El Deportivo Alavés y el Celta de Vigo no pasaron del empate (1-1) este lunes en un partido que comenzó de cara para los locales, gracias a Kike García de penalti, e igualaron los visitantes, que llegaron a tiempo para meterse en el duelo con un golazo de Pablo Durán desde fuera del área en la segunda parte.

Jon Guridi pudo desequilibrar el choque en un contragolpe en una de las ocasiones más claras, mientras que el conjunto celtista se hizo con el balón y el equipo de Eduardo Coudet lo intentó al contragolpe.

El Celta llega a tiempo en Vitoria

Los de Claudio Giráldez no tuvieron prisa ante un Alavés inconformista, que se quedó con una sensación agridulce y que se coloca con un punto por encima de los puestos de descenso y el Celta se acerca a la zona media.

El Celta llega a tiempo en VitoriaEl choque comenzó de cara para el conjunto albiazul con un penalti a favor por mano de Fran Beltrán, que decretó el colegiado con ayuda del VAR.

Kike García no perdonó a los cinco minutos del encuentro y espoleó al Alavés, que fue protagonista en un arranque de partido cargado de energía.

El conjunto gallego tuvo problemas para contener la banda derecha de los locales y le costó aterrizar en el partido, que bajó de revoluciones con el paso de los minutos.

Las dos escuadras tuvieron un planteamiento similar, eligiendo el momento de presión y con la intención de circular el balón. Pero la imprecisión se apoderó de ambos y no lograron llegar hasta el área rival.

El equipo de Eduardo Coudet tampoco se cerró, pero esperó a las decisiones de un Celta que intentó ir a por el empate sin dominar el centro del campo.

Esta circunstancia fue clave en la primera mitad. Ninguno de los equipos renunciaron a avanzar con el esférico sobre el césped y en el momento en el que el centro del campo entraba en juego sin oposición, las escuadras generaban peligro.

El paso por vestuarios reactivó el partido. El Celta entró con otro aire y el recién incorporado Williot Swedberg estuvo cerca del empate pero se encontró con Jesús Owono, que se estiró para despejar el primer disparo visitante entre los tres palos en el partido.

Seguidamente, el Alavés pudo ampliar la renta en un contragolpe dirigido por Carlos Vicente, que encontró a Jon Guridi, pero el guipuzcoano se entretuvo demasiado dentro del área y no pudo rematar ni cederla a Kike García, que llegaba solo en el segundo palo.

En poco tiempo, hubo más acciones de peligro que en toda la primera mitad. Los celtiñas fueron embotellando poco a poco a los locales, pero los vascos se encontraban cómodos.

En una de las llegadas de los gallegos, Pablo Durán apareció muy solo en la frontal del área y aprovechó para fabricarse una volea que dobló la mano de Jesús Owono con casi media hora por delante.

Mendizorroza pidió penalti por mano de Starfelt en la jugada posterior, pero ni el árbitro ni el VAR decidieron tomar cartas en el asunto.

Tras el empate, Coudet movió el banquillo y optó por jugar con dos delanteros con la entrada de Asier Villalibre. A pesar de todo, el Celta se apoderó del balón y los locales optaron por tirar de velocidad al contragolpe, pero el choque acabó con empate.