les sorprende que las protestas originadas en Alemania hace casi ya dos meses se hayan extendido por toda Europa, mostrando una indignación que no ha encontrado la respuesta esperada de las autoridades comunitarias, con una clase política alejada de la realidad de la ganadería. Las tres flexibilizaciones planteadas para la PAC, aseguran, son totalmente insuficientes y demuestran que «no han entendido nada de la problemática actual. Por si fuera poco, la aprobación hace unos días de la Ley de Restauración de la Naturaleza se puede leer como toda una provocación, tratándose de una norma sin clara financiación y que puede causar serios problemas a comunidades agrarias y forestales europeas».
Según Asoprovac, «lo planteado por la Comisión no va a acabar con la crisis de la ganadería. Tampoco se molesten en hacer una encuesta [en referencia a la encuesta online que ha lanzado la Comisión Europea a agricultores y ganaderos acerca de las trabas burocráticas de la PAC], van a perder ustedes el tiempo. Los ganaderos están cansados de rellenar papeles y no tienen tiempo para cumplimentar encuestas sin ninguna garantía de que sirva para algo. La Comisión ya dispone de información suficiente para hacer su propio diagnóstico. En el informe de la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural lo explica claramente: "Se prevé que la producción de carne de vacuno de la UE siga disminuyendo y se reduzca la cabaña de aquí a 2035, debido a la baja rentabilidad y a un marco reglamentario más estricto, en particular en los aspectos medioambientales"».
De hecho, la descapitalización de la cabaña ganadera es real y se ha acelerado en los dos últimos años, coincidiendo con la bajada de apoyos de la nueva PAC. «Europa está empujando a la ganadería europea a una debacle total y la prueba de este desaguisado es que, en el último año, España ha perdido más de 80.000 vacas nodrizas y bajado su producción un 5,5%», aseguran desde Asoprovac.
La asociación mantiene que los informes de previsiones de sus propios expertos deberían haber hecho saltar la voz de alarma antes de la implantación del Pacto Verde y el tsunami legislativo que lleva asociado. Al tremendo incremento de los costes legislativos y burocráticos se une la reducción de los apoyos de la PAC a la ganadería de vacuno. Los ganaderos están haciendo los deberes pero, a pesar del claro compromiso del sector con la sostenibilidad y la reducción de emisiones, la brecha entre los ganaderos europeos y sus competidores internacionales «será cada vez más grande», llevando a una situación totalmente insostenible. Asoprovac considera que este menosprecio a productores europeos acabará provocando un problema gravísimo de soberanía alimentaria en Europa.
«Es momento de que autoridades políticas españolas actúen, planteen un paquete de medidas valientes que realmente dé respuesta al declive del medio rural y exijan responsabilidades políticas en Bruselas», afirma Matilde Moro, gerente de Asoprovac. Es por ello que la semana pasada la organización decidió registrar un listado de reivindicaciones que consideran que pueden ser de utilidad para revertir parte del problema.
Sigue coleando.
Por otra parte, y como añadido al resto de problemas que soporta el vacuno de carne, la EHE sigue dando guerra a los ganaderos. No es porque el mosquito que la transmite haya comenzado su periodo activo -aunque con las abundantes lluvias caídas a lo largo del invierno y las temperaturas de estos días no será raro que comience a hacerse notar-, sino porque muchos animales que se contagiaron y no murieron siguen sufriendo efectos adversos.
En referencia a ello, la organización agraria ASAJA de Ávila denunciaba hace unos días las graves consecuencias que la EHE está ocasionando a los ganaderos una vez se está iniciando la paridera de los animales. Hace ya más de medio año que ASAJA de Ávila denunciaba los estragos que esta patología estaba provocando en las ganaderías. En principio eran muertes de animales y graves perjuicios económicos en las explotaciones de ganado vacuno, pero ahora se empiezan a ver sus efectos también en las granjas de ganado ovino.
La llegada del buen tiempo coincide también con el inicio de la paridera y esto ha traído sorpresas para los ganaderos. Muchas de las vacas que han pasado la enfermedad y que tendrían que parir ahora no lo están haciendo bien porque han quedado «vacías», bien porque han tenido reabsorciones embrionarias o porque lo harán más tarde de lo que las correspondía, explican desde la organización. Pero ahí no queda la cosa: los animales que sí están pariendo tienen crías que en algunos casos sufren malformaciones y en otros nacen con los hocicos enrojecidos y los ojos inyectados en sangre, terneros que no aguantan y mueren a los pocos días de su nacimiento.
El caso el caso de la ganadería de ovino es algo diferente, aunque con consecuencias calcadas. Durante los meses cálidos en los que se transmitió la enfermedad esta cabaña se mostró asintomática, a pesar de que muchas ovejas, como las vacas, se contagiaban; de hecho se cree que juega un importante papel en su expansión. Pero pasados los meses se está advirtiendo una paridera en la cual los corderos nacen también con mucosas y ojos enrojecidos y mueren a los pocos días en un porcentaje altísimo en el caso de los machos y menor, aunque muy elevado, en el caso de las corderas.
La organización agraria solicita a las autoridades competentes que pongan todos los medios humanos, de investigación y económicos de los que disponen para auxiliar a los ganaderos afectados y que articulen y coordinen medidas para hacer frente y controlar esta enfermedad. El sector está ya apretado por muchos flancos y si esta nueva zancadilla impide que vacas y ovejas críen con normalidad, arrancando de cuajo cualquier oportunidad de obtener beneficios para miles de explotaciones, toda la sociedad lo acusará.
Listado de reivindicaciones de Asoprovac.
1.Reducción máxima de la carga burocrática y retraso de todos aquellos aspectos del Real Decreto 1053/2022 sobre ordenación de vacuno mientas no sean exigidos a nivel comunitario.
2.Cuaderno digital de explotación (CUE) voluntario.
3.Simplificar al máximo la aplicación del reglamento de deforestación al sector con la posible utilización de las bases de datos de trazabilidad existentes en la Administración.
4.No permitir la aprobación de una sola regulación más sin base científica que no pueda ser exigida a países terceros a través de las cláusulas espejo.
5.Modificación y refuerzo económico del Plan Estratégico de la PAC indexar el presupuesto de la PAC a la inflación, el incremento de costes laborales, el incremento de costes burocráticos y los costes productivos; que los ganaderos de cebo reciban un pago directo por animal más elevado que el actual que permita hacer frente a los elevadísimos costes de producción; o, en su defecto, volver a permitir justificar las actividades de mantenimiento en los pastos por terceros tal y como se hace en las tierras de labor; cambiar la tabla de equivalencias de UGM (unidad de ganado mayor) de manera que una vaca de carne vuelva a contar como una UGM y no como 0,8.
6.Fomentar la incorporación de jóvenes ganaderos mediante una ayuda consecuente, recibiendo derechos de la reserva con carga ganadera de pagos directos a 0,2 como era en el pasado y no a 0,4 UGM por hectárea como es ahora.
7.Desarrollar el Real Decreto que regule las organizaciones de productores para el sector vacuno de carne.
8.Retirar la propuesta europea de regulación de bienestar animal durante el transporte. Es una regulación ajena a la base científica de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) e inasumible para un país periférico y de temperaturas elevadas como es España.
9.Pacto nacional del agua que atienda a la solidaridad hídrica. En caso de sequía no se puede poner exclusivamente el foco en las granjas y aplicar restricciones puesto que se trata de agua para bebida de los animales y las cantidades no ponen en riesgo la disponibilidad de agua para otros usos.
10.Replantear las políticas agrarias destinadas a fomentar la autosuficiencia de cultivos proteicos que consisten en reducir el área destinada a los cereales para aumentar el área de proteaginosas.
11.Prohibir la comercialización en España de la carne de laboratorio y el uso de denominaciones cárnicas para productos vegetales.
12.Inclusión inmediata de las técnicas de mitigación en la regulación del marco de certificación de la reducción de carbono de la Comisión Europea.
13.Planes de sanidad realistas, más flexibles a nivel comunitario, que integren las particularidades de producción españolas y que afronten los retos de las enfermedades tradicionales y nuevas, consensuados entre sectores profesionales, el Estado y las comunidades autónomas.
14.Un verdadero control de fauna salvaje, en especial del jabalí, e indemnizaciones justas por los daños que ocasionen. Que el lobo deje de ser especie protegida.
15.Aplicación real de la Ley de la Cadena Alimentaria centrándonos en los costes de producción a través de los correspondientes observatorios de precios.
16.Poner tope al gasóleo agrícola y reducir los impuestos especiales y el IVA de los carburantes.
17.Incorporar a la carne de vacuno a los alimentos de la cesta que no requieren el pago del IVA.
18.Prohibición de parques solares en parcelas productivas que impidan el desarrollo de la actividad agraria y ganadera.
19.Reforzar presupuestariamente los seguros agrarios con el fin de adaptarlos a la situación actual de fenómenos adversos, como la sequía, mejorando su cobertura, incluidos los daños de fauna silvestre.
20.Suprimir el valor de las encuestas públicas en la justificación de las políticas comunitarias ya que es evidente que la respuesta del sector agrario es prácticamente inexistente y su punto de vista totalmente infravalorado.