El verano de Carlos Garcés

A.P.L.
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De aquellos días en la Estepa y Gómara ensayando con la flauta a compaginar la dirección con la pequeña viña de Morales

El verano de Carlos Garcés

Batuta, viñedo, familia, despedida, descanso, viajes, pueblo, naturaleza... son algunas de las palabras que el músico soriano Carlos Garcés relaciona con los veranos pasados y con el presente, pero pongamos orden. El director de la Banda de Música 'Santa Cecilia' de Cullera, de la que se despide el día 22 de septiembre con un concierto en el Otoño Musical Soriano, rememora esos agostos «de calle» en Estepa de San Juan, el pueblo de su madre, y en Gómara, el de su padre, «rodeado de campo y naturaleza». Ya por aquel entonces amenizaba con su flauta travesera a los vecinos, de los que dice que «eran unos santos por soportarlo»; y, algo más mayor, aprovechaba para estudiar el temario del curso siguiente del conservatorio «para ir más desahogado». De adolescente, sus padres compraron una casita en Garray donde pasaban los veranos y que sigue visitando, «un privilegio porque son gente maravillosa».

Como gran aficionado al vino que es y miembro del Club de Catas del Casino, cuando se casó y nació su hija, decidieron comprar «una pequeña viña» en Morales, el pueblo de su mujer, donde ha pasado muy buenos ratos este verano. «Un día llevo el frac para dirigir a 150 músicos y otro el mono para limpiar las hierbas y trabajar en la poda», relata ilusionado sobre la oportunidad de poder compaginar la música y el viñedo, que es, a la vez, «un sueño y una distracción».  

Este año julio ha sido algo más ajetreado para el músico, pero confiesa que es el primer agosto que se ha tomado entero para descansar -se ha obligado a «no estudiar»- tras años muy intensos. También han aprovechado para viajar -su «gran pasión»- a Chichén Itza (México), porque quieren visitar las Siete Maravillas del Mundo. Ahora ya tan solo les queda Machu Picchu (Perú) y Petra (Jordania), que «seguramente será la próxima».

Este mes ofrecerá su último concierto como director de una banda a la que ha dedicado diez años y de la que se siente «muy orgulloso», porque es la más laureada de los últimos 50 años al ganar los ocho concursos a los que se han presentado. «Ha sido una etapa muy bonita y la banda está a un nivel excepcional. Es  lo que queremos demostrar en la actuación del Otoño Musical Soriano», donde interpretarán en la primera parte Poema Sanjuanero, de José Vicente Egea, director de La Pamplonesa y que Carlos Garcés estrenó en 2012 en ese mismo certamen con la Orquesta Lira Numantina. «Yo siempre he sido muy sanjuanero» y me dedicó este encargo del FOMS.

La quería interpretar en este último concierto como director de la formación valenciana, porque fusiona las sanjuaneras con Cançons de Mare, de Rafael Talens, de Cullera. «Son canciones que le cantaba su madre, igual que  a nosotros nuestros padres o yo a mi hija ahora le canto las sanjuaneras y las va aprendiendo poco a poco», por lo que quiere unir sus inicios y su final en Cullera.

Comenzará una etapa en la que quiere «descansar» después de viajar cada semana a tierras valencianas y a otras muchas zonas para dirigir orquestas como invitado, «el 90% de las profesionales» y, en más ocasiones, las de Oviedo, RTVE o Bilbao.... Ahora su situación es diferente y, aunque mantendrá las colaboraciones y continuará con el curso que imparte en Sevilla, disfrutará del tiempo libre con los suyos.