La Red Ibérica en Defensa del Patrimonio Gráfico reclama la supervivencia de letreros, rótulos, carteles, pinturas e inscripciones de establecimientos que forman parte del paisaje urbano. Es inevitable pensar en el popular cartel de Scweppes de la plaza de Callao de Madrid y en el de Tío Pepe que se retiró de Sol... En Soria en los últimos años han desaparecido muchos, como el de Nuevas Galerías,Almacenes Evaristo Redondo, farmacia Carrascosa, José Antonio del Amo o los cines Roma, Rex y Avenida, pero otros muchos resisten frente a nuevos diseños, también los corporativos de franquicias. Algunos ejemplos son Mantequerías York, Vinos Lázaro o Librería Las Heras. Hay ya rutas sobre letreros en lugares como Madrid, con estricta normativa para su protección, y Segovia, con la puesta en marcha del ‘Saffari de las letras’.
El Día de Soria se ha puesto en contacto con Enola Morán y Javier Zuazo, profesores de Ensañanzas Artísticas Superiores de Diseño Gráfico de la Escuela de Artes (Tipografía y Gráfica en el entorno) para conocer su opinión. Les parece una iniciativa «a celebrar» porque «el cuidado y la consideración como tal del patrimonio gráfico debe asentarse y establecerse de forma institucional y cultural». Es relevante para ellos «la preocupación, el interés y la pasión» que generan los carteles y la rotulación «como parte de nuestro espacio vital» tanto entre profesionales de diseño, urbanismo, arte y creativicad como entre los ciudadanos.
Sobre su importancia como elemento del paisaje urbano, apuntan a la «sensibilidad» ante el entorno porque «ese contexto visual de letras, colores y estímulos gráficos nos acompaña cotidianamente y forma parte de las referencias y criterio estético individual y colectivo». «El entorno visual y las referencias gráficas con las que crecemos y convivimos son cultura. La calle también nos define y educa visualmente, individualmente y como sociedad», añaden diferenciando entre la calidad estética y el interés histórico.
Los letreros que forjan el carácter de Soria - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez Eugenio Gutiérrez Martcatalogación. Son cuestiones que deberían analizarse en un estudio y catalogación en Soria, que creen que sería conveniente. «Todas las ciudades tienen su particular repertorio, más o menos extenso o reseñable, y Soria conserva rótulos y carteles que hablan de su singularidad, de este aspecto de su paisaje urbano y que aportan carácter a determinadas calles y edificios», argumentan. Para ellos, hay mucha distancia entre carteles tradicionales y de franquicias, sobre todo en cuanto a la funcionalidad, la estética y la técnica. «Es obvio que la globalización implica una pérdida de identidad del lugar, de falta de integración de la rotulación en el contexto, además de la desaparición de piezas con verdadero valor patrimonial», apuntan.
Igualmente, creen importante diferenciar entre tipografía y rotulación. «El valor de la rotulación, ya sea artesanal o digital, es la del ‘traje hecho a medida’, de la creación y el diseño particular y único de las letras de esa pieza. El diseño del anuncio hecho con tipografía tiene el valor y la calidad del uso adecuado y profesional de la tipografía», detallan.
Es un tema que abordan en sus clases. «En diseño gráfico la tipografía es un área fundamental» para sensibilizar en cuanto a la rotulación, al igual que la presencia y el tratamiento de lo gráfico en todos los contextos. «Se trata de que el alumno considere y valore la ciudad y su intervención en ella como ciudadano y como profesional. La gráfica en el entorno y el paisaje urbano no sólo está presente en los estudios de diseño, también esa sensibilidad y consciencia pueden trabajarse de forma transversal desde la fotografía o la plástica», añaden.
análisis. Los profesores analizan el rótulo del Almacén de Vinos Lázaro Pérez: «La pintura con esmalte sobre el reverso de vidrio es una de las técnicas más veteranas en la rotulación comercial. Estos vistosos letreros necesitaban de la habilidad y el oficio de artesanos rotulistas especializados. Los pintaban, en gran parte a mano alzada, con buena mano, tratando de conseguir composiciones armónicas con los diversos estilos de letra de su repertorio».
Sobre el cartel de la Cafetería Scorpio apuntan que «los letreros de neón fueron un elemento muy llamativo del paisaje urbano, especialmente en las horas de oscuridad. Atraían fácilmente la atención con sus características líneas sinuosas y luminosas. La luz se produce en unos tubos curvados que contienen neón y otros gases que, mediante la activación eléctrica, emiten una luz brillante, y según el gas empleado, de atractivos colores».
Del cartel del Bar Pacho explican que «con la generalización de la reprografía y otras técnicas modernas de reproducción de textos y gráficos a partir de los 70, las técnicas artesanales se vieron relegadas por formas y estilos de letra más impersonales y uniformes, ya que se elegían a partir de unos pocos catálogos. Aun así, si se daba una disposición y elección de letra afortunada, se conseguía un reclamo atractivo y característico».