En la asamblea de hace 30 años que dio paso a la creación de la Fundación Científica Caja Rural de Soria (FCCR) se estableció un objetivo principal: «Educar y promover en los ciudadanos sorianos, padres de familia y en los diferentes colectivos de la sociedad la SALUD INTEGRAL [así, en mayúsculas], y formar nuevas generaciones que tengan pleno conocimiento de las posibilidades que una vida sana puede tener para su futuro». Es evidente que el propósito se ha cumplido. Y con creces. Al menos así lo considera el director general de la FCCR, el doctor Juan Manuel Ruiz Liso, el alma mater de esta entidad que, sin duda, ha sido embajadora destacada de la provincia de Soria tanto en España como fuera de sus fronteras.
Las figuras más relevantes de la investigación y de la ciencia han pasado por cada una de las ediciones del Mes de la Salud y la FCCR ha recibido reconocimientos de todo tipo de entidades. Soria Saludable, Soria Mediterránea y Soria Cardioprotegida son los tres programas en los que pone el acento el doctor Ruiz Liso. Aunque la tarea desempeñada por esta fundación ha sido mucho más prolífica, imposible de resumir en dos páginas. El director de la FCCR apunta a la necesidad de un relevo al frente de la misma en los «muy próximos años». El compromiso de continuidad de la fundación por parte de Caja Rural de Soria está garantizado, pero alguien tendrá que tomar las riendas. Y, hay que admitirlo, no será tarea fácil encontrar un perfil con la misma pasión y entrega que ha volcado este médico soriano en estas tres décadas.
¿Cómo surge hace 30 años la idea de impulsar una fundación científica en Soria?
En 1993 a Carlos Martínez Izquierdo y a mí nos hacen Sorianos del Año en la Casa de Soria en Madrid. Me dijo allí, cuando recogimos el premio a finales de 1994 él como empresario y yo como médico, que podíamos hacer una fundación con la Caja Rural porque quería devolver en salud parte los beneficios de la entidad. En septiembre de 1995 ya hicimos el primer Soria Saludable, que fue de mes y medio. Empezamos con la profesora Mercedes Molina y a dar los premios, porque había que reconocer a los Sorianos Saludables. El premio de investigación llegó más tarde.
¿Fue difícil enganchar a la sociedad soriana al Mes de la Salud?
Nada. Fue muy sencillo. En 1995 no había, prácticamente, internet, ni conocimientos fuera de lo que era el mensaje directo. A continuación empezamos a hacer la Escuela de Salud y Humanidades por todos los pueblos y recorríamos 11.000 kilómetros cada año, con más de 50 profesores que tuvimos desde el principio. La gente en los pueblos estaba encantada de que fuéramos, para las asociaciones de amas de casa y de vecinos fue algo impresionante.
Si transmites credibilidad, la gente responde. Con el tiempo hemos tenido que ir modificando la estructura, porque hay otros medios. También empezamos con los cuadernos de salud que repartíamos, de los que hacíamos unos 3.000 ejemplares: dolor de espalda, llegar a viejo en Soria sin morir en el intento, abuela y madre... Promovimos la Escuela de la Abuela Madre donde les dábamos clase a las abuelas que se hacían cargo de los nietos y llegamos a montar una pequeña guardería.
Este año vamos a recuperar los cursos de primeros auxilios e introducción a los Desa [Desfibrilador Externo Semiautomático] en la provincia, que ya hicimos en 2002. Empezaremos este viernes. Vendrán enfermeras del Servicio de Urgencias del Hospital Santa Bárbara, que impartirán las prácticas de primeros auxilios y José Luis Alcalde, médico de Emergencias Sanitarias, la introducción a los desfibriladores. Nos interesa mucho qué es lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer. Lo haremos en abril para todos los grupos de los Ceas [Centros de Acción Social] de la Diputación. Vamos a seguir hasta que se necesite.
Tres décadas dan para mucho. De todo el trabajo que ha desarrollado la FCCR, ¿qué hitos destaca?
Hay tres grandes grupos: Soria Saludable, Soria Mediterránea y Soria Cardioprotegida. En este último caso, el Consejo de Resucitación Cardipulmonar nos dio el Premio Nacional 2023. De estos tres programas me siento muy orgulloso.
Al menos, 14 personas han salvado la vida gracias a los desfibriladores. Fuimos la primera ciudad española en ponerlos en la calle y han sido respetados. Empezamos con siete desfibriladores y hoy hay más de 150 puestos por la FCCR. Hemos formado en el Instituto de Ciencias de la Salud a más de 4.000 personas.
Dentro de la salud pública todos nuestros programas han repercutido más en mi vida personal y profesional que cualquier otra cosa. Es gratificante. Y he tenido la gran suerte de que los medios de comunicación me habéis apoyado, eso no lo puedo olvidar. Los medios de comunicación habéis sido como una bomba en racimo de salud. Las amas de casa también me han ayudado mucho.
Hace 14 años de la declaración de la Dieta Mediterránea como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco. ¿Qué ha supuesto para Soria?
Para Soria, a parte de Machado, no lo digo con prepotencia, cuando vas por muchos sitios preguntan Soria, ¿capital de la Dieta Mediterránea? Se cree que Dieta Mediterránea es solo alimentación y no se dan cuenta de lo que tenemos en Soria: medio ambiente, deporte... En el extranjero pasa igual porque de los representantes de las ciudades emblemáticas de la Dieta Mediterránea el único que soy médico soy yo y siempre tengo que hablar de Dieta Mediterránea y salud.
Fue muy bonito el Congreso Internacional de Escolares que hicimos en Soria. Fue impresionante en la plaza Mariano Granados. Dimos almuerzo a los niños de la provincia.
Me gustaría destacar la colaboración que siempre he tenido de la Dirección Provincial de Educación. Todo lo que les he presentado, adelante con ello. El equipo directivo, desde el principio con los Desayunos de la Dieta Mediterránea, me ha apoyado.
Con la población infantil y juvenil, la FCCR ha desarrollado diferentes campañas. Pero parece que es difícil que cale el mensaje de los beneficios de una dieta saludable entre los menores, ¿qué más se puede hacer?
Hace años tocábamos a todos los estamentos de la sociedad, amas de casa, tercera edad, escolares y medios de comunicación. Todo eso ha sedimentado.
En general, se puede comer de todo, pero en plato de postre. Si el torrezno lo pides con mucho magro y poca grasa, no pasa nada.
Y con borraja...
Van a salir ahora los resultados de un estudio de la Facultad de Ciencias de la Salud que demuestra que si comes torrezno con productos muy ricos en fibra, no solamente no aumenta el colesterol, sino que disminuye. Esta investigación se ha hecho en un convento de cincuenta religiosas.
¿No choca fuera que Soria sea la capital de la Dieta Mediterránea y, al mismo tiempo, el producto más conocido sea el torrezno?
No, porque se puede comer en plato de postre. Tampoco los 90.000 sorianos toman torrezno todos los días. Se come como algo excepcional. Las cifras de colesterol en Soria son menores que en otros sitios.
Durante estos 30 años, la FCCR ha traído a Soria a destacados profesionales de la salud y la investigación. ¿A quienes destaca?
Premios Nobel de Medicina, como Jean Dausset; premios Príncipe de Asturias como Santiago Grisolía o Rafael Matesanz; otros como José María Fidalgo, médico que fue secretario general de Comisiones Obrera; humoristas como Chumy Chúmez; periodistas como José María Carrascal... Y los mejores médicos de Soria, Jesús Calvo Melendro y Juan Sala de Pablo, donaron sus bibliotecas.
Alberto Núñez Feijóo [presidente del Partido Popular] inauguró el Soria Saludable y ha estado tres veces aquí.
En estos años, ¿qué investigaciones se han podido desarrollar auspiciadas por la FCCR?
Hicimos el estudio del coronavirus. Y de lo que más satisfecho estoy es de la respuesta popular a la hora de contestar las encuestas. Los colegios de Médicos y Farmacéuticos han colaborado permanentemente. Y compramos respiradores en la pandemia.
Habla de colaboraciones, como todo el mundo ha tendido la mano a la FCCR, ¿le han cerrado puertas?
No, nadie. He tenido y tengo todas las puertas abiertas.
A veces se dice que las entidades del tercer sector suelen llegar donde no lo hace la administración pública por falta de financiación, fundamentalmente. En este sentido, ¿qué ha cubierto la FCCR en materia de salud?
Estoy muy satisfecho del servicio de Medicina Preventiva Deportiva, que surgió de un Soria Saludable. Con Carlos Heras, entrenador de balonmano, fui para ver si podía venir Juan de Dios Román. Y le pregunté cuánto quería cobrar: me dijo que nada, que solo quería que me comprometiera a que a los jugadores escolares de balonmano se les hiciera un reconocimiento antes de ir a jugar los partidos. Lo planteé al Patronato de la FCCR y no solo para los de balonmano, también para otros deportes escolares. Hicimos el gabinete y estuvimos seis o siete años. Pasaron más de 5.000 escolares, con cuatro médicos. Detectamos problemas cardíacos, en los pies... Es una de las cosas bonitas que hicimos. A nadie se le pidió que tuviera una cuenta corriente en Caja Rural.
¿Puede decirse que la fundación ha sido una de las principales embajadoras de Soria fuera, tanto en España como en el extranjero?
Creo que sí, pero igual yo no soy la persona más indicada para decirlo.
¿Y considera que se reconoce más la tarea de la FCCR fuera que dentro de Soria?
En Soria era normal que hiciera esto la Caja Rural. Además de regalar tapetes y barajas para jugar a las cartas, también hacía esto. Hemos recibido todos los premios habidos y por haber. Fuera de Soria hemos tenido mucho reconocimiento.
Considero que, además, hemos ido adaptando la fundación a los tiempos. Aunque lo que vamos a hacer de los cursos de primeros auxilios lo hicimos en 2002 porque he considerado que era importante volver a ello.
¿Tiene intención de jubilarse como director de la FCCR?
No es que tenga intención, pero habría que ir pensando en dejar la fundación en los muy próximos años. Tengo la seguridad por parte de Caja Rural de que no quieren que desaparezca la FCCR. Carlos Martínez y Domingo Barca, todo el patronato, tienen interés en que esto siga. Quizás habría que ir pensando en algún que otro loco como yo para estas cosas.
Para tomar las riendas se requiere mucha implicación y tiempo...
En Caja Rural nunca me han dicho no. Y es una entidad bancaria. Solo puedo estar agradecido. Es muy bonito ese respaldo para tus ideas. Creo que no lo hemos hecho mal, aunque solo sea porque los desfibriladores salvaron la vida de, al menos, 14 personas.
En los pueblos nos decían: los únicos que nos vienen a dar son los de la fundación, porque los políticos solo vienen a venir el voto y los bancos a por nuestro dinero. Es bonito escuchar esto.
La Fundación Científica empieza a funcionar en un mes de abril de 1995 y aquí estamos. No sé lo que duraremos.