El club de montaña de Monteagudo instala el belén en el Picazo

EDS
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Es la cota más elevada de los cerros que bordean al río Nágima a su paso por la localidad

El club de montaña de Monteagudo instala el belén en el Picazo

Siguiendo la costumbre de años anteriores el Club de senderismo y montaña El Picazo de Monteagudo de las Vicarías ha procedido este fin de semana en jornadas previas a la Navidad, como es habitual, a colocar un Belén en la cumbre del Alto el Picazo. El Picazo, que da nombre al club, es la cota más elevada de la sucesión de cerros que bordean la margen izquierda de la vega del río Nágima a su paso por Monteagudo. Desde esta altura se observa una amplia panorámica del valle, la parte antigua del pueblo con el conjunto monumental del castillo de los Mendoza con la iglesia parroquial y el cauce del Nágima escoltado por hileras de chopos hasta adentrarse en tierras aragonesas tras besar la ermita y el castillo de la Raya.

El Club de senderismo y montaña El Picazo es uno de los pocos de la provincia que está federado en esta especialidad deportiva. Lo componen cuarenta y dos socios entre hijos del pueblo y simpatizantes. El promotor y alma del club es el vecino y escalador Gonzalo de Miguel Redondo con un amplio historial como conquistador de las más importantes cumbres del mundo. En su haber figura la culminación varias cimas superiores a los 4.000 metros como son: El pico más alto de Europa y Rusia, el monte Urbús (5.642 metros), el Kilimanjaro en África, el Mont Blanc (4.810 metros) en Europa, el cerro Austria (5.321 metros) y el pico Huayna Potosí en los Andes bolivianos (6.088 m.). Un hecho digno de destacar es que Gonzalo, al culminar sus proezas desplegaba con orgullo desde lo más alto de las cimas conquistadas, una pancarta con el nombre de su pueblo natal, Monteagudo de las Vicarías.

Además de escalador, Gonzalo es uno de los pocos casos que se han dado en la provincia de lo que se podría llamar "emigración inversa". En efecto, esta persona es titular de varias empresas que regentaba desde Zaragoza; sin embargo, en un momento determinado optó por regresar al pueblo desde donde continúa con esta labor haciendo uso de los medios tecnológicos del teletrabajo. Por otra parte, es digno de destacar la muy loable iniciativa que tuvo de montar una moderna y acogedora tetería-restaurante en su pueblo. Este establecimiento ha supuesto la creación de varios puestos de trabajo y dotar a los vecinos y visitantes de un excelente servicio de restauración. Los senderistas que acudieron a montar el Belén en el Picazo pueden dar razón de la veracidad de lo que aquí se escribe puesto que, al finalizar la excursión degustaron en este lugar los excelentes productos allí elaborados para recuperarse del esfuerzo realizado.