La quinta derrota liguera del Real Madrid, la undécima jornada de 30 que no suma un triunfo, es un paso atrás en la pelea por el título de un equipo cansado mentalmente tras la disputa de 51, que ha perdido seguridad defensiva en una semana en la que encajó ocho tantos en tres partidos en casa, condicionado por las lesiones y el bajón de rendimiento de referentes ofensivos como Vinícius y Rodrygo.
Desde que arrancó el mes de febrero, el cuadro merengue ha dejado escapar 13 puntos en LaLiga. Una losa que reduce sus opciones de defensa de tocar metal. Los duelos perdidos en el campo del Espanyol (1-0) y del Betis (2-1), el empate en el derbi ante el Atlético (1-1) y en la visita a El Sadar (1-1) se culminaron con el broche a una semana en la que el bloque de Carlo Ancelotti caminó por el alambre en dos citas y se cayó en la tercera.
El Valencia, único club que no había ganado de visitante en LaLiga, conquistó el Bernabéu con un gol de Hugo Duro en el 95 que castigó el riesgo táctico de Ancelotti. Sintió el italiano que el empate era una derrota en un encuentro que merecía ganar por número de ocasiones. Mandó arriba a un central, Antonio Rüdiger, buscando un nuevo 'milagro' en los últimos compases y el castigo fue mayúsculo, al ser sorprendido en un contragolpe letal que costó la derrota.
Como buen técnico italiano, 'Carletto' parte de una base para alcanzar el éxito: ser fuerte en defensa. Construir a su equipo desde atrás, confiando siempre en la calidad de sus jugadores de ataque para que acaben decidiendo los partidos, es una de sus máximas. Condicionado por las lesiones de Dani Carvajal y Éder Militao, la ha perdido este curso. Si la última Liga la ganó encajando 26 tantos en 38 jornadas, en la presente se aleja del título tras recibir 31 en 30.
Coladero
Una semana que debía ser propicia para ganar confianza, con tres duelos en casa, la ha cerrado el Madrid con las peores sensaciones. Ocho tantos recibidos con tres defensas diferentes y dos porteros. La debilidad mostrada ante el Leganés, que marcó dos, aumentó en la locura copera frente a la Real Sociedad, cita en la que recibió cuatro que estuvieron cerca de dilapidar su ventaja. El Valencia marcó dos a placer en tres remates a puerta.
Acusó el Real Madrid la cantidad de partidos de un calendario insostenible, hasta 51 a inicios de abril, y especialmente el cansancio acumulado tras las prórrogas. De la protagonizada en el Metropolitano para superar en la tanda de penaltis al Atlético en octavos de final de la Liga de Campeones, a la de la vuelta de semifinales de Copa del Rey frente a la Real.
Un esfuerzo que se acabó pagando frente al Valencia. Y sobre todo, un desgaste mental que ha provocado que cuando el plan de Ancelotti con un equipo titular con rotaciones no funciona, tampoco encuentre desde el banquillo revulsivos.
Los síntomas de ansiedad se trasladan a la zona clave del campo, donde se deciden los duelos: la finalización. El Real Madrid ha chutado en las dos últimas jornadas de LaLiga hasta 45 veces. Un total de 19 fueron a puerta para marcar cuatro goles.
Más allá de la brillante actuación de los porteros rivales, los delanteros merengues están mostrando cierta precipitación. Una pérdida de efectividad que llega desde una falta de fluidez que parece alejar al club de los títulos.