En un mundo que ha sufrido múltiples cambios desde el comienzo del siglo XXI, el terrorismo islámico sigue siendo en la actualidad uno de los  problemas más presentes en la actualidad, también en nuestro país. Desde los fatídicos atentados del 11 de marzo de 2004 o los ocurridos en Cataluña en 2017,  España se ha visto obligada a reforzar sus medidas de seguridad y sus labores de vigilancia y prevención para hacer frente a este peligroso fenómeno, cada vez con mejores resultados. 

Prueba de ello son las 78 personas detenidas, a lo largo de 2023, que supuestamente preconizan la guerra islámica  en nuestro país. Este dato supone la cifra más alta desde 2005, con el que el pasado noviembre se rebasó la marca del millar de arrestados desde lo ocurrido en el 11-M.

Entre ellos destacan seis menores, el número más elevado registrado en este segmento de edad, y ocho mujeres, cifra que no se daba desde hace casi una década.

Son los resultados del Anuario del Terrorismo yihadista 2023 elaborado por el Observatorio Internacional de Estudios sobre el Terrorismo (OIET) y el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), que refleja además varios aspectos de la lucha contra el yihadismo a nivel nacional.

Entre ellos, las 36 operaciones contra el terrorismo islámico llevadas a cabo por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en 24 provincias, en las que se saldó con la detención de 78 personas.

Madrid y Barcelona, con seis cada una, fueron las regiones en las que se realizaron más despliegues, seguidas de Melilla y Guipúzcoa (cuatro) y Asturias y Alicante (tres).

La más voluminosa fue la operación Sakinados, que se desarrolló en noviembre y acabó con 14 detenidos en Barcelona, Guipúzcoa, Álava, Valencia, Lleida y La Rioja por su supuesta pertenencia a un movimiento de origen pakistaní y llevar a cabo actos de adoctrinamiento, apología y enaltecimiento terrorista.

El informe subraya que la mitad de las operaciones se realizaron en los últimos tres meses del año y, aunque coincidieron con la guerra en Gaza, remarca que la mayoría no guardan una relación directa con el conflicto sino que son producto de investigaciones que venían desarrollándose desde hace incluso dos años.

Por otra parte, de acuerdo con el estudio, la edad de los hombres arrestados no para de descender y en 2023 se detuvieron a seis menores de edad -un dato récord- y a 21 de entre 18 y 24 años.

Sin embargo, en cuanto a las mujeres, la dinámica es completamente distinta. De las ocho arrestadas todas tenían más de 35 años, a excepción de una de 26.

Por otra parte, el informe indica que casi la mitad de los detenidos (el 48 por ciento) habían mantenido relación previa con otros detenidos por terrorismo, una cifra que ha aumentado de forma progresiva desde 2021, cuando los arrestados con estas características representaban el 29 por ciento.

Respecto a sus antecedentes penales, el 17 por ciento tenían alguno relacionado con el terrorismo, mientras que al 36 le constaba haber cometido delitos comunes. 

Medidas

Desde hace varios años, el Ministerio del Interior ha desarrollado, a través de los distintos gobiernos, un sistema para combatir la lucha contra el terrorismo.

El Plan de Prevención, Protección y Respuesta Antiterrorista es la estrategia con la que el Estado hace frente a la radicalización de tipo yihadista.

Hasta cinco niveles de Alerta Antiterrorista se contemplan en este plan, cada uno de ellos asociado a un cierto grado de riesgo. En la actualidad, está activada la categoría cuatro, impulsada el 26 de junio de 2015 con motivo de los atentados sucedidos en Francia, Túnez, Kuwait y Somalia. Este cambio implica una alta atención por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Desde entonces, no ha habido modificación alguna. Tampoco tras los recientes ataques perpetrados por el Estado Islámico en Rusia el pasado mes de marzo.