El relevo generacional en el comercio soriano se resiente

S.Almoguera
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El sector del campo, el comercio y los trabajadores autónomos son los más afectados por el cambio de tendencia

El relevo generacional en el comercio soriano se resiente - Foto: E.G.M

Antaño, pasaban de padres a hijos. Generación tras generación, un negocio tenía asegurada así su pervivencia. Ahora, sin embargo, la continuidad de la actividad es uno de los quebraderos de cabeza de la mayor parte de las pequeñas y medianas empresas, las más numerosas en la provincia de Soria, cuando se acerca la edad de jubilación de sus emprendedores. La agricultura y la ganadería, el comercio y, en general, las profesiones que desarrollan los trabajadores autónomos son los sectores más afectados por esta falta de savia nueva que aboca al cierre a negocios rentables. Falta relevo, pero, indica la economista y presidenta de la Asociación de Autónomos de Soria, Mercedes Ciria, también «una falta de planificación» de éste. La gran mayoría de las mercantiles sorianas son de carácter familiar y a sus fundadores, en ocasiones, les cuesta dar un paso atrás para dejar a otros al frente. 

Según el Instituto para la Empresa Familiar, casi el 90% de los negocios en España tienen como propietarios un familiar y no inversores profesionales, lo que restringe las opciones de relevo y los sucesores no se muestran interesados en continuar con la actividad. Paralelamente, además, el 40% de los trabajadores autónomos de Castilla y León superan ya los 55 años de edad. De ahí que haya anunciado la puesta en marcha de un plan estratégico para apoyar el relevo empresarial que liderará la Consejería de Industria, Comercio y Empleo, pero en el que intervendrán otras áreas de la Junta de Castilla y León, «de modo que se generen sinergias que permitan atender de una forma global todos los retos y oportunidades en el ámbito del autoempleo y el trabajo autónomo», indica la institución.

El análisis de la situación arroja varias conclusiones. «Vemos el caso de empresarios superlongevos que siguen sin dar el relevo a sus hijos y esto también es un problema», insiste Ciria. Aunque también lo es que cada vez más los de los descendientes que no sientan interés por coger el testigo de sus progenitores o familiares. «Somos una provincia que siempre ha procurado una educación superior para sus hijos. Muchos tienen que salir a estudiar fuera y luego es difícil que regresen», añade.

Aunque el principal «hándicap» de cara al relevo generacional, especialmente en el caso del pequeños negocios o explotaciones agrarias, son «los números, que ya no son los que eran antes, o las ventas que no suben», expone Ciria. 

En el caso del campo, los datos de falta de relevo son especialmente preocupantes. «El 50% de los trabajadores de este sector supera los 60 años. En una década. ¿A qué agricultura nos va a llevar esto?», reflexiona Ana Pastor, presidenta de la organización agraria Asaja Soria. La incorporación de los jóvenes al sector primario no cubre ni de lejos el 10% de las bajas por jubilación que se van produciendo. El principal medio de acceso a la profesión sigue siendo a través del relevo de padres a hijos. «Empezar de cero», sin terrenos, sin maquinaria, «es imposible porque requiere una inversión económica muy grande», confiesa la responsable de Asaja Soria. En este sentido, apunta, uno de los aspectos que ayudaría a incentivar el 'traspaso' profesional en el campo es que las ayudas por transmisión puedan hacerse extensivas también de padres a hijos, algo que actualmente impide la normativa. «Es algo que está poniendo trabas», y que condena a muchas explotaciones al barbecho perpetuo, concluye Pastor. «Somos los últimos románticos». Adolfo Sainz, presidente de la Federación de Empresarios de Comercio de Soria (FecSoria), no augura un futuro mejor en el sector de la venta minorista. Él, como muchos comerciantes actualmente en activo, ha 'mamado' el amor a la profesión, desde que siendo muy niño, «corría después del colegio para ir a la tienda de mis padres», pero ahora mismo confiesa que la vocación no es suficiente. «Los traspasos ya ni siquiera son rentables», apunta Sainz. «El comercio tradicional está abocado a desaparecer», augura sin optimismo. 

Antaño llegaron a existir hasta ocho pastelerías en la calle El Collado. Un poco más abajo, en la calle Zapatería, Félix Hernández lleva  meses esperando a alguien dispuesto a cogerle el relevo y hacerse cargo de la mítica pastelería Félix, cuyos orígenes, ligados a lazos familiares, se remontan al año 1920. Ha iniciado contactos con la Escuela de Hostelería e incluso han sido varias las personas que se han interesado para tomar las riendas del negocio después de su jubilación. Pero les asusta la situación social y económica actual, asegura. Por parte de Hernández, no obstante, todo son facilidades. «He puesto a la venta todo, el local y la maquinaria bastante barato para que se anime alguien. Incluso me ofrezco a enseñar el oficio», señala. Todo con tal de no engrosar la lista de confiterías sorianas emblemáticas que echan el cierre tras una dilatada historia en la capital soriana por falta de relevo. «Pasó ya en El Collado con Juan José Lagunas. Nos vamos jubilando y sin no hay nadie que quiere seguir...», lamenta Félix Hernández, que planea su jubilación «a finales de este año» o, para dar aún más tiempo a que alguien se anime al traspaso, «en marzo del año que viene». 

más ayudas. Sólo el 15% de las empresas sobreviven a la tercera generación. Desde FecSoria, Adolfo Sainz reclama más ayudas para tratar de hacer más actractivos los traspasos y la incorporación al sector del comercio. «Estamos en respiración asistida», insiste Sainz. Los comercios que, además, tienen que pagar un alquiler y otros costes fijos lo pasan realmente mal para salir adelante. Para el presidente de FecSoria esto disuade a muchos hijos de comerciantes a continuar el negocio de sus padres o familiares. 

Asegurar la transición de la pequeña y mediana empresa en los relevos generacionales es el objetivo de unas ayudas específicas para el medio rural que, a través del Plan Soria, ofrecen la Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial de Soria, entidad encargada de su tramitación. «El tejido empresarial del medio rural cuenta con multitud de pequeños negocios, fundamentalmente empleo autónomo, negocios rentables que ofrecen un servicio a la comunidad. La creación de un mecanismo que facilite el traspaso de estos negocios supone una alternativa de empleo y una oportunidad de atraer población a los núcleos rurales. No obstante, un proyecto de este tipo presenta riesgos evidentes de quiebra del emprendedor al poco tiempo», explica la Diputación Provincial. Dirigido al traspaso de negocios asentados en poblaciones sorianas de menos de 20.000 habitantes, esta línea de ayudas ayuda con hasta un máximo de 25.000 euros y un porcentaje máximo del 40% de la inversión desembolsada para costear el traspaso de bienes y derechos, la transmisión de la sociedad de capital o nuevas inversiones en activos fijos. Este año, sin embargo, nadie ha optado a estas ayudas que cuentan con una partida presupuestaria total de 150.000 euros, sin duda, un indicativo de la falta de relevo generacional en la provincia. En principio, la Diputación dejará desierta la convocatoria y no volverá a sacarla este año. 

En el caso del sector agrario, la situación, recalca la presidenta de Asaja Soria, tampoco invita la optimismo. «Yo siempre trato de animar a los jóvenes a que se incorporen al sector, aunque cada vez me es más difícil por la situación que tenemos», argumenta Ana Pastor. Muchas veces, apunta Adolfo Sainz, no quieres que tus hijos «pasen lo mismo. El comerciante antes moría con las botas puestas. Ahora está deseando jubilarse», indica.

alternativas. No es un problema exclusivo «de aquí», añade la presidenta de la Asociación de Autónomos de Soria. «Ya no somos los artesanos de la Edad Media cuyo oficio pasaba de padres a hijos», subraya Mercedes Ciria. Por tanto, ante la falta de vocación o de continuidad empresarial habrá que buscar otras alternativas al cierre. «Vender el negocio antes de cerrar o contratar una gerencia exterior», enumera. Ambas opciones, asegura, «suelen ser complicadas» de asumir para un empresario, «que muchas veces ve su negocio como un hijo». No obstante, Ciria anima a valorar la opción de una dirección externa que permite por un lado mantener los lazos con la empresa familiar y, por otro, «seguir viviendo de las rentas» que produce el mismo. 

José Luis Molina no tendrá que recurrir a ese extremo. Su relevo en la empresa de electricidad Molina-Blasco parece que estará garantizada tras su jubilación «creo que el año que viene», añade. Tras 48 años de dedicación a este negocio, uno de sus hijos parece dispuesto a coger el testigo. Los inicios de la mercantil fueron duros, relata Molina. «Pero poco a poco hemos ido creciendo. Procurando quedar bien con todo el mundo», señala con una gran sonrisa. Siguen conservando los primeros clientes que tuvieron en la zona de Pinares, «lo que indica que tan mal no lo hacemos», bromea. Así que está encantado de que el esfuerzo de tantos años, de jornadas «de 12 horas de trabajo seguidas» no se pierda y continúe en la familia.