La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo la ha vuelto a liar. Los problemas que desde hace tiempo arrastra su plataforma Sumar, los ha querido resolver Yolanda Díaz haciéndose un hueco en los medios de comunicación, buscando foco a costa de lo que sea. La ruptura con Podemos, el batacazo en las elecciones gallegas y sobre todo el ninguneo del presidente del Gobierno en las negociaciones importantes la han llevado a una especie de frenesí de viajes por el extranjero y de declaraciones, muchas de las cuales no son ni siquiera materia de su departamento.
Yolanda Díaz propone y propone medidas de cualquier ministerio, lo que por cierto no cae precisamente bien en los ministerios afectados o en las administraciones responsables. Es el caso de la última ocurrencia con el horario de bares y restaurantes. Díaz hace tiempo que parece obsesionada, aunque mal orientada, con el tiempo que los españoles dedicamos al trabajo y a la conciliación. Al menos, es lo que se desprende de sus propuestas. Ahora no le gusta que los bares y restaurantes en España estén abiertos hasta la 1 de madrugada. En sus declaraciones, ha asegurado que lo ha hablado con las patronales del sector, a las que les ha trasladado la anomalía que supone este hecho con relación a lo que ocurre en otros países.
Para empezar, no es verdad que se haya reunido con los operadores del sector, según ellos mismos han declarado, aunque eso quizás es lo menos importante. Ya sabíamos de la obsesión de esta parte de la izquierda con el turismo. Han hablado incluso de ponerle límites y tasas y ahora le ha tocado el turno a los horarios. Además, de que la medida propuesta sería responsabilidad de Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, demuestra desconocer la importancia del turismo para España en términos de crecimiento y empleo, que sí es su responsabilidad, y la diferente forma de vivir de los españoles, precisamente uno de nuestros atractivos y que les encantaría copiar. Por obvio, no mencionaré lo que supone de intrusión en la marcha de las empresas y el deseo irrefrenable tantas veces demostrado de dirigir nuestras vidas. Más le valdría a Yolanda Díaz dedicar más tiempo a corregir que España sea la campeona del paro general y del desempleo juvenil de toda la Unión Europea y de publicar, como se comprometió, el número de fijos discontinuos inactivos que son parados, pero que no figuran en las listas como tales.